Fuente: Portal Libertaarto OACA 22 Jan 2020 10:16 AM PST
El pasado día 3 de enero, Jesús murió entre las paredes de un cajero del barrio donostiarra de Gros. Si bien algunos servicios sociales se preocupan por atender lo mejor posible a las personas “sin techo”, tendríamos que preguntarnos por qué rechazan las ayudas que se les ofrecen y eligen los cajeros para protegerse durante las frías noches. No sé, en cierta medida, todas tenemos cierta parte de culpa. En cualquier caso, es vergonzoso que algunos centros abran solamente cuando hay alerta de heladas. Por eso, si no se invierte más dinero en servicios básicos, vamos jodidos.
Muerte de frío. Además, no es la primera vez que ocurre en Donostia. Por ejemplo, Francisco murió por un paro cardíaco un 15 de diciembre enfrente del Instituto Usandizaga de Amara o Yoli que, en la celebración de la tamborrada del 2016, falleció en un cajero automático del Boulevard. Sin embargo, no redoblan los tambores por quienes molestan a las autoridades o a parte de la ciudadanía burguesa.
Recuerdo una fotografía de finales del mismo año, en la que una persona aparecía durmiendo al lado de una maleta en el kiosco de música del Boulevard, y a Ernesto Gasco – 2º Teniente Alcalde de Donostia y actualmente también Concejal de Desarrollo Económico, Empleo y Turismo Sostenible – que la lió parda publicando en las redes algo así como “¿Servicio de habitaciones?”.
Es difícil saber el número de gente que a diario duerme en la calle. ¿Su delito? No tener dinero. Mientras tanto, se invierte una millonada en infraestructuras o actividades turísticas y se tolera que la gente se hiele o muera de frío en la calle. Lamentable.