“Ni en pesadillas se nos ha ocurrido rebajar penas a los corruptos”.

El manejo dado a ese hecho, conocido desde el lunes 11 de abril, ligándolo a su propuesta de “perdón social”, generó un debate nacional que fue manipulado con absoluta mala fe, como era de esperarse, por los candidatos presidenciales del régimen, por los denominados tibios y por toda la prensa del sistema.

Sus contrincantes y los medios de la oligarquía generaron una matriz negativa de tal magnitud que, a todos, como batallones de propagandistas, se les vio desaforados en su difusión, pues creyeron haber recibido el “papayaso” para desprestigiar al líder de todas las encuestas de opinión y con el falso convencimiento de que, “por fin”, le iban a poder acabar la campaña al Pacto Histórico y a Petro, tarea en la que andan desde hace rato.

Uno los aspirantes presidenciales, el ultragodo Enrique Gómez, quien no llega ni al uno por ciento de las preferencias electorales, tuvo la desfachatez de reclamar “la renuncia” de Petro a su candidatura.

Fue esa una petición demencial, aupada por cuanto vocero del uribismo entrevistaban los medios: los adláteres del establecimiento sueñan con ganar por W, es decir, sin Petro en contienda.

Se devela así la impotencia de los partidos de la derecha y la extrema derecha, a los cuales Petro les salió al paso con su declaración del jueves, que lo puso de nuevo a la ofensiva y constituyó un impacto comunicacional clave en la coyuntura.

En la contundente respuesta, de tres minutos y 25 segundos, además de responder a sus contradictores, Petro brindó tranquilidad a muchos de sus seguidores, que habían expresado preocupación.

Como queda visto, de ahora en adelante no habrá tregua alguna en esta conflictiva campaña política, pues los dueños del poder seguirán atizando la hoguera con guerra sucia, injurias, montajes y mentiras, utilizando y maximizando, además, los posibles errores que en mensajes y en actos se puedan cometer desde el campo alternativo.

El temor de las derechas ante su inminente derrota las hace cada vez más venenosas, como víboras que siguen acechando al Pacto Histórico para oponerse al cambio político en el país, representado por Petro y Francia Márquez.

“No está planteada ninguna amnistía”

Los planteamientos formulados por el candidato del Pacto Histórico en el video del jueves de esta inusual Semana Santa política son los siguientes:

Petro rechazó lo que calificó como “la torpe idea de vincular la búsqueda de la reconciliación social a una rebaja de penas para corruptos”.

“Ni en pesadillas se nos ocurre rebajar penas a los corruptos. Los queremos es tener a todos presos en la cárcel”, dijo. “Otros rivales sí los tienen de aliados y listos para ejercer el poder”, subrayó.

Y explicó: “En mi programa de gobierno no se contempla una rebaja de penas para nadie”, pues “hemos defendido al máximo la autonomía de la Rama Judicial y su empoderamiento. No está planteada ninguna amnistía ni indulto, como ahora nos enrostran”.

“A esos corruptos condenados, que hoy muestran como si fueran nuestros aliados, quienes los han hecho coger presos somos nosotros”, manifestó.

“La mayoría de las personas que mencionan como posibles beneficiarios de una rebaja de penas están presas en virtud de mis denuncias y de mi investigación de control político”, insistió.

Aludiendo a sus contendientes en la campaña presidencial, aseveró que “hoy son personas derrotadas, sin caudal electoral”.

“¿A quién se le ocurre pensar que busco beneficiar a quienes yo mismo ayudé a encarcelar, si no es a los que sí tienen mucho que ocultar por sus relaciones reales con el paramilitarismo, la corrupción y el narcotráfico?”, preguntó.

Petro destacó también que toda su vida ha estado dedicada a encarcelar corruptos, y dijo que esa lucha ha puesto en riesgo su tranquilidad y la de su familia. “Hoy ni siquiera hay un proceso, uno solo, sobre actos de corrupción en mi contra”, enfatizó.

Por otra parte, aclaró que su hermano Juan Fernando no hace parte de la campaña presidencial del Pacto Histórico, ni asiste a ninguna de las reuniones de campaña ni tiene cargo directivo alguno.

Informó que el trabajo de su hermano está ligado a la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz, y que su labor ha sido reconocida por varias instituciones internacionales.

“Si queremos continuar con la corrupción y la guerra, hay un candidato presidencial para ello, que todos conocen”, manifestó Petro.

“Pero si queremos alcanzar la paz como sociedad y enviar a los corruptos a la cárcel, somos nosotros los que, con la ayuda de la sociedad y de la ley, podremos hacerlo, como siempre lo hemos hecho”, puntualizó.

“No somos la guerra, somos la paz; no somos la impunidad corrupta. Somos luchadores por la justicia y la transparencia. Vamos por el verdadero cambio, el cambio por la vida”, concluyó.