Fuente: La Jornada Reuters y Sputnik Martes 8 de marzo de 2022, p. 22
Compararlas es actuar con doble rasero
Los intentos de usar a la isla para disuadirnos están condenados al fracaso: canciller Wang
Pekín. Las cuestiones de Taiwán y Ucrania son diferentes, ya que Taiwán siempre ha sido parte de China, sostuvo ayer el ministro chino de Asuntos Exteriores, Wang Yi, quien destacó que tratar de equiparar las situaciones es actuar con un doble rasero
.
China reclama la isla como territorio propio y en los últimos dos años ha aumentado la presión militar contra Taiwán, sin renunciar nunca al uso de la fuerza para someterla al control de Pekín.
Los gobiernos de China y Taiwán coinciden en que las situaciones de Taiwán y Ucrania son diferentes, aunque por motivos distintos.
Pekín dice que Taiwán nunca ha sido un país independiente, mientras la isla afirma que es importante geopolíticamente y que, a diferencia de Ucrania y Rusia, no comparte ninguna frontera terrestre con China.
Wang afirmó que las cuestiones de Taiwán y Ucrania “no son en absoluto comparables, ya que la situación en Taiwán es un asunto interno de China y la de Ucrania es una disputa entre dos países.
Hemos visto que algunas personas hacen hincapié en el principio de soberanía en la cuestión de Ucrania. Sin embargo, siguen socavando la soberanía y la integridad territorial de China en la cuestión de Taiwán. Esto es un doble rasero
, sostuvo en aparente referencia a Estados Unidos.
Washington es el principal patrocinador internacional y proveedor de armas de Taiwán, una fuente frecuente de fricciones en los vínculos entre China y Estados Unidos.
Pekín no reconoce ninguna reclamación de soberanía por parte del gobierno de Taiwán, que a su vez afirma que la República Popular China nunca ha gobernado la isla y que sólo el pueblo taiwanés puede elegir su futuro.
Wang destacó que Taiwán finalmente regresará al abrazo de la patria
, y subrayó que algunas fuerzas de Estados Unidos, con el objetivo de contener a China, alentaban a quienes abogaban por la independencia de Taiwán, desafiando así el principio de una sola China
y perturbando las relaciones internacionales, así como socavando la paz y la estabilidad en el estado insular.
Wang subrayó además que los intentos de usar a Taiwán para disuadir a China están condenados al fracaso
.
Las relaciones entre Pekín y Taipéi quedaron suspendidas en 1949, después de que las fuerzas del partido nacionalista chino Kuomintang, encabezado por Chiang Kai-shek, sufrieron una derrota en la guerra civil contra el Partido Comunista de China y se trasladaron a la isla de Taiwán.
Los vínculos entre Taiwán y China continental sólo se restablecieron a nivel empresarial e informal a finales de la década de los 80.