Rabéarivelo, el poeta extraviado

Fuente: https://literafricas.com/2023/04/18/rabearivelo-el-poeta-extraviado/

 

En 1948, Léopold Shengor publicaba una obra en el mismo año en el que se celebraba el aniversario de la abolición de la esclavitud. Prologada por Sartre, su Antología de la nueva poesía negra y malgache en lengua francesa (traducida al castellano, en fechas recientes por Martha Asunción Alonso y publicada por la ed. Ultramarinos) está considerada todo un hito literario.

La investigadora Lilyan Kesteloot resaltó la fuerza de la selección de los poemas que dicho volumen contenía, se trataba de una auténtica declaración de divorcio con Europa. Entre los 15 poetas seleccionados – ninguna mujer –figuraban 3 malgaches, de ahí el título de la obra que diferenciaba la poesía negra de aquella.

“Ciertamente puede discutirse sobre si los malgaches son o no africanos e incluso negros”, afirma Kesteloot en Historia de la literatura negroafricana (El Cobre-Casa África). La cuestión identitaria centra el discurso una vez más. Lengua y cultura malgaches son en su mayoría asiáticas. Sin embargo, los poetas malgaches incluidos en la misma (la terna Rabermananjara, Ranaivo y Rabéarivelo) participaron también del movimiento de la negritud, concluye la investigadora.

Ahora que la editorial argentina Eduwin, a través de la traducción de Leandro Calle publica Traído de la noche de Jean-Joseph Rabéarivelo, en formato e-book accesible desde cualquier punto del planeta, parece oportuno reparar en la figura del que está considerado uno de los grandes poetas del continente africano o del “primer poeta africano moderno” como se le califica tras la publicación el año pasado de una biografía del mismo.

El ansia de saber

Rabéarivelo nace y muere en Antanarivo (1901-1937) sin que haya total certeza sobre la fecha de nacimiento. A comienzos del siglo XX la colonización francesa atraviesa ya las vidas de los habitantes de Madagascar. Así, la trayectoria del poeta recorrerá el periplo del colonizado, aquel al que se le exige claudicar y olvidar todo lo que es.

Esta condición marcará toda su vida hasta su temprano suicidio. Fue, además, un hombre que jamás abandonó su isla. Madagascar fue el mapa concreto de su vida, no así el de su imaginación.

Tal y como se recoge en diversos lugares, era hijo único de una familia noble que devino a menos. Su formación académica se extiende hasta los 13 años pasando por varias instituciones católicas y francesas. A partir de entonces emprendió diversas actividades, hasta la última de todas ellas: corrector en una imprenta, siendo la lectura y la escritura el hilo conductor de toda su vida.

Precoz, escribe poemas y da a conocer una novela por entregas, en malgache. Sin embargo, lo primero que publicó fue un libro de poemas en 1924 y tres años después su segundo título. La influencia de la literatura francesa por la que sintió una gran admiración es palpable, en opinión de los críticos, en estas sus primeras obras. De formación autodidacta, se convierte en un auténtico devorador de libros y mantuvo correspondencia con diversos escritores de todo el mundo al tiempo que leía sus obras.

Su obra se va ensanchando año tras año con títulos que abarcan novela, teatro, historia, crítica o ensayo alternando entre el francés y el malgache. Su faceta ensayística e historiadora es de gran importancia aunque por desgracia menos conocida. También se atrevió con la traducción de textos del francés al malgache. Le apasionaban los idiomas y aprendió otros, entre ellos el inglés y el español. Tradujo, por ejemplo, del español al malgache a Góngora.

Más allá de la leyenda del malditismo

Tshitenge Lubabu MK escribe para Jeune Afrique cómo “Rabéarivelo, quien se describió a sí mismo como un hombre de color enamorado de la lengua francesa, está, por supuesto, fascinado por la poesía de Francia, cuya técnica domina rápidamente, al igual que la poesía tradicional malgache. Se siente, por su propia personalidad, desgarrado, atormentado, cercano a los poetas malditos que, a pesar de su talento, son desterrados de la sociedad, de la `buena sociedad´, como Baudelaire o Rimbaud”.

Bifurcado, en definitiva, entre la honorable sociedad malgache que no ve con buenos ojos la manera “disoluta” de vivir del poeta, sospechoso además por su simpatía por Francia, y la sociedad colonial que lo exhibió como un éxito de su política de asimilación. Se afirma que acostumbraba a llevar la túnica tradicional, la lamba, sobre su ropa de estilo occidental en un reflejo de su propia condición.

Precisamente el año pasado también se publicó una biografía del poeta (Claire RiffardJean-Joseph Rabearivelo. Una biographie– Planète libre, ediciones CNRS, 2022) que indaga en la intimidad de este escritor al que le sigue la estela de “maldito” y del que ha habido más mito que verdadero interés por conocer. A través de sus palabras, Jean-Joseph se revela a sí mismo en plena luz, caprichoso, soñador, orgulloso.

Dicha obra se basa en el diario de los últimos cinco años de vida del poeta, los llamados cuadernos azules. En la biografía de Riffard se aportan algunos de los rasgos de su personalidad. “Bebedor impenitente, eterno voluble, fumador de opio, jugador y, sin embargo, padre de cinco hijos no desprovisto de ternura y esposo consciente y agradecido del amor incondicional de Mary, su esposa, que resiste todas las tormentas, infidelidades, dificultades económicas y especialmente la muerte de su segunda hija a la edad de 3 años, de la que el poeta nunca se recuperó”.

El 22 de junio de 1937, se suicidó con cianuro de potasio. Las razones que le llevaron a ello hablan sobre sus dificultades económicas, su decepción con ambos mundos y una promesa incumplida que le hubiera abierto las puertas de vivir y escribir en París.

Traído de la noche

Escrito en 1935, apenas un par de años antes de su suicidio, está considerado el volumen más personal de su trayectoria poética, el recorrido de un viaje interior. “La colección consta de 30 poemas, escritos en verso libre, a menudo muy breves que evocan el paso de la noche al día, y del día a la noche, a través de imágenes inolvidables e inexplicables”. Algunos poemas de la colección, bilingüe en malgache y francés, aparecen por primera vez en revistas.

Otro poeta Gabriel Mwènè Okoundji, autor de Semillas de errancia, prologa el poemario en esta nueva edición de Eduwin. “Rabèarivelo, en la cúspide de su arte, se aparta de las influencias europeas pero también de sus orígenes indonesios y comienza a evocar al Negro y al esclavo, habiendo comprendido tempranamente que el destino de la isla era participar del destino de África”, escribe.

Traído de la noche (Traduit la nuit, 1935). Jean Joseph Rabèarivelo. Ed. Eduwin, colección Marual, 2022. Traducción Leandro Calle. E-book y papel.

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