Justicia alimentaria: queremos caminar hacia otro modelo agrario

Fuente: https://mail.google.com/mail/u/0/#inbox/FMfcgxwGDWsqWlCMzrqqXchFSbPMwBSD                                          25.02.2020

OTRO MODELO AGRARIO ES POSIBLE (Y NECESARIO)

Las recientes reivindicaciones de los sindicatos agrarios no son nuevas y no les faltan razones. Llevan años reclamando lo mismo sin que apenas nadie les haya escuchado: precios justos.  Desde Justicia Alimentaria apoyamos estas reivindicaciones y planteamos una serie de cuestiones que van más allá de los precios.

¿Cuál es la realidad del sector productivo convencional?

El 80 % de los gastos se va en fertilizantes, plaguicidas, agrotóxicos, combustibles fósiles, riego, farmacología veterinaria y piensos.

Apenas existe un sector agrario libre. La producción convencional está total y absolutamente integrada en una cadena agroalimentaria industrial y corporativa.

Nuestro sistema de producción está diseñado para la exportación, pero el mercado capitalista global es altamente volátil y arriesgado y la producción agraria familiar es la más perjudicada.

La transición ecológica no puede esperar

Después de decenios de avisos, hemos entrado en una fase en la que no se puede esperar más. Se está iniciando una transición ecológica y la producción de alimentos no se puede quedar al margen.

Es necesario cambiar el modelo de producción para basarlo en sistemas agroecológicos, diversificados y de temporada, menos demandantes de energías fósiles, de la industria petroquímica y no orientada al mercado internacional, sino al local.

De la misma manera que no se pueden externalizar los costes ambientales, tampoco los laborales

Se entienden las quejas de los sindicatos por la subida del salario mínimo, porque su situación es crítica y cualquier incremento en los costes supone un duro golpe. Pero basar la rentabilidad en la explotación laboral no es admisible

Casi una cuarta parte de la afiliación a la seguridad social del régimen especial agrario es de nacionalidad extranjera. En algunas zonas, como Huelva, Almería, Murcia o Albacete, ese porcentaje sube al 40 %. El caso de las mujeres migrantes todavía es más duro si cabe.

¿Qué pedimos?

Existen muchas formas de apoyar una cadena alimentaria distinta a la que está asfixiando a la producción agraria. Hay que ayudarles a salir del pozo donde se encuentran y para conseguirlo hay que plantear un nuevo modelo más justo, social, ambiental y económico.

Lee el posicionamiento completo

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *