Ruanda: Los asesinatos de miembros de la oposición que no cesan

Fuente: Umoya num. 97 4º trimestre 2019                                                  José Lucas, Comité de Madrid.

Los asesinatos de miembros de la oposición en Ruanda que no cesan

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El día 23 de septiembre de 2019 fue asesinado en Ruanda Syldio Dusabumurenyi, coordinador general del partido FDU- Inkingi. Es el cuarto miembro de este partido asesinado en el espacio del último año. Todos los asesinados, junto a otros nueve miembros del FDU–Inkingi actualmente encarcelados, han sido personas cercanas a la presidenta del partido, Victoire Ingabire Umuhoza.
No existe otro gobierno de un país africano que haya eliminado a los adversarios políticos de una forma tan masiva como ocurre con el ruandés. A pesar de ello, Ruanda fue y aún sigue siendo presentado en muchos medios de comunicación como modelo africano de sistema democrático. Probablemente, una buena parte de culpa por esta buena imagen exterior de Ruanda sea la acción de los lobbies contratados por el gobierno ruandés, y financiados a través de los minerales saqueados de la República Democrática del Congo. Sin embargo, la mayor parte de la responsabilidad de la cuidada imagen exterior de Ruanda se debe sin duda al interés geoestratégico que el gobierno del FPR ruandés representa para la llamada “comunidad internacional”.

En los ámbitos políticos siempre se ha escuchado que el mantenimiento del gobierno del FPR era fundamental para la estabilidad de la región, algo a todas luces incongruente pues la región lleva en guerra tantos años como lleva el FPR en el poder. Para lo que es fundamental el mantenimiento del FPR en el poder es para mantener el tutelaje de la República Democrática del Congo y el control de sus vastas riquezas minerales.
Desde los inicios de los gobiernos del FPR en Ruanda en el año 1994, los asesinatos selectivos de figuras políticas que pudiesen representar un peligro para el régimen gobernante han sido una constante. Los crímenes se han llevado a cabo en la propia Ruanda pero sobre todo en otros países donde las víctimas habían buscado refugio. Los asesinatos se han cebado tanto en antiguos miembros del FPR caídos en desgracia, como en representantes de partidos políticos de la oposición, periodistas o activistas de los derechos humanos.
Entre los exFPR huidos fuera de Ruanda y posteriormente asesinados sorprende encontrarse a altos cargos del partido que a su vez fueron responsables, cuando estaban en activo, de otros crímenes contra disidentes o exFPR. Es lo que ocurrió con Patrick Karegeya o Kayumba Nyamwasa, el primero asesinado en Sudáfrica en el 2014, y el segundo víctima de un atentado al que sobrevivió, en mayo del 2005. Ambos habían pertenecido al régimen ruandés y más tarde se habían declarado opositores y se habían exiliado.
Patrick Karegeya fue jefe de los servicios de inteligencia en el exterior del FPR, y se sospecha su implicación en el asesinato de Seth Senadashonga, Ministro del Interior del FPR y huido a Nairobi, en Kenia, en el año 1995 y que, junto al antiguo primer ministro del FPR, Faustin Twagiramungu, habían elaborado una lista de 18.000 civiles asesinados por el FPR en Gitarama, Ruanda y entregado el documento de 400 páginas al relator especial de las Naciones Unidas para el TPIR (Tribunal Penal Internacional para Ruanda), Rene Degni Segui. Este declararía más tarde en una entrevista que recibió el documento pero que, por existir en aquel momento un gran tráfico de archivos, el documento acabó perdiéndose. Seth Sendashonga fue asesinado en Nairobi el 16 de mayo de 1998, mientras Patrick Karegeya fue visto en Nairobi una semana antes de los atentados.
En ciertos casos, como en el asesinato de Patrick Karegeya y el atentado contra Kayumba Nyamwasa, ambos en Sudáfrica, los autores de los crímenes dejaron bastantes evidencias, pudiendo ser grabadas las comunicaciones donde los generales Jack Nziza y Dan Munyunza daban instrucciones y ofrecían un millón de dólares a los asesinos para cometer los atentados. Estos hechos supusieron en su momento la expulsión de tres diplomáticos ruandeses de Sudáfrica y la apertura de un proceso judicial que llevaría más tarde a la puesta en búsqueda y captura internacional de dos ciudadanos ruandeses acusados de la muerte de Patrick Karegeya.
Se da la circunstancia de que Jack Nziza, Dan Munyunza y Kayumba Nyamwasa habían sido también declarados en búsqueda y captura unos años antes por el magistrado Fernando Andreu en la causa que se abrió en la Audiencia Nacional española por la muerte de varios misioneros y cooperantes españoles en Ruanda y la República Democrática del Congo. En concreto, a Kayumba Nyamwasa se le consideró como el responsable de dar la orden para la ejecución del misionero Joaquin Vallmajó y de los tres cooperantes españoles  de Médicos del Mundo después de una investigación que duró años y que contó con numerosos testimonios de antiguos responsables del FPR. Como los tentáculos del poder son muy largos, esta investigación llevada a cabo en la Audiencia Nacional española no es tomada en cuenta y en portales como wikipedia se ha seguido responsabilizando de estos crímenes a guerrillas hutus solo en base a declaraciones de periodistas que estuvieron una semana en el país.
El gobierno ruandés se ha sentido siempre fuertemente respaldado por la llamada comunidad internacional y seguro de que nunca serán perseguidos por tribunal penal de justicia alguno. Por esta razón nunca han tenido mucho pudor en expresarse públicamente con frases que podrían ser interpretadas como que tenían alguna relación con los crímenes cometidos. Así Paul Kagame, en la televisión pública ruandesa, en marzo del 2019 y refiriéndose a Seth Sendashonga, dijo: “murió porque cruzó la línea. Poco tengo que decir al respecto, pero tampoco voy a pedir perdón por ello.” Estas o parecidas frases fueron dichas por miembros del gobierno ruandés después del asesinato de Karegeya en Sudáfrica. La ministra de Asuntos Exteriores escribió en Twitter al respecto: “No se trata de cómo se empieza, sino de cómo se acaba. Este hombre era un enemigo autodeclarado de mi gobierno y mi país. ¿Esperaba piedad?”. Refiriéndose también a Karegeya, otro ministro del gobierno, James Kabarebe, dijo: “Cuando eliges ser un perro, mueres como un perro”.

Muertes de disidentes no pertenecientes al FPR

Ademas de los asesinatos contra ex miembros del FDR que pudieran representar un peligro para el régimen, se han sucedido un largo rosario de atentados contra políticos que representaban una oposición real al gobierno ruandés, entre ellos la citada muerte de Syldio Dusabumurenyi, miembro del FDU-Inkingi, ocurrida en la propia Ruanda. La arriesgada apuesta realizada por varios partidos políticos de intentar inscribirse para concurrir a las últimas elecciones ha sido una causa determinante del aumento de asesinatos a personalidades de estos partidos.
En los últimos veinticinco años, las elecciones celebradas en Ruanda se han caracterizado por ser fraudulentas pero sobre todo por existir una fuerte intimidación sobre la población que hacía que la inmensa mayoría de los votos recayese en el partido del FPR. En realidad tanto las elecciones presidenciales de 2003, como las elecciones locales del 2006 o en las parlamentarias del 2008, los partidos que se presentaron como oposición realmente fueron creados desde el propio FPR, todos los parlamentarios elegidos apoyaban al presidente Paul Kagame.
Para las elecciones presidenciales del año 2010, varios partidos políticos de oposición real tuvieron el valor de intentar inscribirse. Estos partidos fueron el DGP, (Partido Democrático Verde), el FDU-Inkingi (Fuerzas Democráticas Unificadas) de Victoire Ingabire y un tercer partido, el PDP-Imanzi (Partido Defensa del Pueblo) dirigido por Deo Mushayidi, un ex periodista tutsi exiliado en Tanzania, que fue detenido en Tanzania, llevado a Ruanda y acusado de terrorismo, atentado contra la seguridad del estado, revisionismo, ideología del genocidio y divisionista y que aún sigue en la cárcel.
Entre los miembros de partidos políticos asesinados o encarcelados podríamos citar: Victoire Ingabire, presidenta del FDU-Inkingi, detenida el 14 de octubre del 2010; Eric Nshimyumuremyi, del PS-Inberakuri, asesinado el 15 septiembre 2011; James Nigirinte, del PS-Imberakuri, desaparecido el 9 enero del 2014; Jean Damascene Iyaremye, Valens Nsibimana y Eugene Siborurema, pertenecientes al PS-Imberakuri, secuestrados el 16 de marzo del 2014, estando los dos primeros desaparecidos y el tercero hallado muerto; Illuminee Iragena del FDU-Inkingi, desaparecida el 26 de marzo del 2016; Jean Damascene Habarugiro, del FDU-Inkingi, detenido por la policía, torturado y asesinado el 9 mayo del 2017; Fabien Twagirayezu, Gratien Nsabiramye y Leonille Gasengayire, encarcelados el 6 de septiembre del 2017 y pertenecientes al FDU-Inkingi; Boniface Twagirimana, asesinado el 8 octubre del 2018 y perteneciente al FDU-Inkingi; Eugene Ndereyimana del FDU-Inkingi, asesinado el 15 de julio del 2019; y Syldio Dusabumurenyi, asesinado en Ruanda el 23 septiembre del 2019 también del FDU-Inkingi.

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