La sociedad está estructurada desde diversas cadenas de opresión que se cruzan y entrecruzan, entendemos que solamente la confrontación radical es capaz de acabar con cada una de ellas. Estas pesadas cadenas tienen al patriarcado como una de sus bases principales, por lo cual hacemos un llamado a levantar un marzo subversivo, anarcofeminista y disidente. Históricamente ha sido un mes combativo y pretendemos que lo siga siendo.

La destrucción de la autoridad en sus múltiples dimensiones no puede ir alejada del cuestionamiento y enfrentamiento constante a la dominación machista, en sus formas y conductas, por eso no vemos el enfrentamiento contra el patriarcado como una lucha parcial.

Somos críticxs con las posturas hegemónicas del feminismo social demócrata, que margina y excluye a las sexualidades y cuerpxs no normados. Los géneros son construcciones sociales impuestos de los cuales no nos interesa ser parte, apelamos a una deconstrucción completa de nuestras maneras de vernos y relacionarnos… sin reglas de lo que queramos ser.

A su vez, no podríamos ver la lucha antipatriarcal alejada de una práctica antirracista y antiespecista. El ejercicio de dominación es transversal a todxs lxs cuerpxs y especies, por lo que la liberación tiene que ser total.

Convocamos a que este mes todxs las individualidades y/o colectivxs antiautoritarixs se sumen al enfrentamiento contra cualquier institución, representación simbólica o material que levante y/o represente y/o propague el dominio machista. Iniciamos este mes de lucha antipatriarcal y anarquista, el que como tantos otros saldremos a la calle no para celebrar, ni pedir derechos o igualdad.

Somos antiautoritarixs libremente asociadxs, nos alejamos de cualquier grupo, colectivo o coordinadora peticionista que abogue por reformar el actual sistema de dominio, no demandamos nada a ningún tipo de institución, no nos interesa la humanización del capitalismo. De quienes poseen el monopolio del poder y de la violencia, sólo queremos su destrucción. Los cambios de nuestras vidas pasan por nosotrxs mismxs, apoyándonos mutuamente entre compañerxs equivalentes. La sororidad vista desde una perspectiva en la que se empatiza con cualquier persona que se identifique como mujer no nos interesa, nuestra solidaridad está con nuestrxs compañerxs con lxs que caminamos desde el mismo lado de la barricada, los determinismos sociales o psicológicos en términos de género no son motivo para levantar algún tipo de camaradería. Quienes opten por ejercer la autoridad, como policías y/o juezas, en cualquiera de sus formas, se transforman inmediatamente en nuestrxs enemigxs y no nos importan las condiciones sociales, biológicas o psíquicas de estxs.

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