Reflexiones sobre el pasado de la dirección palestina

Fuente: https://www.sinpermiso.info/textos/reflexiones-sobre-el-pasado-de-la-direccion-palestina                                                   Jamil Hilal                                                                                  24/07/2020

La dirección de la Autoridad Palestina (AP) está en una encrucijada, al igual que la de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP). No tienen una estrategia clara para contrarrestar la anexión a Israel de áreas clave en los Territorios Palestinos Ocupados (TPO) de 1967, lo que aumentará exponencialmente la fragmentación de Palestina, la libertad de movimiento y los medios de vida. En este artículo, el analista político de Al-Shabaka, Jamil Hilal, reflexiona sobre la historia de la dirección palestina, basándose en su propia y rica experiencia en el movimiento nacional palestino, así como su erudición académica, para identificar los puntos fuertes sobre los que construir y los puntos débiles que debe evitar.

Hilal analiza la dirección palestina anterior a 1948 y la creación de Israel, el ascenso y la caída de la OLP antes y después del proceso de Oslo, que comenzó en 1993, y características de la dirección de la Primera Intifada (1987-1993). Identifica los factores clave del éxito y del fracaso de la dirección, incluida su capacidad de representación del pueblo palestino y su capacidad para responder a las nuevas circunstancias. 1

La desconexión de la dirección antes de 1948

La dirección, en su mayor parte tradicional, antes de 1948, ya fuese semifeudal o religiosa, no estaba en condiciones de organizar al pueblo palestino porque estaba en gran medida desconectada de sus vidas y preocupaciones. Estos dirigentes no representaban a la masa de campesinos o trabajadores; los campesinos pequeños o sin tierra en ese momento constituían más del 55% de la población. Tras el estallido de la Segunda Guerra Mundial, los gobernantes coloniales británicos necesitaron trabajadores en los puertos y en otros sectores, expandiendo la clase trabajadora en las principales ciudades, donde formaron un fuerte movimiento sindical. La dirección tradicional de las familias Husseini y Nashashibi de Jerusalén tampoco tenían conexiones con este movimiento.

Las grandes movilizaciones que se enfrentaron al poder colonial británico y al creciente movimiento sionista surgieron en gran parte de las movilizaciones sindicales y gremiales campesinas, obreras y urbanas, no de los llamamientos de los grandes latifundistas árabes y líderes religiosos. Hubo grupos organizados en la primera parte del siglo XX, pero hasta la década de 1930 solo hubo dos partidos políticos: el Partido Comunista, cuya base fue la nueva clase trabajadora, y el partido liberal reformista con sede en Nablus Hizb Al-Islah.

De hecho, el concepto de representación nacional aún no estaba claramente articulado. Cuando tomo forma, se opuso tanto a la dominación colonial británica como al proyecto sionista. La dirección tradicional palestina representaba a las grandes familias tradicionales y a sus intereses y creía que tenían un derecho consuetudinario a la dirección en lugar de tener que ganárselo democráticamente. Los conflictos de dirección surgieron en gran medida de la rivalidad familiar sobre su posición y estatus, aunque hubo diferencias políticas, ya que la dirección de los Nashashibis estaba generalmente más cerca de los británicos, mientras que el dirección de los Husseinis era más nacionalista.

Hubo muchos actos de resistencia contra los británicos y la colonización sionista, particularmente desde la Declaración Balfour de 1917. La revuelta y huelga palestina a nivel nacional de 1936-39 fue una respuesta al llamamiento específico de la dirección nacional unificada y se inspiró en la vida y resistencia del jeque Izzedin Al-Qassam. 2 Sin embargo, dado el estilo tradicional de esa dirección, fue relativamente fácil para los británicos desmantelarla y dispersar a sus miembros mediante el encarcelamiento o el exilio. Como es bien sabido, los británicos aplastaron draconianamente la resistencia palestina a su gobierno, ejecutando y encarcelando a muchos activistas árabes mientras ofrecían apoyo al movimiento sionista que construía un estado judío en Palestina. Israel sigue utilizando las leyes de emergencia británicas para encarcelar sin juicio. En la década de 1940, debido a las medidas represivas británicas, desapareció la capacidad de dirección unificada efectiva para representar al pueblo palestino en un momento crítico.

En general, el equilibrio de poder estaba fuertemente en contra de los palestinos en términos de organización, capacidad militar y dirección, y su capacidad para comprender la situación política internacional era limitada. La dirección palestina también carecía de la suficiente comprensión de la dinámica interna e internacional del proyecto sionista. Además, la mayoría de los países árabes estaban bajo algún tipo de gobierno colonial y el apoyo que podían brindar a los palestinos era muy limitado y carecía de un objetivo y propósito claros. La dirección palestina, dispersa y sin una base popular organizada, ni informó ni consultó a la población árabe sobre las diversas alternativas y estrategias políticas para enfrentarse tanto el gobierno británico como al movimiento sionista. En resumen, la falta de una dirección unificada y de una base popular organizada fue devastadora.

Por el contrario, el movimiento sionista estaba muy bien organizado, bien armado y bien equipado; contó con el apoyo de la superpotencia de aquella época y de acceso a diversos recursos. Los sionistas también tenían una visión clara de como lograr su objetivo de construir un proyecto colonial de asentamiento y una dirección más astuto dispuesta a aceptar el plan de partición de la ONU de 1947 y construir a partir de él.

La Nakba ( la Catástrofe) de 1948 resultó no solo en la destrucción del espacio político palestino y la eliminación de la dirección palestina; también destruyó una próspera sociedad civil compuesta por partidos políticos, trabajadores, jóvenes, mujeres y otros grupos e instituciones culturales que se habían desarrollado a pesar de los continuos ataques contra los palestinos de los británicos y los sionistas3 De hecho, la sociedad civil palestina había florecido ya en la década de 1910 con una rica generación de intelectuales y empresarios palestinos que pedían un estado democrático en Palestina y sugerían formas de construirlo. Parte de esta corriente intelectual quedó reflejada en el libro La Reconstrucción de Palestina, publicado en los Estados Unidos en 1919. 4

Las primeras dos décadas de la OLP

La Liga Árabe creó la OLP en 1964 para dar a los palestinos un papel sancionado por el estado en la liberación de Palestina. Fue diseñado para ser más responsable ante los regímenes árabes que la población que buscaba el retorno y la autodeterminación. Después de que los grupos de resistencia palestinos se hicieron cargo de la OLP a fines de la década de 1960, la composición y la estructura de la organización cambiaron. La nuevo dirección se apoyó en los refugiados y la clase media y en la estrategia de lucha armada. Pudo recrutar seguidores entre los refugiados y exiliados palestinos, así como entre los palestinos en Cisjordania y la Franja de Gaza.

La composición social de la dirección de la OLP se transformó radicalmente, al igual que la base social que representaba y la forma que tomó esa representación. La OLP se basó en una estructura de partidos (siendo los partidos las facciones militantes constitutivas) y la gente tuvo voz en el sistema. Se les ofreció formación y afiliación, no solo en los partidos políticos sino también en las organizaciones populares y profesionales. La base de la OLP incluía organizaciones nacionalistas populares de trabajadores, mujeres, estudiantes, maestros y escritores, y otras, que atravesaban las fronteras políticas y geográficas para convertirse en un movimiento nacional para todos los palestinos.

Una mirada a los orígenes sociales de los líderes de las diferentes facciones de la OLP, como Yasser Arafat, Khalil Al-Wazir, Salah Khalaf, Nayef Hawatmeh y George Habash, muestra que provenían de entornos de clase media o media baja. Algo muy diferente de la dirección de notables que los palestinos tuvieron antes de la Nakba. El logro más importante de la OLP fue proporcionar una estructura general que reuniera a las comunidades dispersas bajo una sola narrativa, con la sensación de ser un solo pueblo con objetivos unificados: cuando algo sucedia en el campo de refugiados de Shatila en Beirut, la gente respondía en el campo de Yarmouk en Siria, en Al-Amari en Cisjordania, en Al-Wihdat en Jordania y en Khan Yunis en la Franja de Gaza, así como en los pueblos y aldeas palestinas en otros lugares y en la diáspora. Los Acuerdos de Oslo destruyeron esta sensación de pertenencia porque desmantelaron las relaciones y estructuras institucionalizadas que habían sido creadas y fomentadas bajo el paraguas de la OLP.

Igualmente importante fue la capacidad de la dirección de elaborar una orientación estratégica en ese momento y su acceso a diversas fuentes de información sobre los acontecimientos mundiales. Los dirigentes estaban muy bien conectados con el mundo árabe, con los países socialistas y con los movimientos democráticos en Occidente. Cada una de las organizaciones miembro de la OLP tenía fuertes conexiones con Rusia o China, y algunas tenían vínculos con países occidentales a través de representantes y sus relaciones con partidos de izquierda y asociaciones de palestinos que vivían en esos países. Los dirigentes tuvieron acceso a todo tipo de opiniones y diferentes puntos de vista de Irak, Argelia, Yemen, Siria y otros.

Durante sus años en Beirut, el dirección de la OLP se reunió regularmente, y las discusiones con frecuencia duraron horas hasta que surgía algún tipo de consenso ( ijma ‘ ). Cada uno de los líderes tenía acceso a información de diferentes países y líneas políticas. No había funcionado así antes de 1948 ni funciona así actualmente. En la década de 1970, Arafat tenía que escuchar; no podía ignorar lo que se decía, porque todos los grupos estaban armados, aunque las armas rara vez apuntaron hacia dentro antes de que la OLP fuera expulsada de Beirut en el verano de 1982 y una pequeña facción de Fatah se escindiera. 5 Cada uno de los principales grupos tenía su organización y relaciones independientes con otras fuentes políticas y diplomáticas, así como sus propios medios de información.

Además, los dirigentes tenían acceso a documentos, estudios y análisis preparados para ellos o publicados por el Centro de Investigación de la OLP y el Centro de Planificación sobre los temas que exigían su atención. También participaban en reuniones internacionales. Todo esto cambió después de la invasión de Israel del Líbano en 1982 y la expulsión de la OLP. La gran trampa de Oslo fue que interrumpió, y finalmente marginó, la tradición de creación de consenso y el acceso a fuentes de conocimiento y análisis independientes.

La dirección unificada de la Primera Intifada en Cisjordania y la Franja de Gaza (1987) fue un éxito porque se basó en organizaciones de masas que los líderes representaban. La dirección estaba compuesta por los cuatro partidos políticos activamente presentes en los TPO y, aunque los dirigentes permanecieron en la clandestinidad, la gente escuchaba sus instrucciones y directivas. Nunca representaron una amenaza para la dirección de la OLP porque la dirección interior en los TPO era organizativa y políticamente una extensión de la dirección en el exterior. La diferencia era que los líderes locales eran dirigentes activos en su comunidad local y responsables ante ella.

La desaparición de una dirección representativa

No se puede aislar la cuestión palestina y la evolución de su dirección de los desarrollos en la región. Los Acuerdos de Camp David de 1978 entre Egipto e Israel debilitaron y marginaron a la OLP y la cuestión palestina. La revolución iraní de 1979 dio un impulso a la perspectiva islamista, y la creciente fuerza de los «petrodólares» ayudó a hacer crecer los movimientos islamistas, incluidos Hamas y la Jihad Islámica. La invasión israelí del Líbano y el asedio de Beirut en 1982 fragmentaron las fuerzas de la OLP y dispersaron su dirección lejos de las comunidades palestinas y de Palestina.

Con ocasión del Consejo Nacional Palestino (CNP) de 1988, la OLP sufrió una presión considerable de la Unión Soviética, los países europeos y los Estados Unidos, que condicionaron su hipotético respaldo al estado palestino al reconocimiento de la partición de Palestina mediante las Resoluciones 242 y 338 del Consejo de Seguridad de la ONU. A partir de entonces, la invasión iraquí de Kuwait y la posición equívoca de los líderes de la OLP enfurecieron a los Estados del Golfo, que privaron a la OLP de recursos financieros y apoyo político.

La presión política, económica y diplomática para llegar a un acuerdo fue muy fuerte. Sin embargo, vale la pena señalar que la decisión de participar en los Acuerdos de Oslo no se tomó por consenso de toda la dirección. Actualmente, la OLP está vaciada de función por la creación de la Autoridad Palestina, que se enfrenta al peligro de una mayor fragmentación por la anexión israelí. La pregunta es cuánto tiempo podrá continuar funcionando la Autoridad Palestina con su estructura y dirección actuales, una dirección que no es reconocida por el pueblo palestino pero es tolerada por el sistema internacional porque necesita un interlocutor, que es tan dependiente del apoyo internacional que continúa realizando funciones de seguridad para la potencia ocupante.

La dirección de la OLP obtuvo muchos éxitos en las décadas de 1960 y 1970. Funcionó en un entorno muy amenazante, aunque tenía amigos y apoyos en todos los rincones del mundo. Cuando la AP llega al final de su camino, ¿puede el pueblo palestino encontrar formas de revivir y reclamar una OLP estructurada democráticamente y su discurso de liberación, aprovechando lo que alguna vez fue su capacidad de aprendizaje, pensamiento estratégico y construcción de alianzas en el mundo árabe y más allá?

Notas:

1- Este artículo forma parte del Seminario Politico de Al-Shabaka sobre la dirección y representatividad en Palestina.

2-La dirección unificado agrupó a los líderes de los grupos políticos, incluidos los líderes religiosos semi-feudales y tradicionales. Ver Jamil Hilal, La formación de la élite palestina: desde el surgimiento del movimiento nacional palestino hasta después del establecimiento de la Autoridad Palestina (en árabe), Muwatin, 2002.

3- Para un relato vívido y convincente de la vida y la sociedad palestina antes de 1948, ver Walid Khalidi, Before Their Diaspora : A Photographic History of the Palestinians 1876-1948 , Institute for Palestine Studies, 1985.

4- Reconstruction of Palestine, publicado por la Sociedad Palestina Antisionista, The Syrian American Press, Nueva York, 1919.

5- Esa facción se llamó a sí misma Fatah al-Intifada y fue apoyada por los regímenes sirio y libio.

Es asesor político de Al-Shabaka, sociólogo y escritor palestino independiente. Sus publicaciones recientes incluyen Where Now for Palestine: The Demise of the Two-State Solution (Z Books, 2007), y con Ilan Pappe Across the Wall (IB Tauris, 2010).

Fuente:

https://al-shabaka.org/commentaries/reflections-on-palestinian-leaderships-past/

Traducción:Enrique García

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