La noche oscura del alma de “Estoy solo” del mauritano Beyoruk

Fuente: https://literafricas.com/2021/12/15/la-noche-oscura-del-alma-de-estoy-solo-del-mauritano-beyoruk/

La noche oscura del alma de “Estoy solo” del mauritano Beyoruk

Cuando estamos solos, el mundo nos habita. Vivimos rodeados de seres y de objetos, de acontecimientos y de experiencias. Apenas nos paramos, a veces porque da miedo la quietud, estar con uno mismo. Sin embargo, durante los meses que duró el confinamiento en 2020 el mundo se vio obligado a detenerse. Cada uno de nosotros vivimos aquellos momentos de diferente manera, incluso muchos de nosotros aún tenemos que meditar sobre lo que supuso. La soledad se impuso durante aquel extraño letargo sin buscarla.

Leí esta novela del mauritano Beyrouk en aquellos meses. Nada como el desierto, pensé. Estoy solouna obra corta y una novela caja impregnada por una cascada- monólogo que un protagonista sin nombre hace brotar de las cavernas de su yo más íntimo, aquel que en momentos extremos nos vemos obligados a mirar a los ojos, me agitó.

La voz que narra en Estoy solo es la de un hombre que se ve obligado a confinarse en una habitación ya que su vida corre peligro. Los yihadistas le esperan fuera para matarle. Así, comienza un soliloquio en el que desgrana pasado y presente, sin que el lector acabe por saber cuánto hay de realidad y cuánto de ficción en sus palabras, como tampoco cuánto hay de verdad y cuánto de mentira en sus recuerdos.

Creo que Beyrouk, perteneciente a los tikna, nómadas que habían poblado la tierra hasta Tombuctú a través de cuatro países, necesita la belleza. Por eso su narrativa está llena de frases que llevan el sonido del tambor, el brillo de las estrellas y el tintineo de las pulseras que rodean tobillos y muñecas. Por eso no extraña cuando afirma: “Bajo la luz de la luna es donde me siento bien”. Y ese desierto que les habita y les rodea, se rebela en su cabeza desde la inmensidad de lo inabarcable.

Son muchas las personas que transitan la vida del narrador y cada una de ellas descubre aspectos de su vida y del mundo que le rodea. Destaca el buceo en el pasado y su retorno hacia Nacceredine, un antepasado que existió en el siglo XVII (probablemente su ni) y que muestra que la violencia siempre existió en estas sociedades. Pero también las tres mujeres de su vida: su primera mujer Nezha que es quien le ha ayudado a esconderse y la que espera que le ayude (en una puesta en escena que Beyrouk da la vuelta a la situación más común en estas sociedades: la mujer en la calle y el hombre encerrado), la segunda Selma y su madre. Tras cada personificación encontraremos lo que le llevó a estar unido a unas y otras en una oscilación entre el amor verdadero, el amor posesivo, el interesado o simplemente la incapacidad de darlo en toda su plenitud. De la misma manera, irá perfilando a aquellos que se encuentran detrás de la puerta, los que le esperan para matarle, y que no son tan desconocidos. ¿Quiénes son los yihadistas? Beyrouk pone el empeño en tratar de hablar de ellos desde posturas menos maniqueas de las que estamos acostumbrados.

Yihad es un término que asociamos al terrorismo, pero es un concepto básico del Islam, espiritual, una lucha personal por ser mejor persona contra los instintos destructivos. Así, dentro de esta novela se intuye una yihad externa, fuera de la habitación donde está el protagonista, y una yihad interna, aquella que le lleva a pasar su noche más oscura para intentar alcanzar la luz.

El protagonista sin nombre de Estoy solo nos habla de la fragilidad y de los anhelos humanos, nos muestra parte de lo que somos ¿Qué pensaremos, qué imágenes vendrán a nuestra mente en esas horas oscuras? Cuando ya no sea posible volver la vista hacia aquellos que en el pasado nos amaron y a quienes negamos el amor. Cuando vencerá el desánimo y la zozobra al percibir los comportamientos cobardes ante tantas situaciones en las que antepusimos nuestro yo al momento de dar un paso adelante. Cuando nuestra mirada ya no tendrá un hombro en el que detenerse. Cuando equivoquemos recuerdos y abrazos, sombras y realidades. Cuando cuatro paredes puede que lo encierren todo, lo que somos y seremos, lo que ya nunca será.

Estoy solo (Je suis seul, 2018) de Beyrouk. Traducción: Alejandro de los Santos Pérez. Colección Libros del baobab. Editorial Libros de las malas compañías, 2021.

 

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