Silvio Frondizi y la teoría de la revolución por Raya Dunayevskaya

Fuente: https://elsudamericano.wordpress.com/2021/06/07/silvio-frondizi-y-la-teoria-de-la-revolucion-por-raya-dunayevskaya/  

SILVIO FRONDIZI Y LA TEORÍA DE LA REVOLUCIÓN por Raya Dunayevskaya

…El terreno específico de América Latina me trajo a la mente el desarrollo del revolucionario argentino Silvio Frondizi. En febrero de 1952, en la víspera de las primeras rebeliones contra el totalitarismo ruso —el levantamiento de junio de 1953 en Alemania Oriental—, Frondizi inició una profundización en los orígenes del nuevo continente del pensamiento que Marx denominó “nuevo humanismo”. Al respecto, Frondizi escribió:

“La reciente publicación de los Manuscritos económico-filosóficode 1844 y de La Ideología Alemana sirve para iluminar muchos aspectos importantes del materialismo dialéctico, haciendo urgente e indispensable un nuevo estudio de la teoría que tome en cuenta el humanismo contenido en ellos y en La Sagrada Familia, La Cuestión Judía, la Introducción a la Crítica de la filosofía del Derecho de Hegel, así como en las últimas obras económicas que, lejos de contradecir los principios filosóficos afirmados en las primeras obras… los iluminen y enriquezcan.”

Silvio Frondizi era un marxista serio, un activista. En un país donde, después de la Segunda Guerra Mundial, la izquierda esperaba confusamente que Perón fuese una fuerza efectiva contra el imperialismo estadunidense, Frondizi organizó, hacia la década de los años cincuenta, un grupo para profundizar seriamente la dialéctica y publicar los estudios marxistas en Argentina.

A principio de los años sesenta Frondizi cambió, aceptando la teoría del capitalismo de estado. (Agrego parte de nuestra correspondencia cuando él estaba traduciendo mi Marxismo y libertad)…

Lo que la década de los años setenta sacó a relucir como nuevo no se limita, por ningún motivo, a lo planteado en la California State University por el estudiante etíope sobre el papel de Cuba en su país. Todo lo contrario. Lo que es nuevo son los grupos de izquierda que están apareciendo, que quieren ver con ojos de hoy que las dos últimas décadas no separan las luchas de América Latina de las de Europa Oriental, ni la revolución negra en Estados Unidos de las luchas actuales en Sudáfrica, ni las luchas de clase en Europa occidental de los llamamientos “ultra izquierdistas” de China, ni mucho menos permitir que la liberación femenina sea relegada al “día después de la revolución. Lo nuevo es que las luchas deben ser consideradas como una totalidad a partir de la cual surgirán los nuevos principios.

Precisamente sobre esta cuestión, Silvio Frondizi todavía tenía mucho que contribuir. Los fascistas argentinos que lo asesinaron el 27 de septiembre de 1974 no pudieron matar con él a esos nuevos principios.1 Se han abierto diálogos que deben continuar, ya sea sobre una filosofía total de liberación que no permita que se separe a la filosofía de la revolución, ni mucho menos que se les saque del contexto global, o bien sobre la estrategia de la genuína revolución proletaria. Confío que esto es sólo el principio de un diálogo con los nuevos revolucionarios de América Latina.

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Extractos de un intercambio de correspondencia con Silvio Frondizi

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Buenos Aires, 28 de marzo de 1963

Estimada Señorita Dunayevskaya:

…Quiero decirle que estoy muy interesado en la traducción al español de su libro porque espero que resultará un éxito. Estoy dispuesto a emprender esto y creo que la publicación puede incluir todos los apéndices que usted proponga. Aunque tenemos el original del “Political and Economic Manifesto” y sus traducciones al inglés, italiano y español, creo que siempre es interesante tomar en consideración una versión nueva. También tenemos las ediciones francesa e italiana de los “Lenin’s Philosophic Notebooks”, pero no tenemos traducción al español. Su folleto “Nationalism, Communism, Marxist-Humanism and the Afro-Asian Revolution” también se puede incluir en nuestra publicación.

Le enviaré todos nuestros materiales tan pronto como sea posible, excepto los que están agotados. Se percatará de que algunos no son actuales, pero puede aprovechar la oportunidad para saber qué es lo que hemos hecho.

Nos encargaremos de hacer lo que usted sugiera a este respecto y de empezar un intercambio regular de materiales.

Espero recibir pronto noticias suyas y me gustaría encontrarla aquí para poder charlar con usted en persona. Sinceramente suyo,

Silvio Frondizi.

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Detroit, 2 de abril de 1963

Estimado Dr. Frondizi:

…Creo que sería una excelente idea incluir el folleto sobre las revoluciones afroasiáticas ya que todo esto se aplica a América Latina igual que a África. Incluyo en la presente una de las cartas de África que había escrito cuando estuve ahí, además del folleto. Por separado le enviaremos el resto de nuestras publicaciones.

¿Redactaría usted una introducción especial para la edición latinoamericana? Así lo espero y también yo deseo escribir un prefacio especial. No haré comentarios respecto al viaje porque, por desgracia, debido al costo, no lo veo como una posibilidad inmediata. Sin embargo, para cuando el libro haya sido traducido, espero estar sin duda ahí. ¿Me haría el favor de informarme qué tipo de editorial tiene en mente? ¿Cuánto tiempo calcula que llevaría la traducción y la impresión? Fraternalmente,

Raya Dunayevskaya

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Detroit, 29 de mayo de 1963

Estimado Camarada Frondizi:

Le agradezco muchísimo me haya suscrito a La Realidad Argentina y que nos haya enviado sus otros libros así como los de sus colaboradores, Marcos Kaplan y Eugenio Werden. Es muy emocionante darse cuenta de que fue durante los mismos veinte años (1943-1963) que nuestras ideas, y las suyas también, fueron elaboradas. Mientras, en su corriente principal, las aspiraciones marxistas humanistas, internacionalistas y revolucionarias están al mismo nivel, o como lo dice usted en “Doce Años de Política Argentina”, “que aspiran a superar las limitaciones y la antítesis del estalinismo y del trotskismo”, los diferentes orígenes y ambiente de los marxistas humanistas estadunidenses y argentinos también tienen que ponerse de manifiesto.

Lo que es importantísimo es que, finalmente, después de un vacio teórico iniciado con la muerte de Lenin y nunca terminado, debe iniciarse un diálogo entre nosotros en el nivel serio para sacar una edición en español de Marxism and Freedomy espero que con una introducción para los lectores latinoamericanos escrita por usted. Naturalmente, al mismo tiempo veré que nuestra gente lea sus obras y, aunque la situación en este país casi no permite la traducción y publicación de sus trabajos, ciertamente trataré de ver qué puedo hacer.

Si me permite llamar su atención sobre el método de mi libro, creo que también podremos ver en qué difiere el énfasis que ha puesto en sus obras. Su grupo me da la impresión de ser serio y estar integrado por intelectuales; el nuestro también es serio, pero es casi 50 por ciento proletario. Así, aunque tenemos obras teóricas como Marxism and Freedom y el folleto de las revoluciones afroasiáticas, y actualmente la declaración de la National editorial Board sobre American Civilization on Trial en el periódico mensual News & Letters no sólo contamos con la combinación única de trabajador e intelectual, sino también con folletos escritos por trabajadores y jóvenes negros, como Workers Battle Automation, Freedom Riders Speak for ThemseIves, etc. El concentrarnos en dejar que los trabajadores hablen por sí mismos es lo que ha influido en la escritura de la obra teórica principal, como lo puede ver fácilmente por la diferencia de estilo en la Sección Dos del Escenario estadunidense de la Parte B, “El problema de nuestra era: el capitalismo de estado contra la libertad”.

Esa misma concentración en la autoactividad de la clase trabajadora explica por qué el restablecimiento del humanismo del marxismo en Estados Unidos se remonta, por un Lado, a la huelga de los mineros contra la automatización en 1949-50 y, por otro lado, a la rebelión germanooriental contra las “normas de trabajo” totalitarias rusas en 1953.

Sus análisis teóricos concretos (ya sea su propio La Realidad Argentina”, “Doce Años de Política Argentina y “La Revolución Cubana” o “Economía y política del petróleo argentino, 1939-1956” de Marcos Kaplan) tuvieron, por lo tanto, mayor valor para nosotros que las declaraciones filosóficas, ya fueran de Rousseau, Locke o el materialismo dialéctico. Esto no se debe a que la filosofía no sea esencial para nosotros como organización y para la época, como periodo que debe lograr su revolución. Más bien es porque sus últimas obras encuentran un desarrollo filosófico, en y de él mismo, mientras nuestras tesis filosóficas se relacionan directamente con la etapa actual del desarrollo político y proletario.

Por ejemplo, el humanismo. Por supuesto, se le puede encontrar desde Rousseau, y es seguro que nos acercaremos todavía más a Marx a través de Feucrbach. Y estoy de acuerdo con usted en que Rodolfo Mondolfo ha sido seguramente subestimado en Europa y no es conocido en Estados Unidos. Recuerdo haber estado impresionada por su Marx y el marxismo, especialmente por su ataque contra los actuales simuladores del marxismo en contraste con el “genuino marxismo que está animado por una profunda conciencia histórica y las más altas exigencias de libertad”. Sin embargo, el acento en Feuerbach no ayudó al marxismo de finales del siglo XIX a no traicionar ni, lo que es más importante, a que Lenin pudiera encontrar su camino de vuelta a la dialéctica hegeliana como autodesarrollo, autoactividad, automovimiento y el humanismo que siguió sin romper con todo el cimiento filosófico de la Segunda Internacional, incluso en sus días revolucionarios internacionalistas, al oponer el materialismo y el idealismo en vez de verlos como una síntesis.

En cualquier caso, volviendo al método de Marxismo y libertad, los Manuscritos de 1844 son manejados, no en relación con Rousseau ni con Feuerbach ni, para el caso, con la dialéctica de los griegos, de la que Marx tan seguramente dependía, sino conforme surgieron en el inicio de la era de la fábrica. Es decir, la Revolución Industrial estimuló por un lado la revolución estadunidense y la economía política clásica inglesa con su teoría del valor; y, por otro lado, impulsó la revolución francesa, la dialéctica hegeliana y los socialistas utópicos y comunistas vulgares. De todas estas fuerzas, además de las verdaderas luchas de clase de la década de los años 1830, surgieron ios ensayos humanistas de Marx, la anticipación de la revolución de 1848.

La siguiente “ruptura” en Marx es resultado de la guerra civil estadunidense, la lucha por el día de trabajo de ocho horas y el nacimiento de la Primera Internacional y de la Comuna de París. Estas fuerzas le ayudan a romper teóricamente con su antiguo método de presentar su Crítica de la economía política como una disputa entre teóricos, pasando a El Capital como una historia, no de teorías, sino de relaciones de producción. Por lo tanto, el humanismo y la dialéctica de El Capital restablecen el humanismo de 1844 en un nivel mucho más elevado, justo dentro de su obra más “económica”.

Para mí, la necesidad de Lenin de romper con su propio pasado filosófico tiene el efecto más poderoso sobre nosotros, como se ve, no tanto en su ruptura con la Segunda Internacional por su traición, sino con sus colegas bolcheviques, especialmente con el principal teórico del partido, Nikolai Bujarin, a quien consideraba que sufría de “economismo” y no era “totalmente un maestro de la dialéctica”. En eso, Lenin predijo a todos los planteadores estatales de hoy. Naturalmente, no podía conocerlos como nosotros, los que hemos sufrido el estalinismo, pero la anticipación del capitalismo de estado y la degeneración de la revolución rusa en su último discurso nunca habían sido dominadas por León Trotsky. Aunque había permanecido como el único símbolo de oposición a la burocracia estalinista, resultó no ser más que un pie de página en la historia y ahora los trotskystas no son más que blanqueadores de ala izquierda del comunismo ruso y del chino.

Finalmente, el humanismo llega a los escenarios estadunidense, gervvvvvmanooriental y de la revolución húngara, y con esta necesidad de un humanismo nuevo es que termino el libro. No me adentro en los “resucitadores” franceses del humanismo de mediados de la década de los años cuarenta, que solamente lo usaron para blanquear el estalinismo, y más adelante al departamento de estado estadunidense por medio del “Congreso por la libertad de cultura”. Tengo una columna reciente, “Two Worlds”, donde escribiré del nuevo torrente de libros sobre los últimos ensayos sobre Marx, pero en general no discutiré de los que hablan de una manera cuando hablan de algo abstracto (como Lefebvre, Merleau-Ponty, por no mencionar al apologista estalinista, Sartre) y actúan de manera muy distinta en el frente político y organizativo. Prefiero quedarme con los proletarios y seguir su movimiento real para la reconstrucción de la sociedad.

Por favor, hágame saber de sus posibilidades reales para sacar la edición en español este año. Como habrá notado, las diferentes personas que presentaron las ediciones estadunidense e italiana de mi obra no eran pensadores afines. Es por eso que ansio tanto que usted presente la edición en español para que pueda decir qué considera que se aplica en ella al ámbito latinoamericano, y para que tengamos los Comités de Praxis y de News & Letters como las organizaciones para las cuales la teoría tiene gran importancia.

Fraternalmente,

Raya Dunayevskaya.

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Buenos Aires, 14 de junio

Estimada Señorita Raya:

Ayer me llegó la suya del 29 de mayo… Quiero decirle que es realmente emocionante que hayamos coincidido en el mismo punto aproximadamente al mismo tiempo.

Según mi opinión, hay muchas posibilidades de sacar este año la edición en español de su obra, tomando en cuenta las condiciones dinámicas de los asuntos argentinos; me encargaré de presentar la publicación y me dará mucho gusto hacerlo.

No puedo explicar mis opiniones sobre el tema de su carta ahora, pero lo haré cuando recupere mi salud. El domingo 9 fui puesto en libertad después de haber sido arrestado algunos días por un breve curso de conferencias sobre neoliberalismo, neocatolicismo y neomarxismo en la Universidad de Córdoba. Mi detención se tornó en un gran triunfo. El lunes de esta semana retomé mi puesto como profesor en la Universidad de Buenos Aires.

Sinceramente, Silvio.

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(*) Liberación Femenina y Dialéctica de la Revolución. Tratando de alcanzar el futuro”, Ed. Fontamara, México D.F., 1993. pp.170-175

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NOTA:

1 Tanto para otras citas de Frondizi como para un artículo “In Memoriam”, ver News & Letters, noviembre de 1974, que dice: Habiendo perdido a su cabeza fascista (Perón), Argentina vacila ahora entre la guerra civil abierta y la barbarie fascista total. En este momento las brigadas terroristas de la señora Perón están haciendo de manera extralegal lo que aún no se atreven a hacer legal y abiertamente: exterminar a la oposición. No cabe duda que la violencia que está destruyendo el extremo sur de Sudamérica, incluyendo a Brasil, Uruguay, Argentina y Chile, forma parte de un intento por evitar que la revolución termine de eslabonarse en América Latina, una combinación profascista de fuerzas militares, oligarcas, imperialistas estadounidenses y de la CIA logra localizar a izquierdistas e independientes para torturarlos y asesinarlos.”

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