¿Lxs anarquistas molestan?

Fuente: https://periodicogatonegro.wordpress.com/2020/08/04/lxs-anarquistas-molestan/                                                   agosto 4, 2020

Sabíamos desde un principio que ni partidos ni organizaciones que otrora saltaron en el vagón de la campaña de agitación reclamando la aparición y posterior “justicia” por la muerte del compañero Santiago Maldonado harían presencia alguna. Lo supimos desde que, en agosto del año pasado, quienes eran “oposición” (maldito binarismo recurrente) nos dijeron que era un “error estratégico” marchar a pocos meses de las elecciones, a pocos días de las PASO, porque se necesitaban los votos, porque estar en las calles era funcional a la derecha, porque no hay que estar en las calles cuando no son gobierno, y tampoco hay que estarlo cuando lo son. Fiel a la obsecuencia, la verticalidad, la “lealtad” y el rédito político de pegarle a quienes en su momento eran “el oficialismo” (nuevamente, el binarismo recalcitrante), se quedaron en sus casas, acatando incondicionalmente la cuarentena, como si con la pandemia hubiesen desaparecido, valga la redundancia, las desapariciones en democracia.

Como un manotazo de ahogado para escapar de la acusación sobre oportunismo, aprovechando que la represión se ejerció en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el arco político que vuelve a ejercer el control del Estado-nación argentino y su rebaño más fiel apuntan sus tuits contra “la policía de Larreta y Santilli” y escuchamos consignas partidarias como “Larreta es Macri” o “lxs votantes de CABA siguen disparándose en el pie”. Leen lo que quieren: el flyer por la convocatoria mencionaba a Facundo Astudillo Castro, desaparecido por la Policía Bonarense (donde gobierna Kicillof ). Habrá olvidado esta gente la represión en Santa Cruz a docentes y estatales que ejerció Alicia Kirchner, el arresto al dirigente de Luz y Fuerza Héctor Tosco en Córdoba bajo la mano de Schiaretti, las patotas petroleras de Arcioni en Chubut para echar a docentes de la ruta o el desalojo a palazos frente a la planta de Klaukol en La Matanza ordenado por Magario, por nombrar algunos pocos ejemplos de represión nac & pop cuando todavía gobernaba Macri. Poca crítica, ya al ser gobierno, sobre la represión policial en el frigorífico Penta y la violencia hacia sus trabajadorxs despedidxs, como a la cacería y tortura de personas que rompían la cuarentena sometiéndolas a ejercicios físicos, y, como la más fiel representación de cómo se construyó la patria (a base de dominación, abusos y sometimiento), obligándoles a cantar el himno nacional.

Pareciera existir algún tipo de mecanismo automático sobre cuándo hay o no responsabilidad política dependiendo quién reparte las balas y los gases. Cuando lo hacen los otros, son “las fuerzas de X funcionario”, cuando lo hacen lxs de ellxs hay “cadenas de mando”, “responsabilidades”, “acciones no autorizadas por tal persona”, “quizá se debería cambiar a la persona en el cargo”. Una doble vara alevosa, ruin, vil y sin ningún tipo de reparo o escrúpulo. Una doble vara que no se ausenta cuando hay despliegues de seguridad ante manifestaciones, sea de tal o cual lado de la General Paz. Gobierne quien gobierne, nación, provincia o ciudad, la distinción de quienes levantan su voz, sus reclamos y por consecuencia las acciones hacia les mismes, se manifiesta de forma grotesca y aberrante. Marchas anti cuarentena denunciando el nuevo orden mundial, conspiraciones judeomasónicas, la expropiación de una empresa agroindustrial o la reforma judicial, portando banderas argentinas, ya sea en la puerta de la Quinta Olivos o en el Obelisco, y fogoneadas por sus dirigentes, son observadas desde la lejanía, sin estorbo o molestia alguna, por los diferentes brazos armados del Estado, a pesar de estar desobedeciendo la ley y cortando calles, o atacando a equipos periodísticos. Sin embargo, cuando se trata de cortar puente Pueyrredón para reclamar por despidos, vemos dos cordones de Prefectura con equipos antidisturbios de pies a cabeza, o al reclamar y denunciar lxs muertxs y desaparecidxs en democracia, montan un mega operativo con grupos motorizados, camiones de infantería y policías de civil, repartiendo rodillazos y patadas a quienes no buscan votos ni “conquistar el poder” y no reconocen más bandera que la negra y la de la solidaridad.

Les compañeres que están en el día a día, y a través de los años en las luchas, no se sorprenden. Ya sabemos de qué se trata. Sectores partidarios aprovechando para señalar a sus iguales pero de otro color, queriendo llevar agua para su molino, montando el clásico espectáculo de quién es el malo y quién es el bueno, quién hizo peores o mejores cosas, o la ya agotada y cansina lucha sobre la “corrupción” donde se pasan la pelota de un lado al otro, como si las posiciones de poder y las jerarquías no fueran un ente que corrompe en sí mismo indistintamente del nombre del partido. Pero quizá ahí resida la respuesta de por qué alegan responsabilidad política o “problemas en las cadenas de mandos”. Depende quién ejerza la represión contra el pueblo, porque la violencia legitimida por el Estado a través de los verdugos asalariados de uniforme no depende de la figurita del poder de turno, más es inherente a todo tipo de Estado. Reconocer esto es reconocer el problema mismo de la existencia del Estado y las instituciones que lo sostienen, y como su máxima aspiración es conquistar el poder estatal, sería traicionarse a sí mismxs y entrar en una crisis existencial. Lejos todavía está ese horizonte; de momento el problema no es la policía para ellxs, sino quien la administra.

Todavía hay esperanzas en personas que, sin demasiada afinidad ideológica con quienes ayer cayeron golpeadxs y detenidxs en el microcentro porteño, conectan algunos cables y se plantean qué es lo que pasa al ver que quienes ayer llevaron las pancartas con las caras del brujo pidiendo justicia, hoy reproducen las mismas lógicas estatales de represión, tortura, desaparición y muerte, siendo que uno de los principales responsables políticos, defensores de gendarmes caranchos y topo del ejército en una huelga de mineros en 1994, Sergio Berni, estuvo presente en la exhibición del documental de Tristán Bauer El camino de Santiago.

A aquellxs que crean en la solidaridad por les desaparecidxs en democracia o en dictadura, con o sin cuarentena, sin ningún interés de sumar votos o arrodillarnos ante los discursos de personas que nada tienen que ver con nuestras realidades: nos estamos encontrando nuevamente en las calles para seguir pensando la lucha y la construcción de forma horizontal, agitando la revuelta y la desobediencia ante el contexto que se presenta donde es necesario visibilizar los atropellos (¿normalidades?) del autoritarismo materializado, ya sea una desaparición en el conurbano bonaerense o en detenciones en capital. Quienes quieran aprovechar el momento para atacar solo al jefe de gobierno porteño pero ayer ni se aparecieron: sigan tirando tuits “solidarios” y mirando la aberración oportunista filmada por el Ministro de Cultura del Frente de Todos, Bauer, tragándose los mitos y realidades que construyen ustedes mismos.

Nos espera un desafió frente a un monstruo que tiene todas las de ganar en todos los frentes. Ya fuimos testigos de la represión siendo no muchas personas y sin tirar una sola piedra, el despliegue operativo de las fuerzas de seguridad y la movilización que tienen son brutales. Sin embargo, jamás hay que olvidar que somos más que ellxs, y que le temen a la organización del pueblo sin aparatajes políticos o partidarios, donde se visibiliza y es claro que no se trata de algunos pocos efectivos o quien los maneja, sino que el problema es la institución en sí: reprimiendo una protesta, matando a lxs pibxs en los barrios, traficando personas y drogas, desapareciendo gente, controlando los territorios para no tener competencia, frenando y aplastando el descontento popular legítimo, todo avalado por la impunidad que les otorga ser la violencia legitimada por el Estado.

La policía nos sigue matando con o sin cuarentena. Si el coronavirus no es un impedimento para que el Estado profundice la represión, tampoco lo es para organizarse y dar la lucha contra los mismos verdugos de siempre.

117121176_3127096387406513_8959408600730112599_o
Javier Iglesias

Si llegaste hasta acá es porque puede ser que te interese nuestro periodismo, nuestras inquietudes, nuestras ganas de multiplicar la rebeldía, de promover la autonomía, de fomentar la auto-organización anti-autoritaria. Te invitamos a colaborar para que Gatx Negrx siga siendo una de las tantas voces necesarias para recuperar todo lo que nos han robado:

 https://periodicogatonegro.wordpress.com/aportes/

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *