Triunfo de la propaganda: de las Antorchas de la Libertad (1929) a la Pandemia (2019)

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El triunfo de la propaganda: de las Antorchas de la Libertad (1929) a la Pandemia (2019)

Aunque Edward Bernays es muy conocido y citado, a derecha e izquierda, creo que tiene interés volver a él, especialmente en estos tiempos tan ‘covidianos’.

Por sus escritos y proyectos ha sido presentado de todas las maneras: «genio de las relaciones públicas», «el padre de las relaciones públicas», incluso «el hombre que cambió el mundo», también (con sorna) «asesor de imagen» y con una opinión aún más dura: «vendedor de humo». Sin embargo Noam Chomsky lo clava cuando se refiere a él desde la política, en lugar de la mercadotecnia:

«Su libro ’Propaganda’ (Horace Liveright, New York, 1928) que se puede leer en http://archive.org/details/BernaysP… es un manual para la entonces naciente industria de las relaciones públicas. Señala que la manipulación consciente de los hábitos y opiniones de las masas es la característica central de una sociedad democrática. Es la esencia de la democracia. Tenemos los medios para reglamentar las mentes de las personas de forma tan eficiente como los ejércitos reglamentan a los soldados. Debemos hacerlo así. Primeramente es la esencia de la democracia, pero también es la forma de mantener las estructuras del poder, de la autoridad, la riqueza, etc.» (1)

Según se avanza por el breve artículo de Mickey Z. titulado ‘Trinidad impía: Medicina, Ciencia y Poder Corporativo’ (2), no se puede evitar pensar con aprensión sobre el cínico atrevimiento de Bernays y también sobre la incapacidad de su ideal de democracia para conseguir el bienestar de las personas, menos aún su felicidad.

A pesar de ello no hay duda de que hoy día estamos rodeados de Bernays cibernéticos y no sólo para vendernos productos, experiencias y paraísos. Hoy la versión Bernays.2 es aún más peligrosa.

Al fin y al cabo, su campaña de “Las Antorchas de la Libertad” (que conoce bien el propagandista y asesor político de la Presidenta de la Comunidad de Madrid) apelaba a la mujer que desea la libertad, también tener una buena figura, considerarse -al menos parecer- una dama de moda, interesante, etc.

Desde entonces, los medios usados por los propagandistas se han perfeccionado enormemente: Google y sus satélites reinan supremos; su objetivo es el mismo: «la manipulación consciente de los hábitos y opiniones de las masas»; el resultado está a la vista: las masas están cautivas y desarmadas.

Brevemente: cien años después de aquella campaña, los relaciones públicas -en la empresa y la política- siguen mintiendo y la gente sigue comprando y votando a unos y otros respectivamente.

¿Nada nuevo entonces, todo como siempre? No del todo, Mickey Z. alude por dos veces en su texto «al contexto actual de las grandes farmacéuticas». A ese contexto quiero referirme a continuación, aunque no sobre la industria farmacéutica, hay más elementos.

El último bien de consumo que se está colocando en el mercado mundial (económicamente hablando, desde luego) no es precisamente lo que se conoce como ’el producto estrella que todos desean’, la ’joya que le hará feliz toda la vida’, tampoco ‘el objeto que todos envidiarán’, etc., sino una vacuna nueva.

La aparición de la COVID-19 es probablemente una de las consecuencias del deterioro de las condiciones y elementos básicos para la vida en el planeta debido a las masivas alteraciones causadas principalmente en los últimos cien años por el hombre en la tierra, el mar, el aire y en el clima. Además es un factor que interacciona con el aumento sideral de la brecha económica entre una minúscula minoría de potentados y una enorme mayoría de trabajadores cada vez más castigados por aquélla, también moralmente, debido a la eterna explotación del hombre por el hombre. También interacciona con las políticas agresoras de países poderosos, que dilapidan sin medida recursos de todo tipo para agredir a los países débiles de todas las maneras imaginables (guerras de primera a cuarta generación) en lugar de usarlos para el bienestar común de la Humanidad.

Esta situación y los nuevos problemas que llegarán, más bien que se están presentando: escasez, aumento general de precios, acaparamiento, aumento de las tensiones y del desorden internacional, etc., seguirá degenerando con consecuencias globales, aunque no iguales para todos, pero los Bernays del siglo XXI, impasible el ademán, son capaces de vestir a la mona de seda, aunque mona se queda.

Quizás ha llegado el momento triunfal para los relaciones públicas: una campaña de propaganda capaz de convencer a muchísima gente a la vez. Pero esta vez no para que consuma una apetitosa novedad, sino una vacuna que, según se ha manifestado desde que el Presidente de Rusia anunció el 11 de agosto de 2020 que su organismo regulador de la salud había aprobado la primera vacuna del coronavirus para su uso generalizado, no consigue acabar a base de pinchazos – muchos repetidos una y hasta dos veces, de momento- con lo que se conoce como ´la pandemia’.

¿Tal vez porque no hay en el mundo suficientes centros de investigación y universidades con sus investigadores de primera fila y laureados con el premio Nobel, no hay apoyo de las principales instituciones internacionales, tampoco medios técnicos de vanguardia ni económicos disponibles?

Es hora de preguntar a los líderes del mundo si es que la solución a la pandemia está mal gestionada, desde luego sí lo está cada vez más contestada, con contradicciones, dudas y sombras de mal agüero. Eso teniendo en cuenta el aumento exponencial de las ganancias de las farmacéuticas, aunque no consigan parar la pandemia, sin olvidar que además se han blindado legalmente contra las demandas de daños y perjuicios que puedan causar a sus consumidores.

La nueva propaganda no se basa en estimular el deseo natural del placer, sino en propagar el miedo atávico, algo muy contagioso. Imprimiendo en la población el miedo a la enfermad (propia y de los allegados), pero también a la presión de las autoridades, al ostracismo social, a la pérdida del trabajo y de otras actividades sociales, la carga emocional puede llegar a ser insoportable.

Queda una escapatoria desde luego, pero es una ilusión: un pinchazo y sigues dentro del grupo, por tanto parece que te mantienes seguro. Puede ser, pero ¿hasta cuándo? En realidad lo único que se ofrece hoy mismo son más rondas de pinchazos de refuerzo, se recomienda que el calendario de vacunas incluya la de la COVID-19 anualmente… y ojo a las cepas, variantes…

Una autoridad mundial, tanto que ni siquiera cita una fuente médica reconocida, el diario La Razón, publicó el 21 de marzo de 2021 que «las cepas más peligrosas de la covid se extienden por España: ya hay al menos 128 casos. Provienen de Sudáfrica, Brasil, Nigeria, California, Nueva York y Portugal. En muchos casos Sanidad no encuentra vínculo con el país de origen, lo que indicaría transmisión comunitaria del coronavirus.” (3)

Hoy, siete meses después, de esos desdichados no hemos vuelto a saber nada de nada. Una verdadera tragedia, aunque era de esperar por su estado, pero un milagro se ha obrado: al menos el diario sigue vivo con su curso habitual.

¿Quién querría someterse de sopetón y sin garantías a una -o más- dosis de una vacuna diseñada a toda prisa por la generosa y humanitaria industria farmacéutica, sobre la que penden un montón de dudas, entre ellas precisamente la de recomendar urbi et orbi la repetición de nuevas dosis, probablemente sine die?

Google da una cifra al respecto: si tecleas en inglés la pregunta ¿es segura la vacuna contra la COVID-19? se muestra este resultado: “Aproximadamente 2.080.000.000 resultados.” (28 de octubre de 2021)

También hay una respuesta: “Las tres vacunas autorizadas o aprobadas por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, Estados Unidos, por sus siglas en inglés) han sido sometidas a pruebas exhaustivas y se ha comprobado que son seguras y eficaces para prevenir la COVID-19 grave. Siguen siendo sometidas a un continuo e intenso control de seguridad.” Ni sí ni no, sino todo lo contrario. (www.hopkinsmedicine.org/health/cond…)

Casualmente, “el 2 de marzo de 2020, la Agencia Europa del Medicamento (EMA por sus siglas en inglés) introdujo cambios en su estructura organizativa para garantizar un funcionamiento lo más eficiente posible, con el fin de obtener resultados de alta calidad para la salud pública y animal.”

“El Consejo de Administración está formado por 36 miembros, nombrados para actuar en interés público, que no representan a ningún gobierno, organización o sector. El Consejo (…) es responsable de garantizar que la Agencia trabaje eficazmente y coopere con éxito con las organizaciones asociadas en toda la UE y fuera de ella.
(www.ema.europa.eu/en/about-us/who-we-are)

¿No representa a ningún gobierno? ¿Entonces quién ha nombrado a esos valientes? ¿Qué organizaciones asociadas cooperan y cómo? “¡Claro que lo entiendo, incluso un niño de cinco años podría entenderlo… ¡que me traigan un niño de 5 años!” (Groucho Marx en Sopa de Ganso, 1933)

Hay otras cifras de interés: según publica Statista el 21 de octubre de 2021, «a fecha de 17 de octubre de 2021, alrededor de 4,9 millones de personas habían fallecido a nivel mundial a consecuencia de la COVID-19.» (4)

Según Worldometer, en la tierra viven hoy ocho mil millones de personas (y subiendo). (5) Suponiendo, que es mucho suponer, que todas aquellas defunciones son a causa de la COVID-19 y redondeando al alza, cinco millones de muertos para ocho mil millones de vivos, sale a 0,0000000625.

Por otro lado, casi el doble, alrededor de nueve millones de personas, mueren de hambre y enfermedades relacionadas con ésta cada año. (6) ¿Los países más poderosos, la ONU y la OMS, las farmacéuticas, la comunidad internacional, el uno por ciento de potentados… no pueden hacer nada por éstos? Al fin y al cabo son muchos los que vencen a la COVID-19 con sus propias defensas, pero ningún hambriento empobrecido tiene esa oportunidad.

Pero lo más extraño es que si es tan importante para la Humanidad la vacuna que va a acabar con la pandemia -aunque parezca poco impactante, está muy lejos de la Peste Negra que en el siglo XIV ocasionó la muerte de entre el 30 y el 60 por ciento de la población europea- ¿por qué el Banco Mundial acaba de afirmar lo que sigue?
«La situación que vemos ahora mismo es absolutamente inaceptable, porque gran parte del mundo permanece sin vacunar y esto es un peligro para todos nosotros.»

«A fecha de 28 de julio, el 84 por ciento de todas las dosis ya administradas hasta ahora han ido para los países de ingresos altos y medio altos. En países de bajos ingresos ese porcentaje es espantosamente bajo, 0,3 por ciento).» (7)

Por si fuera poco, «más de 3.800 organizaciones inscritas en el registro de transparencia de la Unión Europea (de un total de 12.387) declararon su interés en asuntos relacionados con la salud pública (una fórmula torticera para no decir la verdad: presionar de varias maneras, sobre todo las no confesables, a los altos funcionarios) (…) solo tienen la obligación de informar de sus encuentros con comisarios, sus asesores o directores generales de la Comisión. Al afectar únicamente a los puestos más altos, los niveles más bajos, como asistentes o funcionarios europeos, se quedan al descubierto para que los lobistas hagan llegar sus mensajes.» (8)

De esta pandemia salimos todos juntos, reza la propaganda, pero la verdad es muy otra: El diario El Salto da cuenta de “una investigación de The Intercept publicada el pasado 23 de abril (que) muestra cómo cien lobistas de las grandes farmacéuticas han desplegado su trabajo en Washington DC para evitar las medidas de liberación de patentes.” Es decir, que “cien lobistas de los laboratorios farmacéuticos trabajan para que las vacunas no lleguen a los países pobres”. (9)

Parece que la industria farmacéutica rema en otra dirección ¿cuál podría ser? Sigue la pasta, suele decirse. Unos 36 millones de euros anuales se gasta en presionar a la Unión Europea, según publica eldiario.es el uno de junio de 2021. (10)

Los que tengan un ánimo templado pueden leer el informe “La capacidad de fuego del grupo de presión farmacéutico sobre la Unión Europea y sus implicaciones para la salud pública”, que se ocupa de las obras de caridad que realiza esta industria sin que su mano izquierda sepa lo que hace la derecha con los aproximadamente 40 millones de euros que gastan en esa presión anualmente desde hace al menos una década. (11)

Por otro lado no hay duda de que hay un virus, mejor dicho, billones. No es un sueño dorado de las farmacéuticas, ya los tenemos desde mucho antes que apareciese el coronavirus: “Si bien se cree que tenemos aproximadamente la misma cantidad de células bacterianas que células humanas en nuestro cuerpo (alrededor de 37 billones), probablemente tengamos al menos 10 veces más partículas de virus.” (12)

Tampoco la hay de que la historia muestra que gobiernos y empresas, separados o juntos de la mano, son capaces de todo, por criminal que sea:

“El pasado 9 de septiembre de 2012, poco después del 50° aniversario de la descripción del efecto teratógeno de la talidomida, Grünenthal, la compañía farmacéutica que la descubrió y comercializó, pidió por primera vez disculpas públicamente por las graves malformaciones provocadas por el fármaco en niños cuyas madres embarazadas tomaron el medicamento. Las palabras utilizadas en el discurso por el director ejecutivo de la compañía han sido consideradas como inapropiadas, insuficientes y tardías por las asociaciones de víctimas de países como Alemania, Gran Bretaña, Japón, Canadá, Australia y España. Todas ellas coinciden unánimemente en que las disculpan carecen de sinceridad, que no se corresponden con la responsabilidad judicial, las irregularidades en el proceso de comercialización de la talidomida y la negativa a proporcionar una compensación económica y recursos sanitarios suficientes a las víctimas.”

Por cierto, en 1959, la talidomida fue comercializada en España:

“Durante más de 30 años, las autoridades españolas negaron la venta de talidomida y, por tanto, la existencia de casos en nuestro país. Aunque se han calculado entre 1.500 y 3.000 los recién nacidos con malformaciones, la falta de un registro oficial de afectados ha impedido el acceso de estos a cualquier compensación económica o ayuda sanitaria. Únicamente 4 españoles fueron recompensados por el gobierno alemán y Grünenthal tras cumplir estrictos criterios médicos, conservar la receta original de la talidomida, el nombre de la farmacia en la que se compró y el propio recipiente.” (13)

Es una historia cuajada de mentiras, conspiraciones, muertes, colaboraciones con el nazismo (14), repetida una y otra vez mediante diferentes medios y razones, que ha causado millones de víctimas repartidas por todo el planeta.

¿Es razonable descartar todo lo anterior simplemente espetando ¡conspiracionista! a quien no quiere comulgar con ruedas de molino? ¿Es que enfermos y sanos no se merecen mucho mejor trato de sus gobernantes, las farmacéuticas y para qué nombrar la Unión Europea si ni siquiera da la cara, que la mantiene oculta tras las agencias externas y la ausencia de los gobiernos? ¿Por qué no se puede estar repitiendo la historia de la talidomida hoy? Sin embargo es claro que han hecho de todo sin escrúpulos cuando lo han considerado conveniente para sus intereses.

Dice al respecto Transparency International: “Nada pone más a prueba la confianza de los ciudadanos en su gobierno que una crisis, especialmente una de la magnitud de la actual pandemia. Mientras la gente luchaba contra la crisis del COVID-19, muchos políticos de la Unión Europea (UE) encontraron nuevas oportunidades para consolidar su riqueza y poder mediante la connivencia con las empresas, la restricción de las libertades cívicas y la elusión de las medidas anticorrupción.

Gran parte de esto ocurría a puerta cerrada, pero los ciudadanos eran conscientes de que los recursos se desviaban a favor de ciertos grupos poderosos en lugar de utilizarse para el bien común.” (15)

¡Más madera, que traigan otra vez al niño de Marx, mejor dicho, a la guardería entera y que expliquen desde el principio lo de la COVID-19 a los afectados y a los deudos!

Dejemos al virus a los biólogos y a los demás investigadores de la salud pública y otras especialidades médicas que hagan su trabajo. Fuera de laboratorios y hospitales hay mucho que hacer también: no la patochada de aplaudir y homenajear, sí reconocer y pagar el trabajo de cualquiera que esté contribuyendo a la salud de todos; hay que nacionalizar las farmacéuticas que se nieguen a liberar las patentes en casos de epidemia, investigar su modus operandi; hay que responsabilizarlas de los errores que haya cometido -junto con sus lobbies y funcionarios palafreneros- y que se juzguen las malas prácticas habidas y si ha habido violación de los derechos de los enfermos. Sobre todo exigir el derecho humano a una sanidad universal, pública y gratuita en todo el planeta hasta que sea una tautología.

(1) Noam Chomsky: On Democracy and Education, Psychology Press, 2003, páginas 227-8.
(2) Este artículo lo escribo a partir del que escribió Mickey Z que traduje al castellano y que publicó Grupo tortuga con el título ‘Trinidad impía: Medicina, Ciencia y Poder Corporativo’ el 27 de octubre de 2021.
(3) www.larazon.es/sociedad/20210321/gp…
(4) http://es.statista.com/estadisticas…
(5) www.worldometers.info/es/poblacion-…: :text=Poblaci%C3%B3n%20Mundial%3A%207.8%20Billones%20de%20Personas%20(2021)%20%2D%20Worldometer
(6) www.theworldcounts.com/challenges/p…
(7) www.worldbank.org/en/news/podcast/2…
(8) http://civio.es/quien-manda/2021/05…
(9) www.elsaltodiario.com/coronavirus/m…
(10) www.eldiario.es/sociedad/grandes-fa…
(11) The firepower of the EU pharmaceutical lobby and implications for public health, http://corporateeurope.org/sites/de…
(12) www.bbc.com/mundo/noticias-56046216
(13) http://analesdepediatria.org/es-tal…
(14) “Pfizer, el gigante farmacéutico que escondió que uno de sus medicamentos parece prevenir el alzhéimer”: www.bbc.com/mundo/noticias-48530398
“Bayer 150 años de sombras”: www.rmedica.es/edicion/152/bayer-15…
“Mafias farmacéuticas”: https://mondiplo.com/mafias-farmace…
(15) https://www.transparency.org/en/new…

Grupo Tortuga

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