Fuente: La Jornada/David Brooks Sábado 1º de febrero de 2020, p. 21
Casi segura la absolución el miércoles
Nueva York. El liderazgo republicano derrotó la propuesta de convocar a testigos y solicitar mayor documentación esta noche y con ello el juicio político contra Donald Trump está encarrilado para culminar con la absolución del presidente, lo cual ahora se programó para el próximo miércoles.
A pesar de más revelaciones explosivas
difundidas hoy sobre como Trump había buscado la interferencia extranjera para beneficiar su reelección, una ola de argumentos no sólo de los diputados fiscales, sino de expertos legales y sin importar que varias figuras republicanas –que incluyen al ex jefe de gabinete del presidente, John Kelly; el veterano ex senador Mark Warner, y hasta el ex abogado del presidente Richard Nixon, John Dean– los instaran a que votaran en favor de convocar a testigos claves para asegurar un juicio imparcial
, los senadores republicanos se hincaron ante el rey de su partido y con sólo dos disidentes, derrotaron la resolución por un voto final de 51 contra 49.
Una parte de los senadores republicanos aceptó la evidencia en los cargos de abuso de poder y obstrucción del Congreso y reconoció que Trump actuó mal o de manera inapropiada
, pero justificó su voto argumentando que su comportamiento no fue tan grave como para ameritar su destitución. Otros continuaron asegurando que Trump no sólo no hizo nada mal, sino que la amenaza al proceso democrático proviene de los demócratas al llevar a cabo el impeachment de su líder.
Los demócratas una y otra vez subrayaron que sin testigos, no hay juicio
, y que el veredicto final carecerá de toda validez ya que es resultado de un proceso sin precedente para los juicios políticos –todos los cuales han incluido testigos y mayor documentación.
“Hemos comprobado nuestro caso. Pero el argumento (de los defensores del presidente) es: ¿y qué?… El presidente es el Estado”, según ellos, expuso Adam Schiff, jefe de la delegación de diputados fiscales.
Esos argumentos tomaron mayor peso hoy con más revelaciones, publicadas en el New York Times, de un libro escrito por John Bolton, el ex asesor de Seguridad Nacional de Trump, quien había indicado su disposición de presentarse como testigo, algo que la Casa Blanca y el liderazgo republicano buscaba evitar a todo costo.
Bolton escribió que Trump le ordenó en mayo del año pasado –más de dos meses antes de la famosa llamada entre el presidente estadunidense y su contraparte ucrania, en la cual solicitó que investigara a sus opositores políticos– presionar al ucranio para reunirse con su abogado personal, Rudy Giuliani con el objetivo de que se anunciara esa investigación para dañar a sus contrincantes demócratas en las elecciones de 2020.
En la reunión en la Casa Blanca donde se dio tal orden estaban presentes también el jefe del gabinete Mick Mulvaney y, entre otros, Pat Cipollone, abogado de la Casa Blanca, quien encabeza la defensa de Trump en este juicio político. Los hechos son claves en el caso contra el presidente, acusado de abusar de su poder para propósitos políticos personales.
Trump desmintió hoy esa versión, al afirmar que “nunca di instrucciones a Bolton de que organizara una reunión para Rudy Giuliani, uno de los luchadores contra la corrupción más grandes en Estados Unidos… Esa reunión nunca ocurrió”. Giuliani también calificó la versión de Bolton como falsa.
Ninguno de los dos tiene gran credibilidad, pero todo esto parece ya no importar.
Después del voto para anular la prolongación del juicio con testigos, se realizaron negociaciones sobre cómo llevar a este proceso a su ya largamente pronosticado fin.
Aparentemente los demócratas lograron una pequeña victoria al frustrar el deseo de Trump de que este proceso concluyera antes del martes cuando él se presentará ante el Congreso para rendir el informe presidencial anual.
El Senado adoptó las reglas para la recta final esta noche: el lunes el juicio procederá con argumentos finales y el miércoles por la tarde se realizará el voto sobre cada uno de los dos cargos. Con ello, el presidente será absuelto si no hay un sismo político impredecible.
Este debate ahora saldrá del Senado para formar parte central de la disputa electoral que determinará el futuro del presidente en las urnas en noviembre.
Aquí algunas de las primeras reacciones sobre este, el tercer juicio político de un presidente en la historia del país:
El Chapo, al ser informado de lo que ocurrió con el proceso en el caso contra Trump, estaba furioso de que nadie en este país le informó que un juicio sin testigos era posible. Si alguien me hubiera dicho que uno podría tener un juicio libre de testigos, hubiera tomado esa ruta
declaró. Señaló que si tuviera que identificar una sola razón por la cual fue condenado al final de su juicio, “fue por esos testigos… los testigos arruinan todo”, reportó el satirista Adam Borowitz del The New Yorker.
Stephen Colbert, el satirista/cómico, conductor de The Late Show, resumió el momento así: el juicio político está en una carrera con la democracia para ver cual de los dos acaba más rápido
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