Fuente: loquesomos.org/europa-se-va-a-la-guerra/ Javier Sáenz Munilla
«Traemos obuses y morteros, vamos a desarrollar la zona».
(Soldado ante un arsenal. Viñeta de El Roto en El País)
El Alto Representante para la Política Exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, a raíz de la caótica salida de las fuerzas occidentales de ocupación de Afganistán, volvía a proponer una vieja idea, no sé si suya: la creación de una Unidad Militar Europea de Acción Rápida. Objetivo: Acudir a situaciones críticas similares, como fuerza conjunta de la Unión y sin necesidad de depender de otras potencias, como los Estados Unidos. La ocurrencia del pre-otoño venía a incidir en la fracasada retahíla de la UEO, muerta sin nacer; la pretensión de crear una auténtica Defensa Europea con un ejército propio. En definitiva, una vez más el llamamiento por cuenta de los intereses crematísticos de la industria armamentística, pidiendo más madera, más dinero para armas y menos para fruslerías.
Por si alguien pensaba que con ejército propio, la UE le podría hacer la peineta a los Estados Unidos y, al fin, lograr ser un ente autónomo, independiente, el propio Borrell se ocupó de poner las cosas en su sitio: «No entiendo por qué una Europa más fuerte le debería preocupar a la OTAN. Cuanto más fuerte sea Europa, más fuerte será la OTAN, pues somos parte de la Alianza»(Declaraciones a la PBS, TV pública de los EE.UU.) O sea, donde dije digo…Porque Borrell habla un día de «autonomía estratégica» de la Unión Europea con la creación de esa Fuerza Europea de reacción rápida y, al otro de que eso estaría dentro de la OTAN, donde manda Washington. ¿Mareando la perdiz?
Se trata de confundir a la opinión pública europea, de crear la necesidad irreal de que hay que gastar más y más en armamento, «por el interés de Europa, por nuestra seguridad», para seguir siendo los criados del amo americano pero haciéndonos cargo cada vez de una mayor parte de la factura. Se apuesta por seguir esos dictados, distanciarse aun más e incluso buscando el enfrentamiento con Rusia y China, desviándonos así de los vientos de la Historia que soplan en dirección contraria y remando contracorriente de la geopolítica
La geopolítica y la geoestrategia debe basarse en hechos tangibles, tales como la geografía y otras realidades materiales. Y así, Europa, quiera o no, la Unión Europea -y Alemania siempre lo ha entendido- está determinada por su inclusión en el gran continente Euroasiático, en el que, mira por donde, se encuentran también Rusia y China y hacia donde se ha desplazado, azares de la Historia, el centro geopolítico del mundo. Y, entre otros avatares, Europa, la Unión Europea, ahora depende, del gas ruso. Por eso, la ya canciller en funciones Angela Merkel, ha buscado siempre el acercamiento a Rusia y una menor dependencia de Washington y, frente a las reticencias de Londres y París, ha apostado claramente por el proyecto Nord Stream 1 y 2, el gasoducto que traerá el gas de Rusia directamente a Alemania y al resto de Europa. Y Merkel se ha llevado el gato al agua y, como anunció apenas el 10 de septiembre pasado el Presidente del consorcio ruso Gazprom, Alexei Miller, el Nord Stream se va a completar.
La próxima cumbre de la OTAN se celebrará en Madrid en 2022. Y en su agenda figura la propuesta de dar inicio a lo que denominan un «Nuevo Concepto Estratégico», bajo el mando, como siempre, de Washington que indica ya que se discutirá sobre las «políticas y acciones agresivas de Rusia» y sobre «los desafíos que plantea la República Popular China». Estados Unidos, que acaba de sellar una alianza con idénticos fines con Australia, Japón, Corea del Sur e India, prepara ya, a medio plazo, la guerra contra China. Y a decir de Borrell, Europa se apunta también a esta nueva aventura. Quizá alentado por el éxito logrado en Afganistán.
¿Qué cara pondrá a todo esto el gobierno más progresista de la historia reciente de España y anfitrión de la Cumbre? ¿De póker? Es posible. La parte PSOE se partirá las manos aplaudiendo, seguro. Con Javier Solana ex-secretario general OTAN y bombardero de Yugoslavia al frente. El mismo que, mitin en la Complutense, presentó a un tal Felipe González como «el hombre que nos va a sacar de la OTAN», que luego nos metió de rondón tras un referéndum mediáticamente manipuladísimo, ganado además bajo la condición de que no entraríamos en la Estructura Militar de la organización, en la que entramos también de rondón. Pues eso, a la guerra de los yankis.
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Periodista y analista internacional. Miembro del Colectivo LoQueSomos. En Twitter: @pepitorias
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