Sabri Choubi, de 18 años, perdió el control de su motocicleta la noche del pasado sábado y murió horas después en un hospital de París. Sería el segundo incidente de este tipo en un mes que involucra a policías de Francia.

La Policía, por su parte, ha negado repetidamente que estuviera involucrada en el accidente, alegando que el vehículo policial que se encontraba en la zona en el momento del siniestro no estaba persiguiendo a Choubi.

Frédéric Lagache, delegado general del sindicato policial Alianza Nacional, dijo que no hubo ninguna «persecución o intento de detención» de Choubi, y que la Policía no tuvo «nada que ver con» la prematura muerte del joven.

No obstante, los manifestantes insisten en que las fuerzas de seguridad sí están involucradas. «Nunca dijimos que hubo un choque con un automóvil BAC [unidad de policía]. Solo hemos dicho que le habían hecho caer«, cita Le Parisien a uno de los vecinos del suburbio, no identificado. «La verdad debe salir a la luz», puntualizó.

Durante las protestas, los manifestantes lanzaron voladores y quemaron vehículos aparcados en el vecindario, llegando los disturbios y el fuego a la vecina localidad de Bezons.

Los agentes, por su parte, respondieron con gases lacrimógenos y llevaron a cabo operaciones de detención y búsqueda en todo el suburbio. Tras cuatro noches de protestas, se ha realizado más de una docena de detenciones y al menos 3 policías han resultado heridos.

La tarde de este jueves, vecinos y amigos de Choubi planean realizar una procesión en su honor, que comenzará a unos cientos de metros del lugar del accidente y terminará cerca del hogar del joven.

«Quiero rendirle homenaje de la manera más hermosa», dijo su padre, Khalid Chouhbi. También pidió calma en la zona, cuando se le preguntó sobre la violencia por la muerte de su hijo.