El género desde lo sociológico

Fuente:Portal Libertario OACA                                                      24 May 2021 02:38 PM PDT

INTRODUCCIÓN

Es necesario distinguir sexo de género:

– Sexo se refiere a la configuración del Ser desde la dimensión biológica, desde su estructura física, con base a modelos cuantificables.

– Género se deriva de los procesos históricos, de la conjugación de elementos socio-económico-político-culturales que configurarán un sentido, lógica, ideas, valores y comportamientos, de lo que se entiende como hombre o mujer, en una cierta comunidad, de una cierta época.

Sexo desde lo biológico, género desde espacio-temporal.

Dejamos de lado la dimensión biológica, dado que no poseemos ni la formación ni la experiencia en la lógica explicativa biológica [1], y nos enfocaremos por tanto en un acercamiento desde lo cualitativo.

La presente reflexión se encuentra constituida por cinco apartados: Introducción, Desarrollo, Conclusiones, Bibliografía y Notas.

Tras esta presentación, comenzamos con la argumentación.

DESARROLLO

Ciertos sentidos antropológicos y humanistas referirán que los sujetos crean sus correspondientes estructuras de personalidad de tipo hombre y mujer. Esta postura enuncia que las personas son quienes van construyendo culturalmente su carácter masculino o femenino.

Pero…

Desde el enfoque sociológico, bajo la postura de la psicología política -freudomarxismo o psicosociología[2]– y de la filosofía política -materialismo histórico-, se interpreta el género de modo distinto a lo señalado por la primera postura. Exponemos el análisis en cuatro fracciones.

a.

El enfoque sociológico identifica lo macro y lo micro como supeditados a los procesos de la geopolítica.

Se enuncia que tanto lo comunitario e internacional -lo macro-, como lo intrapsíquico e interpersonal -lo micro- se ligan y configuran con base a los ciclos de movimientos internacionales de los grupos de poder (geopolítica), que concretizan sus agendas, proyectos y criterios tanto en los elementos comunitarios, como en el percibir, pensar, sentir y hacer de la persona, mediante el biopoder:

Un conjunto multidimensional, temprano y constante de elementos manipulatorios, condicionantes y reificantes.

Desde esta lógica, si la geopolítica configura países, establece leyes, erige y destruye partidos políticos, estructura procesos productivos, científicos y tecnológicos -influencia internacional y comunitaria-, también crea tipos de personas, tipos de hombres y tipos de mujeres: configuración de lo micro, influjo de la hegemonía en el cuerpo y cognición de la persona.

Desde la postura antropológica en torno al género, se considera que existen aspectos no primordiales que podrán ser elegidos por la propia persona, en su proceso de autoconstrucción, en su proceso del devenir.

Pero bajo la psicosociología se enuncia que los principales aspectos éticos, axiológicos, ontológicos, estéticos, epistemológicos, pragmáticos y prácticos de la persona, del hombre y de la mujer, no son elegidos por ellos y ellas.

b.

Esta perspectiva considera que fracciones medulares de la cognición, emoción, pensamiento y acción de los hombres y mujeres, es predeterminado por las hegemonías que en ese momento y lugar específico, estén controlando a ese enclave.

Esto va mucho más allá de por ejemplo las modas en el vestir o hablar que se difunden en redes o medios de comunicación, tiene qué ver con los roles que dependiendo los sustratos socioeconómicos se designarán.

De las condiciones espaciotemporales forjadas por el imperio y caudillo de turno, se programarán, designarán, permitirán y evitarán para los niños, jóvenes, adultos y ancianos masculinos y femeninos, normas y criterios, límites y alcances.

No es que las personas de Asia, de hace cien o doscientos años, hayan sido más torpes, mediocres o sumisos que las de Occidente, de hace diez o veinte años.

No es que las abuelas hayan sido más irreflexivas o pasivas que sus nietas del 2021, y que por ello éstas tuvieron más diversificación existencial de la que tuvieron las señoras.

No.

Primordialmente se debió a las necesidades y proyectos que las clases altas de ese momento programaban e imprimían en sus feudos.

Es como el acceso a la lectoescritura, la educación.

En su sentido iluminista, humanista, bien intencionado aunque ingenuo, la educación fue un derecho por el que el pueblo luchó, en pos de complejizar sus procesos cognitivos, en pos de crear nuevas y mejores condiciones de vida, libres, autónomas.

Bajo un análisis sociológico, la lectoescritura, la instrucción formal institucionalizada, fue un acto que el capital indicó al Estado, en pos de conseguir mano de obra que pudiese operar las nuevas tecnologías que la segunda revolución industrial había creado.

Si previamente el obrero iletrado del modo de producción artesanal, unitario, de la fase pre-capitalista, podía laborar sin necesidad del alfabeto, en el modelo de producción en serie, en la producción en línea, se necesitaban esos rudimentos en el manejo de letras, números y razonamientos, en pos de eficientizar la cadena de armado; y posteriormente las labores administrativas.

Y dado que tuvieron que ir prescindiendo de la mano de obra infantil, y dado que usualmente en los mamíferos existen más hembras que machos[3], fue necesario incorporar aún más sectores femeninos a los campos fabriles.

Por ello fue necesario ir insertando cada vez más -con la evolución de las tecnologías industriales-, al sector femenino de la población, a la instrucción formal institucionalizada.

Y entonces, dejando de lado la visión bien intencionada, humanista, de que el sistema educativo es para hacer crecer a la persona, liberarla y permitirle alcanzar la felicidad, emerge la visión de la escuela como un centro de adiestramiento laboral.[4]

En esa misma línea, más allá de la visión humanista que considera que el humano se construye a sí mismo, se erige en el tipo de hombre y mujer que quieren ser, aparece la idea de tipos de estructura de personalidad, tipos masculinos y femeninos, tipos de géneros que son predominantes en una época, son mayoritarios en una comunidad, no porque ellos y ellas lo elijan, sino porque es el tipo de persona que en ese momento necesita la hegemonía.

Que siempre existen minorías que alcanzan a desmarcarse del proceso ideologizante, condicionante, alienante, deformador. Sí, afortunadamente.

Pero lo usual es que predominen esquemas cognitivos-emocionales-conductuales que aunque aparentemente fueron elegidos por el Ser, no le sirven a el y ella, y sí promueven el control o división que al Poder le sirve.

c.

Pues así como la división en una sociedad de clases (esclavos, ciudadanos, nobleza, en la antigua Grecia; indígenas, mulatos, mestizos, criollos, españoles, en la Nueva España) permitía, desde esa disgregación, el control de la mayoría por la minoría, así mismo, la lucha de géneros, la mutua animadversión y visceralidad entre hombres y mujeres responde a una división programada y fomentada que evita la soliviantación, al impedir la organización.

En las clases altas internacionales, en el Banco Mundial, la Reserva Federal, Fondo Monetario Internacional, Club de Londres, Nobleza Negra, etc., hay hombres y mujeres.

Hombres y mujeres de las clases altas que toman decisiones que afectan cruentamente a los hombres y mujeres de las clases medias y bajas.

Y si entre los hombres y mujeres de las clases medias y bajas nos estamos peleando entre nosotros, producto de los introyectos, de la programación disgregadora, nos estamos olvidando del verdadero enemigo.

No dudamos que el embrutecimiento -programado y fomentado por las clases altas- lleve a la agresión, a los golpes, las violaciones y asesinatos.

Pero si sólo se ataca el síntoma inmediato, sin ubicar ni atacar la causa clasista e imperialista, el sometimiento, enemistad y desorganización seguirá.

Desunidos caemos.

Es como cuando en la madrugada o en la noche, el obrero agotado en el transporte público, saca todo su enojo, frustración y visceralidad, contra otro asalariado fastidiado y embrutecido como él. ¿Las causas inmediatas? Porque lo pisó, lo empujó, le ganó el asiento, no lo dejó pasar o le jaló la mochila.

Ese enojo está mal encauzado. Ese enojo no está bien dirigido. Es una furia estéril, pues debería enfocarlo hacia el capital explotador, contra el gobierno cómplice del imperialismo, hacia la causa profunda y ulterior.

Pero si solo concentramos nuestro justo encono contra el proletario que va en el camión junto a mí, sin enfocarlo a las élites que son las que están exprimiendo al mundo, expoliando a la naturaleza y explotando a la persona, tan solo estamos respondiendo a nuestra programación, tan solo denotamos nuestra ideologización disgregante.

Como lo decía Reich: estamos ideologizados cuando somos rabiosos con nuestros hermanos, pero sumisos con el amo.

Y el capital explota por igual a hombres y mujeres.

Y el que las mujeres hayan sido incorporadas a los procesos productivos, les ha cobrado una alta factura en su salud.

Por ejemplo, refieren Torres y Paravic sobre los más comunes padecimientos de las mujeres que laboran en el área de la salud en Chile…

“Analizados los valores porcentuales, destaca el alto porcentaje de los síndromes depresivos y ansiosos en el grupo de los trastornos del comportamiento (61%), constituyendo ambas, las patologías específicas de mayor prevalencia en el total del universo estudiado.

Le siguen en magnitud las alteraciones osteomusculares, donde los lumbagos y las enfermedades cervicobraquiales representan el 41% del peso relativo de este grupo.

Para el resto de los grupos, las causas específicas de mayor prevalencia son aquellas relacionadas con bronquitis, esguinces, contusiones, diarreas de origen infeccioso, hepatitis y colelitiasis.” [5]

El capital no distingue de géneros para la explotación; para desmañanar, desvelar, malpasar y sobretrabajar, no distingue si alguien es hombre o mujer.

d.

Entonces, así como la comunidad está hecha para los criterios y funciones del potentado, así mismo la personalidad de sus habitantes lo estará.

Lo macro y lo micro respondiendo a los designios de los soberanos.

Y si en estas épocas se está fomentando entre ciertos sectores femeninos un tipo de rebeldía que no pasa por tocar al capital expoliador y al estado confabulador, alguien nos está viendo la cara.

¿De qué sirven tantos “derechos” y “libertades”, si seguimos supeditados a los mecanismos de mercado, a los introyectos de producción y consumo?

Mucha libertad, pero jamás nos libramos de pagar los leoninos impuestos, que al menos en tercer mundo, no se reflejan en la salud, educación, ciencia[6], seguridad y bienestar que tendrían qué cumplir.[7]

Muy “emancipados” y “emancipadas”, pero no podemos intervenir en asuntos de energía o telecomunicaciones.

Empoderamiento que es vacuo e irrisorio, cuando se trata de encarar y aceptar nuestra dependencia científica y tecnológica a Occidente. En esta pandemia, nuevamente todo centro y Sudamérica volvimos de demostrar nuestra inferioridad y sometimiento; esperando ansiosos, rogando por vacunas, por donaciones de equipos y tratamientos, mientras morían cientos de miles.

¿Y dicen que no somos tercer mundo?

¿Y dicen que no somos neocolonia?

Conciencia y proclamas de los sectores que marchan y se “empoderan”, pero que no alcanzan a protegernos de sicarios, narcotraficantes y tratantes de personas.

Vamos, ni siquiera de los abusos policiales, de los ladrones sociópatas del transporte público, y de la ya omnipresente presencia de la Guardia Nacional.[8]

Respecto a los introyectos que los potentados de las épocas imprimen en su rebaño, la brillante anarquista Federica Montseny refería…

“El problema sexual solo preocupa a los seres humanos. Bien es cierto que solo entre ellos disfrutan de los beneficios de una moral sinuosa, múltiple y variable. La moral de los demás animales, simple y única, les exime de toda preocupación, les deja libres e independientes dentro del marco de la Naturaleza.

Nosotros, seres superiores, vivimos encerrados dentro de los espesos muros de una serie de frases huecas, de vacíos conceptos, que han ido emitiendo cuantos, para su conveniencia propia, necesitaban echar un candado más en la cadena que nos ata.

¿Cómo desligarnos de esa serie de encadenamientos, cómo huir de esa superposición de ataúdes morales que nos mantienen en el fondo de un enorme sepulcro?

¿Será preciso volver al dadá inicial, aplicar a la vida humana el caprichoso juego de palabras de un pasatiempo literario?

El problema, para los superficiales, los domesticados y los simples, no existe.

Para los primeros, la vida humana y la palabra amor carecen de transcendencia.

Para los segundos, animales domésticos, están perfectamente regulados dentro de las paredes de su gallinero, bajo la mirada benévola del juez, el cura y la opinión del mundo que ambos representan.

Para los terceros, viven en una seminconsciencia que les permite desenvolver su vida, es decir: nacer, existir, procrear y morir, mecánicamente.

El problema solo se plantea para los inquietos y los inadaptados, para los que viven, en una palabra.

Para los que, en otro mundo, ante otra moral, ante ninguna moral, poetizarían, impulsarían y crearían la vida maravillosa, diversa y múltiple del sentimiento, la sensibilidad y el intelecto, la vida intensa y completa de la insaciable sed y el hambre infinito.” [9]

Cadenas de engaños y mentiras que se manifiestan como terribles e incalculables factores de retroceso, cadenas que nos ligan al desastroso pasado, que nos enlazan al sórdido ayer, que siguen transmitiendo y perpetuando mentalidades salvajes y temores pueriles para una eterna infancia, para un sempiterno sometimiento y una credulidad invencibles.

Complementando la idea de lo supeditado del humano en sus esferas macro y micro, del estudio de Maxine Molyneux retomamos lo siguiente…

“Odiamos a la autoridad porque aspiramos a ser personas humanas y no máquinas automáticas o dirigidas por la voluntad de un otro, se llame autoridad, religión o con cualquier otro nombre. Ni Dios, Ni Patrón, Ni Marido.” [10]

Posicionamiento militante contra la explotación de clases, contra la opresión imperialista, la autoridad de la religión, y las prácticas discriminatorias del estado; hostiles hacia los traidores cuerpos castrenses y sus institucionales representantes del derecho clasista.

Sectores oprimidos por los estatutos de las clases altas; introyectos que inciden tanto en la vida pública como en la vida privada del no-clase alta, manteniendo procesos de interacción sin libertad, ni felicidad; programando esquemas cognitivos y conductuales de miedo, cansancio y obnubilación.

CONCLUSIONES

Universitario clase media: entre más asciendes en la pirámide social, más posibilidad y ampliación de tu factibilidad adquieres, y está bien que te hayas ganado esas opciones de vida con tu esfuerzo, con el apoyo de tu familia; pero recuerda, no olvides que usualmente eso no lo tienen los amplios sectores de las clases bajas.

No creer tampoco que la mera libertad sexual permite trascender al humano, puesto que falta la primordial libertad económica, la esencial autonomía social.

Es necesario un proceso de autoanálisis constante, autoalerta, para ubicar en qué momentos se manifiestan en nosotros, privada y públicamente, aspectos genuinos y racionales, o aspectos introyectados e irracionales.

Identificar qué tanto de “nuestra” personalidad y “nuestro” género son propios y constructivos.

Para ubicar también cuánto de nosotros es estéril, irracional, disgregante e inercial.

Lo primordial es el Ser, la vida y la comunidad.

Si algo se contrapone a lo vital, es irracional.

Si algo favorece expandir, complejizar, profundizar y mejorar las condiciones de vida, serán elementos, ideas y acciones racionales y valiosas.

Racionales, con todo y el sentido adverso que marquen en ellas la legalidad, la mayoría, la tradición y las estructuras de autoridad.

Y no olvidar lo que es casi una ley social:

Los conflictos intestinos, las peleas entre distintos sectores de la comunidad, usualmente están manipuladas.

Luchas entre el mismo pueblo, dividido y debilitado por una potestad que usualmente es externa, aunque claro que beneficia a los cómplices caudillos locales.

Erick Daniel Granados Monroy.

BIBLIOGRAFÍA

Carlson, N. (2014). Fisiología de la Conducta. España: Pearson Educación.

Versión electrónica en:

https://clea.edu.mx/biblioteca/files/original/64ded175e178a7ad38eb76e6494a86e5.pdf

Cámara de Diputados. (2020). Presupuesto de Egresos de la Federación para el Ejercicio Fiscal 2021. México: Honorable Congreso de la Unión.

Versión electrónica en el siguiente enlace:

http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/PEF_2021_301120.pdf

CEFP. (2020). Evolución de los Recursos Federales Aprobados para la Ciencia y Desarrollo, 2012-2021. México: Centro de Estudios de las Finanzas Públicas.

Versión electrónica en el siguiente enlace:

https://www.cefp.gob.mx/publicaciones/nota/2020/notacefp0682020.pdf

Dröscher, V. (1986). La Vida Amorosa de los Animales. México: Planeta.

Granados, E. (2016). Fundamentos de Psicología Política de Wilhelm Reich. México: UNAM, FES Zaragoza.

Versión electrónica en:

FundamentosPsicologiaPolitica.pdf (unam.mx)

Molyneux, M. (2014). Ni Dios, Ni Patrón, Ni Marido: El Feminismo Anarquista en la Argentina del siglo XIX.

Versión electrónica en:

https://patagonialibertaria.files.wordpress.com/2014/10/el-feminismo-anarquista-en-la-argentina-del-siglo-xix-por-maxine-molyneux.pdf

Montseny, F. La Mujer, Problema del Hombre. España: La Revista Blanca. Sociología, Ciencia y Arte.

Versión electrónica en el siguiente enlace:

https://es.theanarchistlibrary.org/library/federica-montseny-la-mujer-problema-del-hombre

Torres, A., y Paravic, T. (2005). Morbilidad de la Mujer Trabajadora, Servicio de Salud Concepción, Chile. Chile: Ciencia y Enfermería.

Versión electrónica en el siguiente enlace:

https://scielo.conicyt.cl/pdf/cienf/v11n1/art08.pdf

NOTAS

[1] Para aquellos que busquen complementar lo cualitativo con lo cuantitativo, revísese la psicología fisiológica, una disciplina que se nutre de las neurociencias, y que aporta explicaciones biológicas sobre la estructuración y funcionamiento del humano; interpretaciones sobre el pensar-sentir-hacer, desde la materialidad humana. Neil Carlson y su texto “Fisiología de la Conducta” aportan elementos medulares sobre la explicación material de lo humano.

[2] Para un acercamiento a esta teoría, chéquese “Fundamentos de Psicología Política de Wilhelm Reich”.

[3] Etológicamente (desde la etología, la disciplina que estudia el comportamiento animal), se designan hembras a los seres que producen óvulos, y machos a los que producen esperma. Esto con base a los elementos conceptuales expuestos por Dröscher en su texto “La Vida Amorosa de los Animales”.

[4] Enunciamiento que para nada es nuevo, pues fue iniciado genialmente por Reich, y desarrollado y profundizado por Goodman, Althusser, Foucault y Bourdieu.

[5] Torres y Paravic, Morbilidad de la Mujer Trabajadora, p 79.

[6] Triste pensar en los vergonzosos porcentajes que se dedican en México para ciencia y tecnología.

Con relación al PIB del 2021:

– 0.2 para la Función Ciencia, Tecnología e Innovación.

– 0.1 para el Ramo 38 “Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología”.

– 0.4 para el Transversal 12 “Programa de Ciencia, Tecnología e Innovación”.

Ni siquiera el 1 %.  Por eso somos tercer mundo dependiente de la ciencia y tecnología de Occidente; estamos a siglos del 3 y hasta el 4 por ciento que se le dedica en primer mundo.

Cfr. CEFP, Evolución de los Recursos Federales, p 13.

[7] En contraposición, vean cuanto es de puro sueldo anual para diputados: 1, 264, 536 $

Lo que es aproximadamente 105, 378 mensuales.

Faltan sus 294,879 de prestaciones, de los cuales tan solo de gratificación de fin de año son 140, 504 $

Cfr. Cámara de Diputados, Presupuesto de Egresos 2021, p 73.

[8] Por ello, ante este estado deliberado de injusticia y explotación, Reich enunciaba que era necesaria la autogestión, en este caso, autoprotección de parte de la población, ante los abusos de los sectores legales e ilegales que la hegemonía usa para amedrentar y controlar a la población.

[9] Montseny, La Mujer, Problema del Hombre, p 2.

[10] Molyneux, El Feminismo Anarquista en la Argentina del siglo XIX, p 7.

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