Fuente: Iniciativa Debate/ Domingo Sanz
«El Coronavirus no entiende de fronteras…”, repite Sánchez.
La última vez, ayer por la mañana en un Congreso en el que los pocos diputados presentes estaban separados entre ellos por ríos de escaños vacíos. Por una vez para dar ejemplo. Paradojas de una “democracia ejemplar”.
(Por cierto, y a pesar de que Felipe VI no pronunció la palabra “frontera” en su discurso de anoche, acompañado por cientos de miles de cacerolas, la ministra de Exteriores ha insistido esta mañana en la necesidad de defender el cierre de las fronteras exteriores, mientras afirma que “el virus no conoce fronteras”. Solo las interiores, por supuesto).