El Gobierno de Rusia anunció este lunes que explora opciones para exportar su oro a otros mercados tras las sanciones impuestas a este producto por el Grupo de los Siete (G7).

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El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, señaló que a partir de las “decisiones ilegítimas” impuestas, el mercado del oro ruso reorientará su exportación “donde esos productos sean más demandados y hayan regímenes económicos más cómodos y legales”.

Al mismo tiempo, el vocero del gobierno ruso aseguró que «el mercado de metales preciosos es global, bastante grande, voluminoso y muy diverso» puesto que Rusia es el tercer productor de oro en el mundo.

A pesar de que las sanciones hayan sido impulsadas por el presidente estadounidense Joe Biden, el país norteamericano no se encuentra entre los principales consumidores del producto a diferencia de India, China así como países de Medio Oriente.

De igual forma, el G-7 elevará los aranceles a más de 570 productos rusos valorados en 2.300 millones de dólares, lo cual serán empleados “para ayudar a Ucrania y garantizar que Rusia pague el coste de la guerra”.

No obstante, múltiples economistas de diversas áreas del orbe han expresado que con estas sanciones no es Rusia quien precisamente salga perdiendo y obtenga las mismas consecuencias que con los vetos predecesores.

Desde el comienzo de la operación militar en Ucrania, Occidente ha aplicado a Moscú más de  10 mil sanciones, dentro de las cuales se incluye la congelación de 300 mil millones de dólares de su Banco Nacional.