Como he advertido durante algún tiempo, tarde o temprano el Kremlin perderá la paciencia con Washington y sus estados títeres europeos. Ya están apareciendo signos de esto. El ministro de Relaciones Exteriores ruso, normalmente muy diplomático, Lavrov, comparó su discusión con su homóloga británica, Liz Truss, con hablar con una persona sorda. Agregó: “Rusia ha sido engañada y agraviada durante muchos años, muchas veces, cuando se trata de acuerdos y obligaciones de otros estados”.

En una conferencia de prensa el 10 de febrero, Lavrov dijo que su homólogo ucraniano estaba “mintiendo con cara seria” y es miembro de la “escuela de Goebbels, y tal vez incluso supera el arte del principal propagandista del Tercer Reich”.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia dijo que Rusia no asistirá a la Conferencia de Seguridad de Munich de este año porque la conferencia “se ha transformado cada vez más en un foro transatlántico” y ha perdido “su inclusividad y objetividad”. Esta es una señal de que Rusia está aprendiendo a renunciar a las conversaciones interminables.

El embajador de Rusia ante la ONU, Gennady Gatilov, dijo que la «seria preocupación de Rusia es que Estados Unidos y sus aliados están exacerbando la situación hasta el punto en que el juego de aumentar las apuestas podría convertirse en una verdadera tragedia».

Incluso Putin está perdiendo la paciencia: “Ni una pulgada hacia el este nos dijeron en la década de 1990, y mira lo que pasó: nos engañaron, con vehemencia y descaradamente”.

La ira de Rusia se ha retrasado mucho. No habría sido capaz de mantener mi paciencia tanto tiempo. Sin embargo, no entiendo por qué Rusia sigue hablando de eso. Rusia dejó en claro en las conversaciones de seguridad que significa guerra si Ucrania se convierte en miembro de la OTAN. Occidente entendió el mensaje. Cuando Blinken y Stoltenberg dicen que depende de ellos y de Ucrania si Ucrania se convierte en miembro de la OTAN, simplemente están salvando las apariencias al hacer valer un derecho que no se atreven a usar. Ningún país de la OTAN invitaría a su propia destrucción provocando a sabiendas a Rusia a la guerra. Estados Unidos y la OTAN carecen de la capacidad de enfrentarse a Rusia en una guerra convencional, ya que las pocas gotas de tropas y equipos enviados a Europa “para disuadir la agresión rusa”testificar. Incluso tan loco como está Washington, Washington no se destruirá a sí mismo ni a su imperio europeo sobre Ucrania, Polonia o Rumania.

Las repúblicas de Donbass, el punto álgido de la confrontación militar, ya le han suplicado al Kremlin que las reabsorba en Rusia, su país de origen. El Kremlin podría borrar el punto álgido reabsorbiendo a los rusos de Donbass y recordándole a Occidente que «salga de nuestra puerta antes de que lo expulsen». Pero el Kremlin no quiere a Donbass más de lo que quiere a Ucrania. Al Kremlin se le ocurrió el Acuerdo de Minsk, porque el Kremlin quiere mantener a los rusos de Donbass en Ucrania por la misma razón por la que el gobierno soviético los puso allí: para diluir a los neonazis ucranianos y evitar un choque de trenes. El Kremlin no quiere la responsabilidad de Ucrania, y el Kremlin no quiere dar apoyo a los propagandistas occidentales para su afirmación de que Putin quiere restaurar el imperio soviético.

No creo que haya una crisis. Es una ilusión de crisis producida por interminables conversaciones que los rusos encuentran frustrante. Deberían dejar de hablar . Ucrania nunca será incluida en la OTAN a menos que Rusia se derrumbe militarmente. Si Donbass vuelve a ser parte de Rusia, nadie atacará Donbass. El punto crítico de los últimos siete años habrá desaparecido.

La supuesta “Crisis de Ucrania” ha demostrado que la OTAN no tiene capacidad para defender a Ucrania ni a ningún miembro de Europa del Este, ni, en mi opinión, a ningún miembro de Europa Occidental. Los gobiernos polaco y rumano lo saben mejor que nadie. Las bases de misiles estadounidenses los ponen en peligro, no los defienden. Se les quitarán las bases. Las bases no tienen ningún propósito polaco o rumano.

Es obvio que Washington, su títere británico y Stoltenberg están haciendo todo lo posible para provocar que Rusia invada Ucrania. La pregunta es ¿por qué? Una razón podría ser que una exhibición de dientes rusos asustará a los países de la OTAN para que regresen a los brazos de Washington, pero ¿por qué Europa, o parte de ella, apoya esto? ¿Prefieren los países europeos ser marionetas en lugar de estados soberanos?

Esos años en el pasado, cuando EE. UU. tenía medios de comunicación en lugar de una colección de prostitutas, los reporteros preguntaban a Biden y Blinken por qué estaban tratando de provocar una invasión rusa de Ucrania. Pero, por supuesto, las putas no hacen esas preguntas. Simplemente toman el dinero y realizan el acto necesario.

Me pregunto si el Kremlin tiene una explicación de por qué se provoca a Rusia de esta manera. Si Rusia decide atacar, dudo que Shoigu desperdicie los recursos militares rusos en una amenaza como Ucrania, que está siendo utilizada por Washington como un peón. Rusia, se supone, centraría su atención en la amenaza real. La mejor manera de hacerlo es ignorar a Washington y ocuparse de los asuntos de Rusia.

Es hora de que Rusia continúe con su asociación con China, estableciendo un nuevo sistema de pagos y una nueva moneda de reserva y desarrollando las relaciones comerciales asiáticas a las que ambos países se han comprometido. Es inexplicable por qué Rusia y China se enredaron en los tentáculos financieros de Washington. Es difícil creer que Putin y Xi sean tan crédulos como el estadounidense promedio. Ya es hora de que ambos países se deshagan de la economía neoliberal que los frena. Como hemos dejado claro Michael Hudson y yo, la economía neoliberal no tiene validez. Rusia debería utilizar sus exportaciones de energía a Europa para fortalecer el rublo facturando en rublos. ¿Por qué Rusia debería fortalecer el euro y el dólar facturando en esas monedas?

Rusia y China deberían simplemente salir del mundo occidental. Ni siquiera necesitan contacto diplomático. Occidente se está muriendo. Sus economías están disparadas. Como demostraron los mandatos de Covid y las vacunas forzadas, la clase de liderazgo occidental está comprometida con la tiranía. Australia incluso tiene ciudadanos en campos de concentración. Los gobiernos de Canadá y Estados Unidos han declarado que las protestas pacíficas son “terrorismo interno” y están tratando de culpar a Rusia de las protestas de los camioneros. Los medios occidentales no hacen más que mentir para los gobiernos. La cultura está podrida y sórdida, la libertad civil erosionada.

Rusia y China han salido de la tiranía asociada con Stalin y Mao, mientras que Occidente ha caído en la tiranía. Si hay alguna esperanza para la humanidad, no está en Occidente, que está demonizando a sus propios padres fundadores, demoliendo sus propios monumentos históricos, poniendo en la lista negra su propia literatura clásica, demonizando a sus propias poblaciones étnicas y permitiendo que los inmigrantes-invasores diluyan las fronteras nacionales. etnias traspasando las fronteras nacionales. Los países occidentales se están convirtiendo en Torres de Babel, desprovistos de la conciencia nacionalista que requiere el patriotismo. Los países con poblaciones que no tienen nada en común solo pueden mantenerse unidos por la fuerza. Dichos países son débiles e incapaces de hacer frente a los países unificados.

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