Fuente: La Jornada/Robert Fisk 17.01.2020
E
n tiempos de guerrale dijo célebremente Churchill a Stalin,
la verdad es tan preciosa que la debería cuidar en todo momento un guardaespaldas de mentiras. Dijo esto en noviembre de 1943 –que casualmente era su cumpleaños 69– en un esfuerzo por transmitir al líder soviético la importancia de los engaños que hubo en la planeación del Día D. De hecho, los aliados sí engañaron a los alemanes, cuyos comandantes de la Wehrmacht pensaron que los desembarcos serían en el norte de Francia en vez de en las playas de Normandía.
Pero el significado de la verdad y las mentiras –e incluso el de la expresión tiempos de guerra
– han cambiado tanto en sentido y utilidad en la historia reciente de Medio Oriente, que es casi imposible aplicar hoy en día la cita de Churchill.
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