Fuente: http://loquesomos.org/de-recuerdos-suenos-ausencias-y-fantasmas/ Carlos Olalla
Carlos Olalla*. LQS. Febrero 2020
Nuestras maletas no pesan aunque cada vez están más llenas. En ellas está todo lo que dimos a quienes amamos y a quienes, simplemente, se cruzaron en nuestro camino
Van con nosotros allá donde vayamos, nos acompañan siempre, viven en nuestro interior abanando en silencio las lejanas brasas de lo que, un día, fuimos. Quizá no les veamos, pero nunca dejamos de sentirles. Forman parte de nosotros, son nosotros.
A veces nos parece verles en la calle, en el metro, cruzando un paso de peatones o aguardando que un semáforo o la vida cambie de color. Aparecen donde y cuando menos lo esperamos. Con ellos bailamos en las tormentas y juntos escuchamos el silencio de los conciertos. Los poemas nos recitan y nos pintan los cuadros desde que un día decidimos prescindir de lápices y pinceles. Sin saber cómo o por qué aparecen sin que les llamemos. Un olor, una canción basta para que aparezcan de nuevo. En su equipaje llevan todo lo que compartimos con ellos, lo que les dimos y lo que nos dieron, lo que construimos juntos en ese ayer que nunca sabrá de olvido. Pasa el tiempo, los años son meses y los meses días, todo, hasta nosotros, cambia, pero ellos permanecen y nos hacen sentir lo que sentimos entonces, ser lo que entonces fuimos.