«Este no es un acuerdo como el que hacía CiU en los años 90: por 1ª vez…

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«Este no es un acuerdo como el que hacía CiU en los años noventa: por primera vez hablaremos del conflicto». Entrevista a Marta Vilalta

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La actual secretaria general adjunta de ERC, Marta Vilalta (Torregrossa, 1984), aborda el escenario político de alta tensión que se abre a raíz del acuerdo entre el PSOE y ERC para la investidura de Pedro Sánchez. La joven dirigente independentista fue una de las tres negociadores de los republicanos en las reuniones con el PSOE durante las últimas semanas. Tiene toda la información de lo que pasó, de las tensiones, de las frustraciones y de lo que se dijeron unos y otros. El peso del exilio y de la prisión se palpa en una sede de ERC medio cerrada por las amenazas recibidas en los últimos tiempos. De hecho, tal como dice Vilalta, la entrevista con CRÍTIC «la hacemos en el despacho de Marta Rovira», hoy exiliada en Suiza. La entrevista la realizó Sergi Picazo.

Estuviste en el equipo negociador de ERC con el PSOE y el PSC. Nunca, hasta ahora, habías estado en unas negociaciones de tan altísimo nivel y alto voltaje. Hubo mucho secretismo. Estuvo a punto de romperse la cuerda en alguna ocasión. ¿Negociar con el PSOE es posible?

Lo primero que queríamos hacer era saber si la otra parte tenía voluntad real de negociar o sólo era ‘postureo’ para acabar pasando a su plan B de pactar con las derechas. Pasamos muchas horas antes de entrar en concreciones. Nosotros queríamos dedicar tiempo a explicarles nuestra visión del país, sin intermediarios: alguien les iba a decir que en el estado español hay presos políticos y que esto no era un conflicto de convivencia, sino un conflicto político. Hubo momentos en los que avanzábamos… y hubo momentos de dificultades, de tensión, de estar varados.

Pocos días antes de comenzar la negociación, Pedro Sánchez había dicho que no le temblaría el pulso para volver a aplicar el 155 sobre el Gobierno de la Generalitat y que llevaría Carles Puigdemont en España para ser encarcelado.

Vimos un PSOE con una cara bien distinta a la que había mostrado en la campaña electoral. Nos encontramos el PSOE con voluntad de activar una vía política para resolver el conflicto. Si hubiera aparecido otro PSOE, la negociación se habría acabado y ya está. Ahora bien, seguimos manteniendo un punto muy grande de escepticismo.

Sin embargo, al final, llegáis a un acuerdo en el que ERC da la investidura a Pedro Sánchez con la confianza que ellos cumplan. ¿Te fías del PSOE? Han incumplido en el pasado promesas hechas al catalanismo, incluso al mismo Pasqual Maragall, o compromisos legales tan relevantes como la disposición adicional tercera del Estatuto.

Nosotros priorizamos el acuerdo porque no es un acuerdo de estabilidad ni tampoco es un acuerdo político normal como los que hacía CiU en los años 90 y 2000. El acuerdo al que hemos llegado sólo sirve para obtener una mesa de negociación, nada más. Por lo tanto, es un acuerdo para devolver a la política lo que estaba en los juzgados y en el terreno represivo. Pensad que antes de esta negociación no teníamos nada. Sólo teníamos la vía judicial contra los dirigentes independentistas y una negativa del Estado a cualquier planteamiento independentista. Ahora tenemos la oportunidad de sentarse, por primera vez, el Gobierno del Estado y el Gobierno de la Generalitat en una tabla que no es para hablar de transferencias, ni de inversiones, ni de competencias, sino sólo para resolver la cuestión política en Cataluña. Y, por nuestra parte, les plantearemos hablar de la autodeterminación y de la amnistía.

Sí, sí, pero ¿confía que esta mesa se hará y servirá para algo?

A partir de ahora, la cosa es muy clara: si la mesa avanza, la legislatura podrá avanzar; si la mesa no avanza, nos plantearemos nuestra participación en la estabilidad del Gobierno del PSOE y de Podemos.

ERC -sobre todo con Gabriel Rufián en concreto- fue durísima con los Comunes de Xavier Domènech y de Ada Colau durante los últimos años por haber intentado alcanzar pactos con el PSOE que no incluían el referéndum de autodeterminación. ¿Qué ha cambiado para que ahora sí se pueda pactar con el PSOE sin un referéndum?

Hay un cambio: la sentencia judicial que condena a casi un centenar de años de cárcel a los líderes independentistas. Tras la sentencia, todo cambia radicalmente. Aquí comienza una nueva etapa. Y aquí había un compromiso del Gobierno para iniciar la vía política y abandonar la vía judicial que nos ha llevado a unas condenas inhumanas e injustificables. Pero hay que hacer un matiz relevante: la mesa de negociación no es el objetivo, es el instrumento para lograr el referéndum. Hasta ahora no se habían alcanzado las condiciones para iniciar el «Sit and talk».

Quizá una parte del independentismo que pedía el «Sit and talk» no entendía de la misma forma que entiende ERC su traducción, no al catalán, sino su traducción política.

Yo creo que es muy claro: hay que sentarse y hablar, y, traducido políticamente, hay que activar la vía política y negociar. La mesa es la oportunidad para el independentismo y para el Estado para hacer política. Nosotros nos presentamos a las elecciones reclamando un retorno al diálogo y para activar la vía política.

El presidente Quim Torra y los principales dirigentes de JxCat, que son vuestros socios de Gobierno, han criticado el acuerdo entre el PSOE y ERC por hacer un pacto con un partido partidario del 155 y de las condenas a prisión de los políticos independentistas. ¿Cómo valoras la posición que ha tenido JxCat?

Yo, a diferencia de lo que han hecho ellos, entiendo y respeto su decisión, que me parece que entra dentro de su lógica. Del mismo modo, pido que respeten la decisión que hemos tomado en ERC. Me gustaría que hubiéramos tenido una estrategia unitaria dentro del independentismo a la hora de negociar con el PSOE.

¿Cuál es la estrategia de JxCat, según tu parecer?

Lo tendrán que explicar ellos. Los toca a ellos explicar su estrategia. Ahora bien, lo que nosotros no vamos a hacer es aplicar el ‘cuanto peor, mejor’. En la situación actual, cuantoo peor estamos, es peor. Nosotros apostamos por una estrategia que trabaje en las instituciones y, al mismo tiempo, movilice la calle.

Pues, precisamente, según la CUP, tal como expresó la portavoz en el Congreso, Mireia Vehí, «el acuerdo entre ERC y el PSOE puede desmovilizar» el independentismo en la calle.

No lo creo. El independentismo ha llegado tan lejos precisamente gracias a la capacidad movilizadora de la gente en la calle. No veo que sea incompatible llegar a acuerdos políticos y, al mismo tiempo, seguir movilizándonos en la calle. De hecho, al revés, si queremos llegar a acuerdos, necesitamos que haya movilización en la calle. Las instituciones y la calle deben ir de la mano, como han ido hasta ahora.

Aparte del eje nacional, para mucha gente, votantes de ERC actuales incluidos, está la cuestión social, de género o ecologista. ¿Estaréis a favor de las reformas políticas sociales, de género, climáticas y de izquierdas que pueda proponer el Gobierno del PSOE y de Podemos? ¿Estaréis a favor de regular el alquiler, de una nueva ley contra la emergencia climática, de las medidas en favor de las víctimas del franquismo… o no?

Nosotros somos un partido de izquierdas. Y siempre, en el Congreso o en el Parlamento, hemos votado a favor de todas las leyes o medidas que fueran de carácter progresista y en favor de la mayoría de los ciudadanos. Contribuiremos a aprobar lo que mejore la vida de la gente, claro.

En el ‘mientras tanto’ … hasta que supuestamente no llegue la independencia… ¿Estaréis a favor del bloqueo del Gobierno o los apoyaréis en políticas sociales?

Desafortunadamente, la mayoría de las competencias aún están en manos del Estado y, por tanto, si hay leyes o reformas que vayan de acuerdo con nuestro programa electoral, no nos opondremos. Pero hay que decir una cosa: eso no se ha hablado en las negociaciones con el PSOE, no hay ningún acuerdo sobre estas cuestiones sociales, ecologistas o feministas con el PSOE. Siempre nos encontrarán en las cuestiones que mejoren la vida de la gente en el ‘mientras tanto’, pero ya les hemos dicho que hemos venido aquí a solucionar el conflicto político que vive Cataluña, que hace muchos años que dura. Con ERC, las presiones y los chantajes no funcionan. Después no podrán hacer los sorprendidos si no les aprobamos los presupuestos.

Y, entonces, ¿aprobaríais los presupuestos del Estado? El PSOE y Podemos dirán que han presentado unos presupuestos sociales, los más de izquierdas en 40 años de democracia, etc. Si fuera así, ¿votaréis en contra?

Habrá que verlos cuando los presenten. Ya veremos las cifras. Si quieren aprobar los presupuestos y hacer leyes progresistas, será necesario avanzar en la mesa de negociación política. Si la mesa de negociación se atasca, que no nos busquen para aprobar los presupuestos.

Durante estos años de Procés, ha habido muchísima tensión, críticas e insultos entre el mundo de ERC y el mundo de los Comunes. ¿Se han roto todos los puentes?

Ideológicamente, ERC y los Comunes podemos estar cercanos en el eje ideológico, somos partidos de izquierdas, progresistas, estamos de acuerdo en introducir una nueva fiscalidad para redistribuir mejor la riqueza del país, etc. Pero es evidente que en los últimos años han pasado cosas que han dificultado mucho nuestras relaciones políticas. Sin ir más lejos, yo recuerdo lo que pasó en Barcelona cuando la alcaldesa Ada Colau prefirió pactar con el PSOE y recibir el apoyo de Manuel Valls antes de apoyar a Ernest Maragall, aunque ERC había ganado las elecciones. Esto no ayuda a tejer complicidades y alianzas. Hay una ‘mochila’ de conflictos importante. Sin embargo, nuestra voluntad, además de seguir priorizando las alianzas dentro del independentismo, pasa por ampliar en el futuro los puntos de acuerdo con el espacio que representan Cataluña en Común y Podemos.

¿Divisas que este cambio de mayorías de progreso y plurinacional (PNV, ERC, los Comunes, Bildu, las mareas gallegas, el BNG, Teruel Existe…) se pueda trasladar a Cataluña o a sus municipios, o es sólo coyuntural y momentáneo por ahora y para el Congreso? Parece que resucita el fantasma de un posible tripartito entre ERC, PSC y los Comunes.

Cualquier alianza de gobierno, en Cataluña o los municipios, depende siempre de si los números suman o no. No siempre se puede decidir la alianza que a uno le gustaría más. A mí, sin embargo, que soy de Torregrossa, por tanto, de cerca de Lleida, me gusta mucho el gobierno que se ha forjado en el Ayuntamiento de Lleida, que consiguió el apoyo de ERC, de Junts per Catalunya y de El Comú de Lleida, que supieron dar una alternativa a la ciudad después de muchos años de gobierno del PSC. Supieron, a pesar de sus lógicas diferencias ideológicas, encontrar un mínimo común denominador para poder sacar adelante un nuevo proyecto político. Y sólo faltaría la CUP, pero quedó fuera del consistorio.

Marta Vilalta

dirigente de ERC y una de las negociadoras de los republicanos en las reuniones con el PSOE antes de la reciente investidura de P. Sánchez.

Fuente:

https://www.elcritic.cat/entrevistes/marta-vilalta-aquest-no-es-un-acord-com-el-que-feia-ciu-als-anys-90-per-primer-cop-parlarem-del-conflicte-46446

Traducción:Roger Tallaferro

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