Fuente: La Jornada
Chiapas al borde de la guerra civil.
Tomaremos las medidas pertinentes para que se aplique la justicia a los criminales de la Orcao y funcionarios que los apadrinan. Es todo, para otra ocasión ya no habrá comunicado, o sea no habrá palabras, sino hechos.
Reconocemos y valoramos que el EZLN, pese a las múltiples provocaciones recibidas a lo largo de los años, ha mantenido un respeto irrestricto al cese al fuego que se acordó y consigna la Ley para el diálogo, la reconciliación y la paz digna en Chiapas, que data de 1995. Ahora nos preguntamos si hay una clara intencionalidad política del gobierno chiapaneco por llevar al límite las agresiones al zapatismo y colocarlo ante la decisión de responder a los ataques armados que lejos de cesar, se incrementan. También sería importante establecer si Rutilio Escandón actúa por su cuenta o está avalado desde la Federación, y de paso recordamos que aún existe la Comisión de Concordia y Pacificación (Cocopa), cuyo silencio es abiertamente ominoso, por decir lo menos.
Apenas la semana pasada, la Red de Resistencia y Rebeldía Ajmaq documentó el 2 de mayo el ataque y desplazamiento forzado de habitantes de las comunidades Emiliano Zapata y La Resistencia, ambas pertenecientes a la junta de buen gobierno Nuevo Amanecer en Resistencia por la Vida y la Humanidad, en la demarcación del municipio oficial de Ocosingo. Nuevamente la Orcao, en acción contra las bases de apoyo zapatistas, liderados, lo señalaron, por Tomás Santiz Gómez, José Pérez, Antonio Juárez, Marcos López Gómez y Juan Gómez, dispararon en contra de los habitantes de las comunidades mencionadas, provocando el desplazamiento forzado de 54 personas (11 familias), entre los que se encuentran menores de edad y personas adultas. Tres días después, la misma organización, atacó pasada la medianoche la comunidad San Felipe, y dispararon en la comunidad autónoma La Resistencia. Media hora más tarde un grupo de agresores quemó la escuela autónoma zapatista y el garaje de un integrante de las BAEZLN; derivado de estos hechos 29 personas (cuatro familias) fueron desplazadas
. En total fueron desplazadas por la fuerza 83 personas bases de apoyo, 54 de Emiliano Zapata y 29 de La Resistencia. Ojalá no se recupere el artificio de conflictos intracomunitarios
, al que recurrieron los gobiernos chiapanecos en el pasado. No sabemos hasta dónde puede llegar la captura del Estado por los poderes fácticos.
La situación nacional no goza de mejor salud. En varias regiones los pueblos originarios están siendo atacados por fuerzas que buscan ocupar sus territorios promoviendo el desplazamiento forzoso, mientras el Estado es omiso en garantizar sus derechos colectivos. Veamos a los rarámuris, a los pueblos de la región cholulteca en defensa del agua, peor aún, en ocasiones no obstante que ya han ganado juicios se obstaculiza su cumplimiento. Es el caso de la Marcha por la Dignidad y la Conciencia Wixárika que se dirige a la Ciudad de México para exigir al Presidente de la República la restitución de sus tierras.
Es urgente una respuesta hoy desde el gobierno federal para que en efecto se marque la distancia con el pasado, en Chiapas y en todo México