Territorios en lucha

Fuente: https://periodicogatonegro.wordpress.com/2020/07/31/territorios-en-lucha/                                                                     julio 31, 2020

La usurpación de los territorios comunales, fue y es una política de Estado. Los cimientos mismos de esta máquina que todo lo devora están basados en la eliminación de cualquier forma de vida que se oponga a la mentalidad mercantil, esa mentalidad que transforma todo en un “bien” vendible y por ende, comprable. Esa máquina que nos hizo creer a fuego y sangre, que la vida es jerárquica, que la supervivencia de las especies está basada en la competencia y que los demás seres vivos que habitan a nuestro alrededor son “recursos naturales” a nuestra disposición. De esta manera, permitir que nuestras conciencias no se alarmen mientras los campos fueron y siguen siendo cercados, mientras nos devoramos la vida de otros animales, mientras dinamitamos las montañas, mientras la vida es transformada en mercancía…

Hay quienes pueden decirnos que los Estados están para garantizar el orden y evitar la anarquía de los pueblos. Las entrañas se me enredan cuando escucho esos argumentos. Entonces, me pregunto, ¿cómo puede ser justo y necesario un modelo de organización que se impuso por medio de la violencia, exterminando a tode aquel que se le oponga, destruyendo la mayoría de las diversas formas de organizar la vida que coexistían en armonía? ¿Cómo pensar que la propiedad privada debe defenderse, si esta nace gracias a la usurpación de tierras comunales, tierras que le pertenecían a todes en general y a nadie en particular? ¿Cómo conciliar con las políticas de “bienestar” de los diferentes gobiernos, si son estas las que reproducen la lógica mercantil y la propiedad privada, fomentando nacionalismos que luego sirven de respaldo justificatorio a la expansión territorial de los Estados-nación sobre los pueblos pre-existentes?

“Lo tenemos que destruir / y construir algo nuevo / otras alternativas hay / las tenemos ke practicar”, escribía “El Brujo”, Santi, Santiago, o como sea que lo hayamos escuchado nombrar o como lo hayamos conocido. Él entendía los manejos de la máquina y por eso dedicó su vida a luchar contra este aparato asesino. Hoy se cumplen 3 años desde que las fuerzas del orden patriarcal-estatal-capitalista lo desaparecieron, hasta que después de 78 días su cuerpo sin vida es encontrado en el río Chubut, 400 metros río arriba de donde se lo vio por última vez. No es casualidad que haya sido alcanzado por las garras del Estado, ya que se encontraba luchando en solidaridad con el pueblo mapuche, quienes continúan hasta el día de hoy con la lucha por la recuperación de los territorios ancestrales.

Hace pocos años atrás, el 23 de noviembre del 2017,  se publicaba en el Boletín Oficial la promulgación de la prórroga de la ley 26.160. Ley que suspende el desalojo en los territorios recuperados por los pueblos originarios y promueve una tarea aún pendiente: un relevamiento de los territorios indígenas en el país. Hermanxs originarixs y compañerxs han luchado de diversas formas para la aplicación inmediata de esa ley. Sabían que podía ponerle un freno a la represión y al hostigamiento del Estado-Corporación hacia los pueblos que luchan por la autodeterminación. Sin embargo, siempre se va a tener en claro que la Justicia es del opresor, que las leyes las hacen y deshacen a conveniencia de los que presupuestan la muerte. Ese mismo 23 de noviembre, el juez Gustavo Villanueva decidió y confirmó (nuevamente, por milésima vez) que la ley es puro cuento, pura ficción, pura demagogia de los poderes del Estado y que los cuentos no tienen lugar en la realidad: por eso ordenó desalojar la lof Lafken Winkul Mapu, ubicada en la zona del lago Mascardi en Bariloche. Esto siempre es posible gracias a toda la fuerza del Estado, gracias a la verdadera cara de esa máquina de opresión: cientos de policías federales, prefectos y gendarmes desalojaron, detuvieron e hirieron a mujeres, niñxs y hombres de la comunidad. No les alcanzó con reprimir y perseguir a miembros de la comunidad, sino que también dispararon con balas de plomo. Esa miseria que justifica la represión, la persecución y la violencia sistemática hacia los pueblos originarios y hacia toda persona que se solidarice, fue la que asesinó por la espalda a Rafael Nahuel de 22 años. Corporizada no solo en las manos del asesino Francisco Javier Pintos del grupo Albatros de la Prefectura Naval Argentina, sino también en todos los “periodistas” mercenarios que justificaron esa ejecución cobarde, en toda la lacra política que se excusaron bajo la Ley, el orden, el Estado, la bandera, el “ser argentino”, el “defender la soberanía”, el “defender la patria” (mientras Benetton, por ejemplo, usurpa 900 mil hectáreas) y en toda la opinión pública que vuelve a creer en el eterno cuento del Estado; toda esa miseria inhumana, ejecutora y cómplice (dicotomía necesaria para significar), defensora de la inmaculada y sagrada Ley, vuelve a asesinar a un ser humano solidario con una causa justa.

Estas luchas, con sus diferencias, son similares a las que llevamos dentro de estos territorios cuando defendemos los espacios libres, sean casas okupas, centros sociales y culturales, ferias comunitarias. Ahora mismo, les feriantes de Catán están en lucha, en resistencia al desalojo del galpón 3, como también sigue la lucha contra klaukol, por la reserva natural, contra el Ceamse. Si nos ponemos a ver desde cerca, son todas luchas territoriales, son luchas por la recuperación de espacios que nos pertenecían o pertenecen y que fueron o quieren ser usurpados por el Estado. Un Estado que no importa de qué color sea, siempre busca reprimir, contener la rebelión de quienes se oponen a sus políticas. Sea en los territorios ancestrales mapuche, en Catán o en cualquier parte del mundo, el Estado buscará mantener su hegemonía por medio de la fuerza, la violencia y la muerte.

Cuando hablamos de liberar los territorios, también nos referimos a nuestros cuerpos como territorios en lucha, ya que nos están invadiendo todo el tiempo, desde que nacemos hasta que morimos, desde la educación inicial, hasta el final de una carrera. Son cuerpos usurpados los de las compañeras que mueren por abortos clandestinos, son territorios usurpados los cuerpos de las compañeras asesinadas por la transfobia, la trata y la violencia patriarcal, al igual que las muertes por el gatillo fácil, por la droga, por “accidentes” de trabajo, etcétera, etcétera, etcétera…

Frente a nosotres hay un enemigo con toda una estructura armada, con el monopolio del uso de la fuerza en sus manos, con instrumentos de dominación como la familia, la escuela, el trabajo… ¿Nosotres qué tenemos? La solidaridad, el apoyo mutuo, la empatía, la fuerza, las ganas, nos tenemos a nosotres. Hagamos de les compañeres caídxs en la lucha una memoria viva en nuestros corazones, que sean la fuerza de empuje hacia la rebelión del día a día. Busquemos nuevas formas de relacionarnos, de vivir, de intercambiar y también de luchar, hagámonos cada día más fuertes y no demos ni un paso atrás.

El Brujo presente, ahora y siempre.

Rafa presente, ahora y siempre.

Libertad a todes les preses por luchar, abajo los muros de todos lados.

¡Aparición con vida de Facundo Astudillo Castro!

Pana

IMG-20200731-WA0021


Si llegaste hasta acá es porque puede ser que te interese nuestro periodismo, nuestras inquietudes, nuestras ganas de multiplicar la rebeldía, de promover la autonomía, de fomentar la auto-organización anti-autoritaria. Te invitamos a colaborar para que Gatx Negrx siga siendo una de las tantas voces necesarias para recuperar todo lo que nos han robado: 

https://periodicogatonegro.wordpress.com/aportes/

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *