Fuente: Umoya num. 88 – 3er trimestre 2017                                            José Antonio Oquiñena (Vitoria)

Nacido en Dakar (Senegal), el 10 de Octubre de 1935, cursó la  enseñanza primaria en su país. A los 21 años se traslada a Francia para cursar los estudios de fisioterapia. La independencia de su país, en 1960, le despierta la ilusión por regresar a su patria con la esperanza de ayudar a construir un mundo nuevo. Vuelve de nuevo a París y, durante 20 años, desarrolla su trabajo como fisioterapeuta, lo que le ayudaría a comprender la perfección del cuerpo humano.

A los 51 años su vida cambia por completo y se convierte en el “ escultor del alma”. Mediante el uso de técnicas tradicionales, empieza a producir figuras impactantes. Inspirado en las fotografías de la alemana Leni Riefenstahl cincela la serie de luchadores nubios (5 hombres y 2 mujeres) que causan un enorme impacto, tanto en Dakar, como después en París, colocadas al aire libre delante del museo del Louvre. La misma acogida tienen más tarde sus esculturas
sobre los masai de Kenia y Tanzania, los zulús de Sudáfrica ,los fulani (nómadas del África Occidental) o los nativos americanos (años 90).
Además de en Francia, sus obras son expuestas también en Alemania
(Kassel, 1992), y en la Bienal de Venecia (1995) . La clave de su éxito, según los críticos, está ligada al conocimiento de la anatomía  humana. “Podrían vendarme los ojos y aun así, sería capaz de hacer  un cuerpo desde la cabeza hasta elpulgar del pie”
Diversos premios jalonan su carrera; “príncipe Clauss” (2008), miembro de la academia de Bellas Artes francesa (2012), siendo la primera persona de raza negra en obtenerlo.
La retrospectiva de su obra (Paris, 1999) atrajo a 3 millones de visitantes. Una larga enfermedad le impidió realizar numerosos
sueños y proyectos. Muere a los 81 años, en Dakar.