Fuente: Iniciativa Debate/Jaime Richart
Además, habiendo tantos motivos para rechinar los dientes en un país donde por ejemplo la Justicia está cada día que pasa más desprestigiada, después de haber desprestigiado a la clase política batallones de políticos (por decirlo suave) conservadores, esta campaña permanente y ruidosa del feminismo a toda costa sin reposo ni medida, está retrayendo y cohibiendo al macho hasta extremos peligrosos. Pero aún hay otro grave efecto: que hace olvidar otras causas sociales de mucha envergadura. Por ejemplo, el referéndum monarquía-república que estamos esperando tras una más que sospechosa Transición, después de haber proclamado una farsa de democracia a golpe de corneta constitucional.