Fuente: https://www.investigaction.net/es/america-latina-en-resistencia-el-regreso-de-la-izquierda-en-peru/
- 29 Abr 2021
Uruguay / Álvaro Díaz Berenguer: “El ritmo de la epidemía es desastroso”
Durante un largo período, Uruguay fue señalado como un ejemplo por su manejo de la pandemia del Covid-19. Pero el escenario cambió radicalmente en los últimos meses, y el país tiene ahora tasas de mortalidad y contagios entre las más altas a nivel mundial. Para entender mejor la situación, hablamos con el Dr. Álvaro Díaz Berenguer, autor de varios libros e integrante de la Comisión de Bioética de la Academia Nacional de Medicina.
En pocos meses, Uruguay pasó de un “oásis” al país con la mayor tasa de contagios y una de las más altas tasas de mortalidad por millón de habitantes. ¿Qué sucedió?
Inicialmente la población uruguaya respondió muy bien a todas las medidas de distanciamiento social, de uso de tapabocas. Pero el aburrimiento, la fatiga y el permanente aislamiento se soportan hasta un cierto grado y después las medidas se aflojaron en todo sentido. Creo que hubo un sentimiento de que realmente la cosa no era tan grave, por lo que se fue abriendo la económica y se relajaron las medidas al punto que se disparó la pandemia a partir de noviembre.
En este momento en Uruguay hay 70 muertos por día, uno de los promedios más altos del continente en relación a la población por supuesto. Por otra parte, la atención médica está saturada. Las unidades de cuidados intensivos están al borde del colapso y desde el punto de vista moral hay sufrimiento de los médicos que deben decidir a quien internan y a quien no..
En muchos países, los gobiernos han abandonado las medidas restrictivas para promover la actividad económica. ¿Cómo ha actuado el presidente Lacalle Pou?
El presidente Lacalle priorizó la actividad económica frente a las medidas restrictivas, eso sin duda, sobretodo en los últimos meses. Además se propuso una cosa que el llamó la “libertad responsable” en donde se supone que la responsabilidad de lo que sucede cae en manos de la población. El problema es que sin contraloría la responsabilidad no funciona, porque en el fondo todo el mundo tiene que salir a trabajar.
Lacalle no estuvo de acuerdo en generar una renta básica y eso hizo inevitable que la gente saliera a ganarse la vida porque sino se morirían de hambre. El resultado también fue un aumento muy importante de la pobreza en el país. Se dice que ya supera los cien mil pobres y hay ollas populares para poder alimentar a la población, primero espontáneas y ahora apoyadas por el gobierno porque entendió que realmente la situación es dramática.
Partidos como el Frente Amplio han criticado la respuesta del gobierno como tardía e insuficiente. ¿Por qué? ¿Cómo podría evolucionar la situación en las próximas semanas?
El Frente Amplio, que es la principal oposición al gobierno, plantea desde hace mucho que tendría que haber una renta básica para impedir que la gente saliera de sus casas y pudiera quedarse sin necesidad de ir a trabajar. Plantea también que la necesidad de medidas restrictivas que disminuyan la circulación de la gente tendría que ser mucho mayor.
A partir de noviembre cuando empezó a desplegarse la curva exponencial, en ese momento había que tomar las medidas restrictivas y hacer una campaña comunicacional mucho más fuerte. Creo que en parte estas cosas no se hicieron porque de alguna manera se estaba muy contento con cómo se había llevado la pandemia hasta ese momento y aceptar el cambio a una curva exponencial significaba una derrota para el gobierno y las medidas que había tomado. El gobierno había hecho una comunicación permanente mostrando cómo se había manejado la epidemia y el éxito alcanzado.
En el momento actual hay un cambio muy manifiesto en la comunicación hacia la población, se mantiene un silencio y las voces que salen muestran entre comillas el éxito de la vacunación. Es cierto que la vacunación está transcurriendo a un buen ritmo pero de todas maneras el ritmo de la epidemia es realmente desastroso. Al ritmo que tenemos, con unos 3 mil casos diarios, es esperable todavía que dentro de 20 o 30 días la situación no cambie a pesar de los contagios alcancen una meseta. Así que lo que tenemos por delante es mayor saturación del sistema asistencial y probablemente un número de muertos que quizás pueda llegar a los 100 por dia. Con la vacunación es esperable que a partir de mayo empiece a disminuir la curva de los contagios y por ende la gravedad de los cuadros clínicos y el número de muertos.