Freshwater de Akwaeke Emezi: su nombre es legión

Fuente: https://literafrica.wordpress.com/2020/08/06/freshwater-de-akwaeke-emezi-su-nombre-es-legion/                                    sfqu                                                                                                    6 agosto, 2020

Autor invitado: Darío Semino

Freshwater, la autobiográfica novela de la nigeriana Akwaeke Emezi, podría ser el retrato de las crisis de una psique postmoderna acosada por los lugares comunes de una época. Nada en la vida de Ada, la protagonista e hija de su tiempo, la hace destacar, excepto por un detalle. Ada tiene dentro suyo un ogbanje. O mejor dicho, Ada es uno o muchos ogbanjes.

¿Y qué es un ogbanje? Para hallar la respuesta hay que acudir a la cultura igbo, pueblo predominante en la región sudeste de lo que hoy es Nigeria. Ogbanje es un espíritu, o un ser intermedio entre dioses y humanos, que se encarna en un niño humano y muere deliberadamente antes de llegar a adulto. Y esto lo hace varias veces. Es decir, muere, vuelve a reencarnarse en otro hijo de la misma madre y vuelve a morir. Para interrumpir el proceso es necesario encontrar un objeto llamado Iyi-uwa, el cual fue escondido por el ogbanje en alguna parte. Destruido el Iyi-uwa el ogbanje se retira y el niño puede seguir viviendo.

Pero en Freshwater eso no ocurre. Y la niña no muere ni se libera del ogbanje sino que crece con su presencia dentro. Por si esto fuera poco, el ogbanje no es una unidad sino una multiplicidad de personalidades. Siendo sus voces las que cuentan la historia.

La vida de Ada, entonces, es narrada desde dentro por una especie de hidra encarnada en su cuerpo y en su alma. Los primeros capítulos están en una primera persona del plural que más adelante es reemplazada por la voz de una de las personalidades que se independiza y toma el control, después de un hecho traumático. En ocasiones es Ada también la que cuenta, porqué ella es y no es las presencias que la habitan.

La escritora tiende a la frase larga, exhuberante, pero medida. Borrachas, deliciosas y exhuberantes, pero también violentas, manipuladoras y autoritarias, entre varias cosas más, son las voces que cuentan la vida de Ada desde el nacimiento. Hacer que un daimon esquizofrénico o policéfalo sea el narrador de la historia es la jugada que hace de Freshwater un libro original en el doble sentido de la palabra. Por un lado, porque implica una entrada innovadora en un aspecto tan manido como es el del narrador en la novela. Por el otro, porque permite estructurar el relato de acuerdo a una lógica que viene de lejos, que no es literaria, ni moderna ni occidental. Lo cual hace que  Freshwater  pueda funcionar también como una puerta de entrada hacia una mitología y una metafísica que la mayor parte de los lectores occidentales desconocemos por completo.

Sabemos que la parte de nuestra interioridad de la que tenemos consciencia es un halo de luz moviéndose en la oscuridad. Sin pretender explicarla, Akwaeke Emezi ha encontrado una manera de narrar esa oscuridad que nos envuelve desde dentro. Su tema es el hecho de tener un cuerpo, o de ser un cuerpo y al mismo tiempo ser otra cosa, algo inasible que nunca encaja en las categorías que se le aplican. Su mérito es haber conseguido plantear en ese terreno una serie de preguntas sin respuestas definitivas.

Al fin y al cabo, si la experiencia personal del mundo es caótica, si los impulsos internos y los estímulos externos se suceden por bloques no siempre o nunca coordinados entre sí, si la mente salta azarosa de un pensamiento a otro y recuerdos e imágenes pueden emerger imperantes más allá de la propia voluntad para después desaparecer, si somos capaces de hacer cosas que no somos capaces de controlar, como si las hiciera otra persona, si todo esto es así, ¿por qué asumir que tener una personalidad es lo sano y que tener varias es lo patológico? Más allá del hecho de tener un cuerpo físico y no dos o tres, ¿hay algún otro elemento que sostenga o ligue la unidad de la personalidad, de la conciencia, del alma?  No abundan los libros, y menos aún las novelas, que puedan generar este tipo de inquietudes.

Freshwater (Grove Press, 2018) by Akwaeke Emezi

Darío Semino es argentino, reside en Buenos Aires, es escritor y trabajó como librero en la librería La Libre de esta ciudad, además de participar de otros proyectos culturales en su país.

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