Rusia denunció este martes la magnitud y el destino final de las armas que las potencias occidentales, encabezadas por Estados Unidos, han enviado a Ucrania desde febrero pasado luego que Moscú inició una operación militar especial en territorio ucraniano.

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Durante una actualización ofrecida en conferencia de jefes de las fuerzas armadas rusas, el ministro de Defensa Serguéi Shoigú dijo que ya se habrían entregado a Ucrania más de 28.000 toneladas de material militar por parte de los ejércitos occidentales, comenzando por Estados Unidos.

Según los informes citados por Shoigú, algunas armas extranjeras suministradas por las potencias occidentales a Ucrania se estarían extendiendo por la región de Oriente Medio y también habrían llegado al mercado ilegal de armamentos, sin poder determinar con certeza en manos de quién quedaron.

Asimismo, el titular de Defensa calificó de exitosa una ofensiva del ejército ruso y unidades de las autoproclamadas repúblicas populares de Donestk y Lugansk, la cual habría reducido el número de lo que Moscú llama mercenarios extranjeros, así como de empresas militares privadas que operan en Ucrania, al amparo del Gobierno de Kiev.

En ese sentido, Shoigú informó que en los últimos diez días han muerto 170 de estos soldados calificados de mercenarios, otros 99 se han negado a participar en las hostilidades y han abandonado el territorio ucraniano.

Esta no es la primera denuncia que al respecto, realiza Rusia, cuyo Gobierno acusa de manera reiterada a las potencias occidentales de aliarse al Gobierno ucraniano con la entrega de material bélico y otros paquetes de ayuda financiera.

Numerosos países condenaron la operación en Ucrania, han decidido apoyar a Kiev con suministros de armas, donaciones, ayuda humanitaria y sanciones contra Moscú, lo cual, a juicio del Kremlin solo «echan leña al fuego» del conflicto y de ninguna manera contribuyen a reanudar las conversaciones pacíficas entre Rusia y Ucrania.