Fuente: La Jornada/Afp, Europa Press y Reuters Lunes 24 de agosto de 2020, p. 25
Maduro insiste en que hay un complot de EU y Colombia para asesinarlo
Caracas. El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, insistió ayer en los planes que se estarían preparando desde hace tiempo
en Estados Unidos y Colombia con el fin de asesinarlo, advirtió que no le temblará el pulso
para detener al líder opositor Juan Guaidó cuando la justicia lo solicite y defendió su relación con Irán.
Durante una entrevista difundida por la cadena estatal VTV, el mandatrio sostuvo: han dicho que me van a eliminar; estas palabras no se deben tomar a juego, su objetivo es acabar con el liderazgo que tengo, así que no exagero
.
Al preguntarle por qué Guaidó –reconocido como presidente encargado por medio centenar de países– aún no ha sido detenido, Maduro respondió que serán la fiscalía y los tribunales los encargados de ordenar su arresto.
El mandato de Guaidó en la Asamblea Nacional vence en enero de 2021 tras las elecciones legislativas del próximo 6 de diciembre, boicoteadas por una treintena de partidos opositores que denuncian el proceso como un fraude
.
En otro orden, el mandatario aseguró que confía en la ayuda de Irán para enfrentar los desafíos de la industria petrolera estatal, golpeada por las sanciones de Estados Unidos y también por funcionarios infiltrados.
El bombeo de petróleo de Venezuela se encuentra en el peor nivel de los últimos 70 años.
Creo que la experiencia iraní nos va a ayudar a reforzar toda la capacidad gerencial y los proyectos de desarrollo
, agregó Maduro. No obstante, evitó ahondar en detalles de los acuerdos, porque dijo que deben actuar en silencio al estar en una guerra
.
En mayo, Venezuela recibió por primera vez combustible iraní, con lo que logró amainar una severa escasez de gasolina, en tanqueros que llegaron sin obstáculos al país caribeño y fueron escoltados por unidades de las fuerzas armadas al entrar en aguas territoriales.
No obstante, este mes Estados Unidos incautó otros cuatro cargamentos iraníes en ruta hacia la nación sudamericana, dejando pocas opciones al gobierno para enfrentar de nuevo las fallas de suministro de gasolina, por la baja producción de las refinerías.