Fuente: https://periodicogatonegro.wordpress.com/2020/04/10/carne-es-muerte/
Hace 35 años salía este discazo de los pibes sensibles de Manchester. Arranca con el ritual del director, una canción que se despacha contra el represor, normativo y moralista sistema tradicional educativo: “Me quiero ir a casa, no me quiero quedar” cantaba Morrissey, imposible no amarlo por esos días post dictadura. La escuela a la que yo iba, el “Bartolomé Mitre”, era como una cárcel.
El disco sigue con “Rufianes de Feria”, un rockabilly en el que Morrissey escribe sobre robos con apuñaladas incluidas, faldas que dejan entrever lo que no está “permitido”, la cara sórdida y lúgubre de aquellas viejas ferias pueblerinas.