Fuente: La Jornada/Stella Calloni Domingo 31 de mayo de 2020, p. 24
gringo contra el indio, sostiene Evo Morales.Foto Afp
Buenos Aires. A seis meses del golpe de Estado contra el ex presidente Evo Morales en Bolivia, exiliado ahora en Argentina, advierte sobre la grave situación que vive ese país “bajo un gobierno de facto” que encabeza la autoproclamada presidenta Jeanine Áñez. Señaló que además de la represión, la persecución política, destruyó el modelo social, económico y los logros alcanzados durante su administración (2006-2019), en momentos en que están llegando tanques de guerra de las distintas guarniciones militares a La Paz y se expande la pandemia de Covid-19 con la total ausencia del Estado, tan necesario para la población
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Exiliado y en cuarentena en Buenos Aires, el ex presidente boliviano habló con la Jornada.
La llegada de los tanques de guerra a La Paz inquieta a Morales que está en comunicación permanente con los dirigentes del Movimiento al Socialismo (MAS), agrupaciones campesinas y sindicales.
“La pandemia no se combate con tanques de guerra, ni fusiles ni gases, sino con la presencia activa del Estado. Ante la gravedad de la situación social se necesitan alimentos en forma urgente y control sanitario. Anoche estuve comunicado con Bolivia y hoy ya sabemos que llegaron tres tanques de guerra a La Paz. La semana pasada llegaron 10 tanques desde la localidad de Tapalcá y Coro Coro. De Patacamaya van a llegar ocho, y 14 están en regimientos de la ciudad “, advirtió.
En este mismo esquema, recordó que Áñez habló de una cuarentena flexibilizada, “y nos preguntamos para qué tanques de guerra. Tampoco las elecciones se hacen con ellos. Por otro lado vemos que al pueblo solidario del trópico de Cochabamba –que lleva frutas y alimentos, comida para los más desamparados, compartiendo lo poco que tienen– lo detienen y encarcelan, entre ellos alcaldes de algunas localidades, provocando cada vez más conflictos con la población”.
Todos estos pasos resultan amenazantes, considerando que existe una clara intención de mantener un supuesto gobierno de transición, como una dictadura que impediría las elecciones
. Antes y ahora todas las encuestas revelan que el depuesto MAS continuaría ganando en cualquier proceso electoral.
“El coronavirus, además de la tragedia que significa para el pueblo boliviano, benefició al gobierno de facto, que era sólo de transición, pues suspendió las elecciones programadas para el 3 de mayo de forma indefinida”, sostiene Morales.
Agregó que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó para Bolivia una cuarentena rígida, pero Áñez no la aplicó y la situación de las familias más humildes se agrava por la ausencia del Estado, lo que puede empeorar para algunas regiones como el Beni con la expansión rápida del contagio
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Relata que acaba de comunicarse con ese lugar, donde un joven militante que estuvo en Buenos Aires cuando se lanzó la campaña electoral (febrero pasado) está agonizando. Nos sentimos impotentes ante la grave situación del Beni
dijo.
“Esto demuestra la destrucción del sistema de salud, que avanzó en todo el país con la ayuda de los médicos cubanos, quienes vinieron a Bolivia a cambio de nada, no pidieron nada, estaban haciendo un trabajo muy importante, no vinieron a privatizar nada, sino a ayudar a este proyecto de salud para el pueblo y recuerdo siempre que Fidel (Castro) me dijo una vez: ‘nosotros compartimos lo poco que tenemos, especialmente en derechos a la educación y salud’. Fidel sigue siendo para mí el hombre más solidario del mundo. Estos médicos fueron expulsados y maltratados por el gobierno de facto, y nunca como ahora hacen falta en Bolivia.”
Sobre el gobierno de Áñez sostuvo: “Nunca fue para nosotros de transición; es un gobierno de facto, una dictadura incluso igual o peor que las de Luis García Meza (1980-1981) y Hugo Banzer (1971-1978). Bolivia está siendo gobernada por los estadunidenses, por la CIA. El asesor privado de la presidenta de facto (Érick Foronda) era vocero de la embajada estadunidense. El ex ministro de Salud (Marcelo Navajas) era el médico de la embajada de Estados Unidos y además tiene una clínica privada por lo que de hecho no podía ocupar el Ministerio de Salud. Es el mismo que estuvo en el caso de los sobreprecios de los respiradores y cuando se hizo la investigación dijo que el sobreprecio en esa compra fue por orden de la presidenta y el ministro de Gobierno, lo confesó al ser detenido y encarcelado”.
Morales denunció la amenaza de Áñez a los senadores, a quienes dijo que los mandaría a la cárcel si no votaban los ascensos militares propuestos.
En referencia a la situación actual señaló: “Esto no es pandemia, sino una guerra biológica y económica. Recuerdo que hace años leí que varias organizaciones internacionales, especialmente el Fondo Monetario Internacional, establecían que en la política hacia el Nuevo Orden Mundial, era necesaria una planificación para la reducción de la población y ¿cuál es la población ‘innecesaria’?, son los humildes, los de la tercera edad, los discapacitados, los pobres, todos son para ellos innecesarios. Pienso que es una guerra biológica”.
En este aspecto señala que Estados Unidos “concibe a la población ‘innecesaria’ como una carga mala para el Estado y esa guerra biológica tiene lugar en ese país que en estos momentos dejó de ser una potencia mundial. Esta Tercera Guerra Mundial la ganó China sin disparar un arma. Con semejante población, mil 500 millones de habitantes, tiene control de la situación, mientras la potencia mundial, Estados Unidos, es el país con la mayor cifra de muertos y continúa, sin embargo, con sanciones y bloqueos contra Cuba, Venezuela, Nicaragua, Irán y otros países. Sigue invirtiendo en intervenciones militares y rompe relaciones con organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud, que es negar el derecho a la vida.
Todo el mundo debiera entender que la salud es un derecho humano. La vida no puede ser una mercancía y no se puede terminar con un sistema de salud público y tratar de regresar a un sistema de salud privatizado. La salud no es un negocio, las industrias de medicamentos en el mundo no deberían estar en manos privadas, no pueden estar viendo cómo acabar con la vida de un ser humano que no debe ser negocio. Las naciones deben debatir sobre estos temas y las investigaciones sobre salud deben ser estatales.
Evo no duda de que el golpe de Estado fue del gringo contra el indio que había demostrado lo que pudo construir, demostrado que otro mundo es posible, que otra Bolivia era posible. Golpe de Estado a nuestro modelo económico, que había surgido sin embajada de Estados Unidos, sin USAID (Agencia Internacional para el Desarrollo) sin FMI demostramos que era posible, Ni ellos ni el FMI pueden mostrar otro modelo alternativo, sólo el de ellos: pobreza, desigualdad y saqueo. Es importante la lucha de nuestros pueblos y el pueblo boliviano está luchando por la dignidad, la democracia, por la Patria y estamos seguros que lo lograremos y volveremos a ser una Bolivia que era modelo y por eso nos golpearon. Volveremos
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