Fuente: https://canarias-semanal.org//art/31544/israel-no-respeta-ni-a-los-muertos-palestinos-un-parque-tematico-sobre-un-cementerio-video                                                                     ASEEL JUNDI desde la ocupada Jerusalén oriental                        Domingo, 31 de Octubre de 2021

ISRAEL NO RESPETA NI A LOS MUERTOS PALESTINOS: UN PARQUE TEMÁTICO SOBRE UN CEMENTERIO (VÍDEO)

«Las autoridades de Israel llevan décadas profanando los cementerios palestinos»

En estos días pasados se hizo viral la imagen de una madre palestina aferrada a la tumba de su hijo para evitar que las autoridades israelíes la profanaran. Igual que los palestinos vivos de la ocupada Jerusalén oriental, los muertos del cementerio de al-Yusufiya tampoco pueden descansar en paz.

(Traducción libre de CLARA LÓPEZ GONZÁLEZ para CANARIAS-SEMANAL.ORG.-)

Las autoridades de Israel llevan décadas profanando los cementerios palestinos para construir sobre ellos. El último proyecto es la construcción de un parque temático bíblico sobre el cementerio de al-Yusufiya, lo que ha encendido la indignación palestina y provocado enfrentamientos con las fuerzas israelíes, el ayuntamiento de Jerusalén y la Autoridad de Naturaleza y Parques de Israel.

Hace tres semanas comenzó la última tanda de exhumaciones de cadáveres en el cementerio de al-Yusufiya, en la zona conocida como Cementerio de los Mártires, adyacente a uno de los muros históricos de la Ciudad Vieja de Jerusalén.

En ese cementerio está enterrado Alaa Nababta, hijo de Ola Nababta. Esta mujer, de 54 años, salía todos los días de su casa, situada en el campo de refugiados de Shuafat (al norte de Jerusalén oriental), para custodiar la tumba de su hijo en caso de que el personal de la Autoridad de Naturaleza y Parques de Israel, o el mismo ayuntamiento de la ciudad fuesen a exhumar el cadáver o cubrir la tumba de tierra para construir el parque temático proyectado.

Los hermanos menores de Alaa también fallecieron: Ihab por herida de bala en 2015 y Bahaa en 2016 a manos de asaltantes desconocidos en el campo de Shuafat. Viuda que ha perdido tres hijos, Ola Nababta ha conocido la devastación que provocan los bulldozers israelíes en la zona, la más reciente hace varias semanas cuando los trabajos de exhumación dejaron huesos, cráneos y dentaduras al descubierto.

“Ese día en particular sufrí un duro golpe que me hizo caer redonda al suelo, cuando vi que se estaban exhumando las tumbas cercanas a la de mi hijo Alaa, y me di cuenta que la suya sería sin duda la siguiente”, declaró Ola al medio Middle East Eye.

“Arrojen la tierra sobre mí”

La intuición de Ola fue certera. El lunes 25 llegaron los camiones llenos de acero y tierra para tapar las tumbas que quedaban, incluida la de Alaa. Cuando los obreros comenzaron a verter la tierra, Ola Nababta se aferró a la tumba con toda su fuera para evitar que la cubrieran. Todos los esfuerzos de los soldados israelíes para arrancarla de allí fueron inútiles, mientras ella gritaba “Arrojen la tierra sobre mí y entiérrenme junto a él. Oh, mi hijo Alaa, estoy aquí, no me marcharé”.

Ola dijo a Middle East Eye que los representantes del Comité para el Cuidado de los Cementerios Islámicos en Jerusalén le habían confirmado que podía enterrar a su hijo en el cementerio, donde yacen desde hace siglos los cuerpos de musulmanes. Sin embargo, ni Ola -que ha sido demandada varias veces por la Inteligencia Israelí– ni los restos de su hijo han podido descansar.

“Solía visitar la tumba de mi hijo como cualquier madre haría” -explicó. “Pero la Inteligencia israelí me demandó e interrogó sobre la identidad de la persona que nos dio el permiso para enterrar en este lugar, diciendo que está prohibido”. Y añadió:

“Nueve meses después de la muerte de Alaa, el Ministerio Israelí de Salud intentó persuadirme para que trasladara sus restos a otro cementerio, pero yo me negué en redondo porque quiero que el cuerpo de Alaa descanse en paz (…) ¿Cómo se pueden creer que voy a dejar que cubran su tumba y me priven de visitarla y reglar las flores que he plantado allí?”.

Ola Nababta no está solamente preocupada por la tumba de Alaa, sino también por las de sus hermanos Ihab y Bahha, enterrados en el cementerio de Bab al Rahmeh, adyacente a la mezquita de Al-Aqsa. Cuando las cámaras instaladas allí la captan visitando estas tumbas, Ola dice que los policías israelíes la sacan inmediatamente y aseguran que Ihab y Bahaa también fueron enterrados en zona prohibida.

Hasta el momento, solo la tumba de su marido, fallecido en 2018 y enterrado también en al-Yusifiya, se ha librado del peligro.

“Tengo tanta pena, porque mis hijos fueron acosados y encarcelados antes de sus muertes”, dijo la madre. “Ahora, ellos [las autoridades israelíes] no quieren que sus cuerpos descansen en paz en sus tumbas, y quieren cubrirlas y construir parques públicos ¿Qué ley sobre la tierra permite la profación de las tumbas?”.

 Desenterrando cadáveres

Jerusalén aloja varios cementerios musulmanes históricos, incluidos los de al-Yusufiya, Bah al-Rahmeh, Mamilla y Profeta Daoud. Actualmente, los residentes palestinos de la ocupada Jerusalén oriental solo tienen acceso a los dos primeros, después de que las autoridades israelíes se hicieran con el control de los otros dos.

El cementerio de Mamilla, también conocido como Ma’man Allah, fue parcialmente demolido para construir el controvertido Museo de la Tolerancia (suena irónico).

Al-Yusufiya, situado a pocos metros de la mezquita de Al-Aqsa, al lado este del muro de la Ciudad Vieja, ocupa unos 14.000 metros cuadrados. Los musulmanes siempre han enterrado a sus muertos en este cementerio, construido por mandato de Saladino hace 800 años.

Las autoridades israelíes han estado excavando y exhumando en la sección de al-Yusufiya conocida como Cementerio de los Mártires, que ocupa unos 4.500 metros cuadrados. Los solados jordanos, iraquíes y palestinos que murieron en Jerusalén luchando contra las fuerzas israelíes en 1967 están enterrados allí, como Alaa.

En 2014, las mismas autoridades prohibieron a los vecinos de Jerusalén enterrar a sus muertos en el Cementerio de los Mártires y demolieron más de 20 tumbas cubriendo la zona con cemento.

En diciembre, los bulldozers prosiguieron con los trabajos de construcción en el cementerio. Sin embargo, la queja interpuesta en los tribunales israelíes lograron que estos trabajos se suspendieran temporalmente, hasta septiembre de este año.

El 10 de octubre, los palestinos de Jerusalén salieron en protesta cuando vieron que la policía y los bulldozers israelíes estaban desenterrando varios cadáveres, que al día siguiente pudieron volver a enterrar en el cementerio.

VÍDEO:

Fuente:

https://www.middleeasteye.net/news/jerusalem-palestine-israel-cemetery-demolition-fight