El Gobierno ruso va a ayudar a Siria a romper el bloqueo  económico estadounidense contra el país árabe, indicó el ministro de Asunto Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, quien este llegó a Damasco, en su primera visita en ocho años y sostuvo una reunión con el mandatario de ese país, Bashar Al-Assad.

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Lavrov, quien encabeza la delegación del Gobierno ruso en la capital siria, manifestó que «algunos países y potencias extranjeras están intentando imponer sus propios planes en el país árabe.

En la reanudación de su actividad diplomática, afectada por la pandemia de la Covid-19, el canciller ruso Lavrov llegó a Damasco donde, además de con Al-Assad, sostuvo un encuentro con su homólogo, Walid Mualem.

La sanciones «no están permitiendo que la economía siria atraiga inversión y, de hecho, esto es un bloqueo, una posición destructiva de Estados Unidos y de las potencias occidentales, por lo que nosotros estamos haciendo esfuerzos para romperlo», afirmó en una rueda de prensa el viceprimer ministro ruso, Yuri Borísov.

Al respecto, el jefe de la diplomacia rusa manifestó que las potencias están «sofocando al pueblo sirio usando sanciones económicas» y por ello la delegación rusa acudió a Damasco para abordar «las perspectivas futuras para desarrollar las relaciones ruso-sirias y discutir la situación» en el país en guerra.

Lavrov y Al-Assad, en las conversaciones sostenidas destacaron que la situación militar en Siria se mantiene en «una calma relativa y se debe trabajar para consolidar esa tendencia», de acuerdo a las declaraciones del ministro de exteriores ruso en una rueda de prensa posterior.

Tanto el canciller ruso como el presidente sirio destacaron la importancia de la visita de la delegación rusa para la cooperación bilateral, en especial Al-Assado agradeció a Moscú «por la ayuda humanitaria prestada en la lucha contra una complicada situación epidemiológica, en la lucha contra el terrorismo y el apoyo político en general».

 

Del encuentro trascendió que Rusia y Siria firmarán en diciembre un acuerdo que definirá las relaciones bilaterales para los próximos años, anunció el vice primer ministro ruso; quien dijo a propósito: «esperamos que durante mi próximo viaje [a Siria], ojalá en diciembre, se firme este acuerdo que determinará nuestros principales puntos de interacción en todos los ámbitos para el futuro próximo».

Además, Borísov declaró que Rusia en el marco de una nueva hoja de ruta sobre energía con Siria, planea restaurar 40 instalaciones de infraestructura energética en este país.

En el marco de Ley César, aprobada el pasado junio por Washington, existen sanciones contra Al Asad, su mujer y su entorno, así como todas aquellas entidades extranjeras que inviertan en la reconstrucción del país tras casi una década de conflicto armado.