Para saber cómo Ngugi wa Thiong´o se convirtió en Tejedor de Sueños

Fuente: https://literafrica.wordpress.com/2020/04/09/libros-que-nos-esperan-cuando-esto-acabe-ii-para-saber-como-ngugi-wa-thiongo-se-convirtio-en-un-tejedor-de-suenos/                                  sfqu                                                                                                                                             9 abril, 2020

Para saber cómo Ngugi wa Thiong´o se convirtió en un Tejedor de Sueños

1- “De 1902 en adelante, ya fuera mediante la fuerza, la astucia o ambas, los europeos nos arrebataron las tierras, convirtiendo a muchos de sus legítimos propietarios en desposeídos, arrendatarios sin derechos que vivían supeditados a la voluntad del nuevo patrón”. La anterior es una frase de Sueños en tiempos de guerra, el primer volumen de memorias en el que el keniano Ngugi wa Thiong´o cuenta su infancia, inmersa en el movimiento anticolonial Mau Mau. Una frase que nos mete en toda una realidad, así de fácil lo hace siempre este escritor prodigioso. Así de difícil se muestra la vida de los pueblos de Kenia.

2.- Un gran patio es el comienzo para empezar a tirar del hilo e ir enhebrando las cuentas de la memoria. Allí se juntan el padre, las madres, los hermanos. El niño James camina desde la choza todos los días hasta la escuela, un sueño – el de estudiar- que acarició durante mucho tiempo,  nos dice que pasa hambre y que lee siempre que puede, mientras descubre que las palabras pueden cantar. También nos cuenta que escucha; todo lo que puede. A su alrededor un pueblo, el gikuyu, que resiste y lucha.

3.-De entre sus maestros de educación primaria menciona en especial al señor Kibicho. Frente a la imposición de usar textos oficiales, situados en lugares tan alejados como Oxford y protagonizados por niños ingleses, este profesor tuvo la virtud de apartarse de aquellos textos para situarse en la realidad más inmediata de sus alumnos. Y, además, contaba con un tesoro; una preciosa biblioteca personal de textos literarios, en la que James se sumergía en cuanto podía.

4.-Con el temor de caer en manos británicas, tras el estado de excepción de 1952, la Aliance High School fue su santuario, alejado de la jauría. La escuela como refugio, parapeto que le protegía del mundo que quedaba más allá, donde la violencia brutal e inhumana campaba a sus anchas. Tal y como recoge en el segundo volumen En la casa del intérprete (1955-1959) en su primera salida de la institución se encontró con el resultado del desplazamiento forzoso de la población que también había afectado a su familia.

5.-El joven James, muestra su pasión por el teatro y plasma la recepción de la educación colonial ante la que  comienza a sentirse crítico con los textos que leía. Afirma que no se identificaba con ninguno hasta que cayó en sus  manos Llanto por la tierra amada escrita por el sudafricano Alan Paton. E inició un nuevo camino, aquel que le llevaba a buscar obras que reflejaran su realidad social. El primer paso de una larga caminata que se trazaba para descolonizar la mente.

6.- Cuatro meses después de abandonar la escuela superior comprueba el zarpazo del miedo y el hacinamiento de las cárceles en su propia carne al ser protagonista de una detención arbitraria. Un pequeño ensayo de lo que el destino le depararía después. Su hermano Wallace le dirá al ingresar en prisión: “La verdad nunca muere” que él reinterpretará como “la verdad nunca miente”.

7.-“A veces nos hacemos preguntas

No por las respuestas que nos faltan

Sino por las respuestas que ya tenemos”

8.-El sueño culmina al ingresar en la Universidad de Makerere. En Nace un tejedor de sueños, tenemos la ocasión de contemplar Uganda desde los ojos de un keniano, una tierra que no había sufrido, a diferencia de la suya, el zarpazo de la opresión racial. Su sueño de niño se concretó y entró en la prestigiosa institución (en donde también estudiaron Wole Soyinka, Grace Ogot o Chinua Achebe). Entró siendo un colono y salió como ciudadano de una Kenia independiente. En el medio, despertó el escritor.

9.-El tercer volumen de sus memorias, centrado en su experiencia universitaria, en el que se alude al famoso congreso en el que Obi Wali comenzó a cuestionar la literatura africana escrita en lenguas europeas y  nos da muchas claves para entender algunas de sus obras, descubriéndonos la génesis o aspectos concretos que sin su ayuda serían imposibles de destapar. Su primer relato corto giraba en torno a la violencia doméstica, una realidad que él mismo había contemplado en el seno familiar.

10.-Al cerrar la última página del tercer volumen pienso en lo fácil que es leer los recuerdos de este escritor que llegó para alumbrar al mundo con su pensamiento y sus historias,  siempre enseñando un pueblo lleno de seres que no se doblegan, y lo difícil que resulta retener, excepto emociones y frases sueltas, es tal la memoria del pez. Sus tres volúmenes nos adentran en Kenia con el pulso del que sabe mostrar sin idealizar. Este año ha cumplido ya 81 años y en 2018 publicó su último libro hasta el momento Kenda Muiyuru: Rugano rwa Gikuyu na Mumbi, en gikuyu, claro, una historia épica. Pienso si volverá la vista atrás en algunos momentos, buscando al niño soñador que fue… Quizás, especulo, siga escuchando todavía, de vez en cuando, la voz de su madre, esa mujer tan importante en su vida, preguntándole “¿Lo has hecho lo mejor que podías?”.

Sueños en tiempos de guerra, En la casa del interpréte, Nace un tejedor de sueños (Dreams in a Time of War, 2010; In the House of the Interpreter, 2012;Birth of a Dream Weaver, 2016 ). Trad.: Rita Da Costa.  Editorial Rayo Verde, 2018,2019 y 2020. Los tres volúmenes también han sido traducidos a catalán por la misma editorial.

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