La crisis del comercio mundial

Fuente: https://attac.es/la-crisis-del-comercio-mundial/       14/04/24

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La crisis del comercio mundial

Artículo original publicado en zackzack.at por Teresa Kofler

El comercio global ha desempeñado un papel clave en el desarrollo capitalista desde el fin de la Guerra Fría. La Organización Mundial del Comercio (OMC) actúa como el organismo más importante. Pero la OMC lleva muchos años sumida en una profunda crisis. Esto también quedó claro en la última conferencia ministerial celebrada en febrero en Abu Dhabi. Una razón principal de esto es que las promesas del comercio mundial neoliberal no se están cumpliendo.

¿Por qué son tan importantes las conferencias de la OMC?

La OMC es una organización relativamente joven, fundada en 1995. Desde entonces, sus reglas y tratados han determinado las relaciones comerciales globales. Su agenda es la continua liberalización del comercio mundial, más desregulación y privatización. Estas normas no han dado lugar a los beneficios prometidos en materia de prosperidad para todos. Más bien, su régimen está destruyendo los medios de vida de la gente y restringiendo el alcance de acción de los gobiernos y parlamentos.

El nacimiento del movimiento antiglobalización

En los países del sur global, el descontento con las grandes organizaciones internacionales como el Banco Mundial y el FMI ya se había hecho ruidoso en los años noventa. Con el levantamiento zapatista en 1994 contra el TLCAN, el acuerdo comercial de América del Norte, las críticas al sistema comercial neoliberal también se hicieron más visibles.

En la tercera conferencia de la OMC en Seattle en 1999, el movimiento antiglobalización (del que Attac forma parte) entró con fuerza en el escenario mundial. Cada vez más personas y grupos se dieron cuenta de que la OMC está orientada principalmente a los intereses de las corporaciones transnacionales y bloquearon la conferencia. En ese momento, sindicalistas y ambientalistas, entre otros, forjaron una alianza exitosa que impidió que la conferencia tuviera resultados de negociación. Con las continuas protestas y conflictos de intereses entre estados, el impulso de liberalización de la OMC se desaceleró a partir de la década de 2000, pero continúan los intentos de liberalizar nuevos sectores económicos.

¿Qué había en la agenda para 2024?

Las contradicciones en la OMC no han disminuido con el tiempo. Esto también se refleja en los dos temas centrales de la Agenda 2024: la digitalización y la agricultura. La sobrepesca de los océanos del mundo ha sido un tema de negociación importante en la OMC durante años. Pero los países del norte global y especialmente la UE no quieren un acuerdo que les obligue a recortar los subsidios a sus flotas pesqueras, una demanda que los países pequeños del sur global en particular consideran esencial.

En el área de la agricultura, países como India intentaron cambiar las reglas de la OMC que les prohíben utilizar mayores existencias para prevenir crisis agrícolas y económicas. Tampoco en este caso hubo acuerdo. También hubo intensas negociaciones en el ámbito de la digitalización, porque “los datos son el nuevo oro”. Las grandes empresas tecnológicas –desde AirBnB y Uber hasta Netflix y Amazon– están presionando enérgicamente para lograr acuerdos que las protejan de las restricciones. Con la excepción de la renovación de un memorando que continúa suspendiendo las tarifas sobre los flujos de datos, tampoco ha habido avances significativos en este aspecto.

En particular, los estados del norte global y la UE culpan al sur global por el pobre progreso: sólo presentan propuestas en su propio interés y luego critican a India, Sudáfrica o los pequeños estados insulares del Pacífico si no las aceptan. Los países del sur global, a su vez, están luchando por reglas comerciales que les den margen para enfrentar sus crisis sociales y ecológicas.

Represión contra la sociedad civil

Las protestas de la sociedad civil corren cada vez más riesgo de represión. En Abu Dhabi, los activistas fueron detenidos porque estaban filmando en la zona de entrada de la conferencia. Esta exclusión de las perspectivas de la sociedad civil no sólo afecta al sistema de la OMC. La UE no permite perspectivas de la sociedad civil en negociaciones de política comercial como el Tratado UE-Mercosur. Lo mismo se aplica a otros eventos internacionales importantes, como la cumbre climática COP28, el Foro Económico Mundial (FEM) en Davos o la reunión del Banco Mundial y el FMI en Marruecos. Son precisamente estas conferencias las que influyen en nuestro futuro de forma antidemocrática.

Es necesaria una reorientación completa de la política comercial

Casi 30 años después de su fundación, la OMC se encuentra en una profunda crisis. La frustración aumenta para todos los involucrados. Las antiguas reglas de la OMC ya no se adaptan a la nueva situación geopolítica y económica que se producirá en 2024. Además, muchos Estados están cada vez más descontentos con la desaceleración del funcionamiento de la OMC: desde 2019, EE.UU. bloquea sus más altos órganos de toma de decisiones. organismo, el sistema de solución de controversias impiden el nombramiento de nuevos jueces. Se está debatiendo la llamada “reforma de la OMC”.

Pero si bien es correcto que la sociedad civil se ciña a las críticas a la OMC, no es una solución que los Estados decidan de forma antidemocrática sobre el futuro del mundo en grupos geopolíticos. Lo que sería necesario es una reorientación completa de la política comercial. No todos los bienes tienen que comercializarse en un mercado mundial liberalizado. Más bien, se necesita regionalización y cooperación ecológica y social. La política comercial debe diseñarse de manera multilateral con la participación de todos los estados y permitir que todos los grupos afectados tengan voz y voto. Sólo así podremos centrarnos finalmente en los intereses de las personas y el clima en lugar de en los beneficios.

 

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