Rusia denunció el hallazgo en la planta acerera de Azovstal en Mariúpol , en el este de Ucrania, un medio de transporte con una carga explosiva que bastaría para destruir los restos humanos de al menos 152 soldados ucranianos presentes en el vehículo y plantada por orden de Kiev, para luego culpar a Moscú.

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El Ministerio de Defensa ruso considera esto como un intento de provocación por parte de Ucrania, de acuerdo con las recientes declaraciones del vocero de la entidad, Ígor Konashénkov.

«Sobre la base de los resultados de los interrogatorios de los militantes de Azov capturados, se estableció que la extracción de los cuerpos se llevó a cabo por orden directa de Kiev, señaló .

El propósito de la provocación es acusar a Rusia de destruir deliberadamente los restos de los cuerpos y evitar su traslado para transferirlo a sus familiares con el fin de salvar la ‘reputación’ política del régimen de Kiev y de Zelenski personalmente», acotó.

De acuerdo a Konshénkov, el sistema de refrigeración de la camioneta no funcionaba y en él se almacenan 152 cuerpos de soldados llamados por Moscú nacionalistas, así como efectivos militares regulares de las Fuerzas Armadas de Ucrania.

Konashénkov dijo también que durante la inspección, los zapadores rusos encontraron cuatro minas y que la masa total del explosivo en ellas fue suficiente para destruir todos los restos restantes. La parte rusa planea entregar los cuerpos a representantes de Ucrania.

Según un representante del Ministerio de Defensa ruso, el batallón Azov, antes de ser hecho prisionero, apeló públicamente al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski con una solicitud de recoger a los muertos para que sus familias pudieran enterrarlos en el territorio controlado por Kiev.

En el momento de la proclamación de la autodenominada y solo reconocida por Rusia República Popular de Donetsk en 2014, Mariupol, con una población de unas 450.000 personas, era la segunda ciudad de la región después de Donetsk, pero en junio del mismo año, las fuerzas de seguridad ucranianas la ocuparon.

En este mes de mayo, se rodeó la planta metalúrgica de Mariupol «Azovstal»: las instalaciones subterráneas de la empresa, en las que se escondían los militares ucranianos y los militantes del regimiento Azov (contra los cuales se iniciaron procesos penales en Rusia), quedaron bajo el control de las Fuerzas Armadas Rusas.

En total, según el Ministerio de Defensa, desde el 16 de mayo, más de 2.400 nacionalistas y militares ucranianos han depuesto las armas y se han rendido, quienes fueron bloqueados en el territorio de la planta durante aproximadamente un mes.