Nosotros matamos al Perro – Tiñoso, la única obra de Luís Bernardo Honwana

Fuente: https://literafricas.com/2024/03/12/nosotros-matamos-al-perro-tinoso-la-unica-obra-de-luis-bernardo-honwana/       12/03/24

1.-Nosotros matamos al Perro – Tiñoso se publicó en 1964, año en el que comenzó la lucha de independencia de Mozambique frente a su metrópolis, Portugal. Honwana, su autor, tomó parte activa de este movimiento de liberación. Se afirma que, en parte por esto y en parte por la publicación de la obra, fue detenido y hecho prisionero, durante 3 años, por la PIDE – policía política portuguesa. Fue la primera obra narrativa publicada en Mozambique y la única obra que publicó este escritor.

2.-En 1964 Mozambique comenzaba su independencia en un clima de censura y asfixiante control. El escritor Joao Melo asegura que «Honwana consiguió, de este modo, trasladar al mundo un retrato del Mozambique colonial que denunciaba la opresión racial y social ejercida desde la estructura colonial y clamaba por la necesidad de cambio que esa situación conllevaba».

3.- Una colección de 7 cuentos, protagonizada en 3 ocasiones por el mismo personaje protagonista, que fue considerada “subversiva” en su tiempo y que hoy es lectura obligatoria en escuelas y Universidades. Traducida a múltiples lenguas: inglés, francés, ruso… en 2008, Baobab Editorial la volcó al castellano. Su traductora, Rebeca Hernández, reflexionaba sobre cuestiones interesantes en un breve ensayo sobre la traducción de literatura poscolonial en lengua portuguesa. “(…) si en las obras escritas en torno a los procesos de independencia, consideramos que cada palabra que aparece en una lengua africana dentro del discurso en portugués funciona como una sinécdoque de una identidad oprimida, en la actualidad, ¿esto sigue siendo así o por el contrario se trata de un término que forma parte de la lengua portuguesa del día a día en ese determinado territorio? (…) Se hace necesario pensar si el uso africanizado de la sintaxis, o la inclusión de una determinada palabra africana, se trata de una reivindicación o de una llamada de atención que muestra que el portugués es una lengua impuesta o si la conservación de los términos africanos o de la agramaticalidad en la traducción va a servir para exotizar al autor y a su obra, para señalar lo pintoresco, lo exótico que ese texto tiene para el lector occidental”.

4.-“¡Mientras yo mataba tórtolas y jugaba al juego de las siete y media pasaban un montón de cosas y a mí ni me impresionaban¡ (pàg.164)

5.-Nosotros matamos al perro tiñoso, que da título a la colección, es un relato ambiguo donde los niños, bajo la “falsa mirada infantil” de la que habla el angoleño Ondjaki, que viven bajo signos identitarios diferentes -negros, blancos, asimilados…- en el crisol mozambiqueño pre-independencia, muestran cómo se acaba con la inocencia tras encarar al sistema colonial segregador… nos inundan con sus comportamientos que van desde la empatía hasta la violencia extrema… nos invitan a sumergirnos de manera aparentemente sencilla en lo perverso de las relaciones colono-colonizador… Esas máscaras blancas en pieles negras, ese reemplazo de lo humano por lo brutal… Son múltiples las interpretaciones de lo narrado. Como poliédrico es siempre el mundo en el que vivimos.

6.-Vuelta otra vez al tema “colonial”, tendré que escuchar. Y nada hay más erróneo en esta apreciación porque el tema, lo digo tantas veces, no es tan importante. Lo que sí es merecedor de todo tipo de atención y análisis es la voz, la manera en la que descubre lo que otros miran pero el escritor ve de otra manera. Porque en el fondo de esta colección de relatos vuelven a aparecer las complejidades del ser humano y cómo nos relacionamos entre nosotros. La penetración en los comportamientos que se han venido asumiendo como “norma” revientan de pronto cuando comienza a formarse una conciencia. Quizás un eterno que “todo cambie, para que nada cambie”. Después la manera en la que cada cual nos situamos ante ese nuevo hecho, marcará la forma en la que nos involucraremos o flotaremos sin llegar a tocar siquiera la superficie.

7.- Al final, las cuestiones que propone siguen siendo las mismas que nos cuestionamos hoy en día. Cómo son las relaciones entre los seres humanos y qué queremos hacer con ello: o vivir en comunidad verdadera o abrir brechas cada vez más amplias. Por eso es un clásico universal.

 Nosotros matamos al Perro-Tiñoso (Baobab editorial, 2008, traducción de Rebeca Hernández)

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