Fuente: https://insurgente.org/nestor-salvador-tratan-de-amedrentar-y-coaccionar-a-las-personas-del-sat/ Juanjo Basterra, JotabePRESS/ Sare Antifaxista 25.07.21
Néstor Salvador: “Tratan de amedrentar y coaccionar a las personas del SAT”
- Tras participar en el homenaje ayer a los tres obreros huelguistas asesinados por la policía fascista en 1970 en Granada, le detuvieron y hoy le han puesto en libertad.
- Le acusan de “coacciones” en la Delegación de Turismo por exigir que la delegada del sindicato fuera subrogada igual que el resto de la plantilla de limpieza
- “Somos mas de 600 sindicalistas del SAT procesados y pedimos la amnistía total”
Néstor Salvador, militante del Sindicato Andaluz de Trabajadores/as (SAT) fue detenido este jueves por la noche “por negarse a declarar por una acción del sindicato a favor de una delegada del SAT, que no fue subrogada junto al resto de sus compañeras de la limpieza”, y le acusan de “coacciones” en la Delegación Provincial de Turismo y, aunque quedó “archivada” en un primer momento, por “arte de magia” ha vuelto un año después con el fin de “amedrentar” a las personas del SAT. Denuncia que son ya más de 600 sindicalistas del SAT procesados -y Fran Molero cumpliendo una pena de cárcel- por lo que pide una amnistía total.
Ha quedado en libertad hoy (23 de julio) a raíz de esa causa que tiene abierta, igual que 600 militantes del sindicato tienen causas pendientes, por luchar contra las injusticias que se producen en suelo andaluz y tras conmemorar en Granada el aniversario de la huelga de la Construcción de 1970 donde la Policía fascista asesinó a tres obreros huelguistas: Antonio Huertas Remigio, Cristóbal Ibáñez Encinas y Manuel Sánchez Mesa.
Compañeros y compañeras del SAT recibieron calurosamente a Néstor Salvador. Entre ellos estaba su portavoz Oscar Reina quien dijo que “hemos estado con él en los juzgados de Granada porque no tenemos porqué escondernos, pues nuestro único delito es luchar pacíficamente por un mundo mejor y más justo en una Andalucía libre”. Y añadió que “¡aquí no se rinde nadie!”.
Sare Antifaxista ha hablado con Nestor Salvador al poco rato de quedar en libertad. “Me han detenido porque estamos en un proceso abierto y estamos siendo investigados por coacciones en la Delegación de TurIsmo de de Andalucía aquí en Granada, que la administra sr. Rodríguez, de Ciudadanos, por un conflicto laboral que tuvimos con ellos, porque nuestra delegada sindical, Vanesa Sánchez, no fue subrogada junto al resto de trabajadores de limpieza”.
Recuerda los hechos después de un año y medio de conflicto laboral. “subimos 8 personas a la oficina de la Delegación de Turismo a exigir una reunión con el delegado y que se acabara el conflicto laboral”. En vez de llegar a una solución y reparar el acoso y discriminación hacia la representante del SAT, “nos presentó una denuncia por coacciones, pese a que allí se personó la Policía sin identificarnos y hicimos caso a sus planteamientos, como lo pudieron comprobar los funcionarios de la Delegación de Turismo”.
En un primer momento, como cuenta Salvador, la denuncia quedó archivada, pero “de forma mágica” se ha vuelto a reabrir un año después y sin ninguna prueba más, “sólo exigiendo que declaremos, teniendo en cuenta que nuestra compañera Vanesa Sánchez y nuestro portavoz provincial ya fueron a declarar”.
Néstor Salvador entiende que con su detención “buscan una vez más coaccionarnos y poner a los sindicalistas, otra vez, en el punto de mira”. Prueba de ello es que a Vanesa Sánchez y a Paco Cabello, portavoz del SAT de Granada, fueron 6 policías a entregarles la citación, por lo que pregunta “¿hacen falta 6 policías para eso? O ¿es una manera más de coacción a una gente que hace sindicalismo?”.
Ante eso, explicó a Sare Antifaxista que “para nosotros esto es un escándalo y lo que hice es no ir a declarar, porque quiero que se hable de lo que está pasando, que una vez más somos sospechosos”. A su juicio, ese paso es “innecesario”, ya que “tienen suficientes pruebas de que no hubo ningún tipo de coacción”. Destaca, por otra parte, que “por mi experiencia, que he tenido 10 procesos judiciales, y se han archivado los 10. Lo que me dicen estas citaciones es que nos quieren hacer perder el tiempo y Andalucía no está para perder el tiempo. Está para buscar como solucionamos la crisis económica y sanitaria que estamos viviendo”. Por lo que insiste en que “si quieren hacer algo que busque soluciones a la crisis económica y sanitaria y que no persigan a los sindicalistas. A eso se tendría que dedicar la policía, los jueces y los políticos. Me detuvieron por ser insumiso judicial”
Cuenta en este casi que “me detuvieron después de la conmemoración de la huelga de la construcción de 1970”, donde la policía fascista mató a tres trabajadores”. Según explicó Salvador, “la policía me dijo que llevaba un mes en busca y captura y yo hablė en el acto, y me esperaron. Vimos mucha policía. Todos los años hacemos una ofrenda floral y un acto político en recuerdo de la lucha obrera y no suele haber tanto policía”, pero ayer (22 de julio), al finalizar “me vinieron a identificar y me detuvieron. Me llevaron a la comisaría de la Policía Nacional en Granada y he pasado la noche ahí y después me han llevado al juzgado, me han puesto a disposición judicial. Me he negado a declarar y me han soltado”.
Néstor Salvador afirma que “esto es la estrategia del poder. Hay 600 compañeros procesados, y Fran Molero continúa sin indulto y cumpliendo su condena de 3,5 años. Lo que buscan es igual que al resto de los movimientos sociales y políticos del Estado: ir sumando condenas y condenas. La única solución a esto, que no es sólo un tema de Catalunya o Euskal Herria, es la amnistía, porque cada vez somos más los procesados. No hablo de indulto, sino de amnistía porque es la única manera de que cambie, porque no somos ni uno ni dos, ni siete ni diez”.
A este sindicalista del SAT le detuvieron poco después de recordar la muertes obreras. Como recuerda el sindicato agrario, “el 21 de julio de 1970 y todo el proceso desarrollado alrededor de esta fecha y de la Huelga de la Construcción de 1970, marcan un hito en la historia del Movimiento Obrero en Andalucía y en la ciudad que fue testigo directo de aquellos acontecimientos: Granada”.
“Cuando la presencia del fascismo vuelve, de mano de los Mass Media, a las instituciones y asistimos al ‘blanqueo’ de las propuestas autoritarias mientras la violencia intolerante aparece de nuevo en las calles, celebramos este acto de homenaje a tres víctimas de la propia intolerancia y del fascismo del que se valen los poderosos para mantener y aumentar sus privilegios. El asesinato de tres trabajadores a manos de la policía franquista y la represión que trajo aparejada y sufrieron los protagonistas de aquellos acontecimientos, deben ser recuerdos imperecederos para todos nosotros y nosotras los que, desde posiciones y comportamientos sindicales de Clase, pretendemos hacer de la lucha obrera un elemento indispensable para la superación de las desigualdades y las injusticias y que sirva para encaminarnos hacia una sociedad realmente libre e igualitaria que posibilite el desarrollo personal y moral de todos y todas sobre las bases de la igualdad, la equidad y la Justicia y que lleve a la emancipación de los trabajadores y trabajadoras”.
Por eso, añade el SAT que “la Granada de 1970 era testigo de la emigración forzosa, de las nefastas condiciones laborales, de los salarios miserables y víctima de la represión, del paro galopante y de la falta de alternativas y futuro para su población trabajadora. El territorio de una Granada abandonada a su suerte, olvidada por los planes desarrollistas del régimen franquista, era un escenario mudo de las mayores injusticias sociales, de la pobreza y de la marginalidad. Era Granada, entonces, una ciudad altamente dependiente de su entorno agrícola y sustentada por funcionarios y administrativos, por una población que vivía del comercio, los transportes, pequeños talleres de diversa índole y un sector de la construcción que había ido desarrollándose paulatinamente a lo largo de la década anterior. A parte de eso, Granada era un lugar ajeno a la industria y al desarrollo, como tantas otras zonas de Andalucía, un mercado de consumo de lo que se elaboraba en otras zonas del Estado español: un olvidado territorio víctima del extractivismo de sus materias primas, sus trabajadores y trabajadoras y de todos sus recursos para el beneficio de unos pocos”.
Huelga de 1970
El comunicado indica que “en el citado sector de la Construcción había acudido una ingente mano de obra desde la provincia para obtener un trabajo que no les obligara a emigrar con destino a Cataluña o a Europa como ya hicieran más de 300.000 granadinos y granadinas entre las décadas de los 50 y los 70. Eran, principalmente, trabajadores procedentes del campo que observaron cómo sus salarios de albañiles apenas daban margen, y mucho menos permitían buscar consuelo en los incipientes hábitos del consumo de masas que se habían ido extendiendo en otras zonas del Estado y de como, amparados por la abundante mano de obra y la legislación favorable, los empresarios del sector exprimían al máximo a la clase obrera local, repartiendo unos salarios de hambre”.
De hecho, “las lamentables condiciones de trabajo en el sector de la construcción de Granada pueden resumirse así: los peones cobraban unas 1.200 pesetas semanales, en las que estaban incluidas las pagas, los permisos y el plus familiar. Las jornadas eran de 10 horas y se trabajaba seis días a la semana, y además estaban generalizados el sistema de destajos y las horas extras, lo que provocaba un alto nivel de paro”.
Todo desembocó en una huelga general que acabó a “sangre y fuego” con una tabla reivindicativa de “reducción de los abanicos salariales, ocho horas de trabajo, 300 pesetas diarias para el peón, eliminación de horas extras y destajos, reducción de la eventualidad y despidos. Terminó con la adhesión de los aproximadamente cuatro mil albañiles concentrados en asamblea a la propuesta de huelga.