El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia lamentó este miércoles la expulsión de dos diplomáticos en su embajada en Italia por parte de las autoridades de esa nación.
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“Lamentamos la expulsión de Roma de dos empleados de la embajada rusa. Estamos aclarando las circunstancias de esa decisión”, lamentó la Cancillería del Kremlin.
Además, destacó que esas acciones no están en concordancia con el nivel de las relaciones entre Moscú y Roma, y añadió que próximamente declararían sobre posible respuesta de Rusia a la decisión italiana.
Por su parte, el canciller de Italia, Luigi Di Maio, dijo este miércoles en su cuenta en Twitter que el embajador ruso en Roma, Serguéi Razov, fue llamado a la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación Internacional.
Igualmente apuntó que, durante el encuentro, al embajador ruso en ese país se le informó de la expulsión inmediata de dos de sus funcionarios relacionados con presunto delito de espionaje y le manifestó la “rotunda protesta del Gobierno italiano”.
Anteriormente, la Unidad Operativa Especial (ROS, por sus siglas en italiano) detuvo en Roma a un capitán de fragata de la Marina Militar de Italia y a un oficial de las Fuerzas Armadas de Rusia acreditado ante la embajada rusa en ese país.
De acuerdo con medios locales rusos, en su contra pesan graves delitos de espionaje y de atentado contra la seguridad del Estado italiano.
Según un comunicado de ROS, la detención fue “en un encuentro clandestino entre los dos, sorprendidos in fraganti inmediatamente después de la cesión de documentación clasificada por parte del oficial italiano a cambio de una suma de dinero”.
La detención de un empleado de su Agregaduría Militar fue confirmada por la misión rusa, al tiempo que las autoridades italianas no revelaron los nombres y cargos de las personas expulsadas, como indicaron medios locales.