El nuevo gobierno de coalición ha traído un nuevo ministerio, el de Seguridad Social e Inclusión, que además de segregarse de Trabajo también ha servido para quitarle a la vicepresidencia Social de Pablo Iglesias las políticas de rentas mínimas condicionadas para pobres. Ahora, las tres políticas de rentas monetarias más importantes con competencia estatal, las pensiones contributivas —gestionadas por el INSS, que depende del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones—, las no contributivas —gestionadas por el Imserso, que depende de la Vicepresidencia de Derechos Sociales y Agenda 2030— y las prestaciones de desempleo —gestionadas por el SEPE que depende del Ministerio de Trabajo y Economía Social— se administran desde tres ministerios diferentes y, todo parece indicar que el de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones también intentará hacer algo con el desastre de las rentas mínimas gestionadas por las comunidades autónomas.
A finales de 2019, el PSOE y Unidas Podemos formalizaron su acuerdo programático para gobernar juntas durante los próximos cuatro años. Los medios progres se hicieron eco del mismo, ilusionados, asegurando que se habían pactado medidas tan necesarias como regular los precios de los alquileres, derogar la reforma laboral e impulsar una Ley del Clima. Por su parte, los medios fachas y conservadores también lo difundieron, atemorizados, asegurando que se habían pactado medidas tan catastróficas como regular los precios de los alquileres, derogar la reforma laboral e impulsar una Ley del Clima.
“Todo sistema de educación es una forma política de mantener o de modificar la adecuación de los discursos, con los saberes y los poderes que implican” – Michel Foucault
Finalmente habrá ‘PIN parental’ en Murcia después de que la Consejería de Educación autorizara su implementación a principios de año. Se trata de una propuesta de Vox que no se logró tumbar en la Asamblea Regional, debido a los votos en contra de la formación ultraderechista y del Partido Popular, así como la abstención de Ciudadanos (sí, ese partido que se vende como moderno y gay-friendly que por alguna razón no para de pactar con la ultraderecha homófoba), a cambio de que el partido fascista apoyara los presupuestos autonómicos. Una medida que también se ha impuesto en Madrid y Andalucía, las otras comunidades donde gobierna el trifachito.
El domingo 10 de febrero de 1980,Fuerza Nacional del Trabajo (sindicato de Fuerza Nueva), convocó un acto en la plaza del Cine París, (el cruce de las calles Martinez de la Riva con Carlos Martín Alvarez), en el barrio de Vallekas.
Desde unos días antes algunxs vecinxs se organizaron para preparar una protesta. Se realizaron numerosas pintadas con lemas como, “Fuerza Nueva, asesina” o “No al mitín de FN”, la gente estaba harta de palizas y asesinatos y no iban a permitir que los fascistas camparan a sus anchas por el barrio. No hay que olvidar que estos grupos de extrema derecha en ocasiones junto a miembros de las fuerzas de seguridad del Estado, estaban especialmente activos esos años con un largo historial de muertes a sus espaldas como las de Carlos Gonzalez, Arturo Ruiz, Mari Luz Nájera o Jose Luis Alcazo entre otrxs muchxs y con el reciente asesinato de Yolanda Gonzalezapenas 9 días antes de esta concentración, una vez más a manos de miembros de Fuerza Nueva.
¿Dónde y cómo vivimos la gente joven? Hay cada vez más voces hablando de la vivienda. Algunas para mal, ahí tenemos a la derecha y la prensa basura criminalizando y creando alarma social a base de bulos y fake news sobre la okupación. Otras para bien, gracias al movimiento de vivienda se habla de las hipotecas como la estafa que son y cada vez más del precio del alquiler, de gentrificación, de turistificación, de que el problema no es la okupación sino que el mercado nos niegue el derecho a la vivienda.
Hace unos meses, cuando el Tribunal Constitucional dijo que era legal el despido de los trabajadores por estar enfermos unos pocos días, cundió el pánico. Tertulianos y articulistas ayudaron a la difusión de la sentencia y dijeron que era un atropello que no se podía tolerar. Las consultas de laboralistas (y peor, los foros de internet) se llenaron de gente asustada porque podían ser despedidos por tener una gripe o un esguince.
En el peor momento de esta crisis, aparecieron los salvadores: PSOE y Podemos se comprometían a impedir que nos despidieran por estar enfermos y lo convertían en su prioridad. Una victoria para la socialdemocracia, podíamos enfermar tranquilos sin miedo a convertirnos en uno de los más de tres millones de parados de nuestro país.
A partir de la teoría crítica iniciada por Karl Marx, pasando por los aportes posteriores (Luckás, Bloch, Lefebvre, Horkheimer, Adorno, Benjamín), el autor propone una crítica a la concepción de cultura propia de la tradición occidental
Mitologías africanas y escenificación japonesa, la propuesta teatral de Léonora Miano sobre la deportación trasatlántica
Primer acto: Escuchó
Quizás la soñó, luego la pensó. Así pudo surgir. Lo único cierto es que la tituló Red in Blue.Una trilogía. Las obras que la componen las publicó en 2015 bajo tres títulos: Révélation, Sacrifices, Tombeau que aluden a tres momentos de la deportación trasatlántica de subsaharianos. ¿No os producen escalofríos pronunciar estas palabras?. Hacia atrás, ella nos lleva hacia allí, siempre hay algo atrás, más atrás. “A menudo, mi trabajo consiste en abordar lo no dicho en las sociedades que voy conociendo”, explica. Léonora Miano ya había escrito de soslayo sobre ello en Les Aubes écarlates (2009)hasta que se impuso y ocupó todo el centro de la trama en La estación de la sombra (2013), sin nombrarla. Dos años más tarde, escribió la trilogía teatral. Aunque Miano no puede asegurar que lo que escribió fuera teatro. Tal vez.