Fuente: http://www.sinpermiso.info/textos/puede-un-sistema-de-salud-privado-defender-a-su-hijo Francisco Louça 02/01/2020
Un artículo reciente en el New York Times ofrece una imagen sombría del futuro de la investigación en antibióticos dado que las bacterias se vuelven más resistentes y se necesita más inversiones, más tiempo y más capacidad tecnológica y científica para lograr resultados. Ya no les interesa a las grandes empresas. El periódico cita el caso del éxito de un medicamento, Zemdri, para infecciones urinarias, que fue desarrollado por una compañía de biotecnología, Achaogen. La compañía invirtió mil millones de dólares durante 15 años antes de obtener la autorización de uso y venta del medicamento. Según la Organización Mundial de la Salud es un medicamento esencial y lo ha recomendado. Pero la compañía ya se había arruinado.
Lo mismo ha sucedido con otras empresas innovadoras de biotecnología como Aradigm. Melinta Therapeutics, una importante compañía de antibióticos, ha anunciado que está en dificultades. El problema es que las compañías más grandes que dominan la industria, como Novartis o Allergan, que tienen tantos productos en el mercado que les garantizan un flujo de ingresos cómodo, abandonan la investigación de antibióticos porque les resulta costosa, lenta y arriesgada.
La primacía de lo público en salud
Lancet, una revista médica de referencia, resumió esta crisis presentando las cifras: de los 42 antibióticos que se están probando actualmente, es posible que solo se apruebe un quinto de ellos, pero 700.000 personas mueren cada año por infecciones resistentes. El aumento del riesgo de bacterias resistentes requerirá una inversión de 5 mil millones de dólares anualmente en nuevos medicamentos, equivalente al gasto del Fondo Mundial de las Naciones Unidas para tratar el VIH, la tuberculosis y la malaria. Sin embargo, los incentivos a la industria farmacéutica no han funcionado y las grandes empresas no están dispuestas a arriesgarse. Han abandonado esta investigación, aunque saben que es crítica. Nos quedan los estados y las universidades. Solo ellos defenderán a nuestros hijos.
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Traducción:G. Buster