Iñaki AlRui*. LQS. Septiembre 2020

Madrid sigue viviendo lo que podría ser una horrible pesadilla, un caos de gestión es la realidad diaria. Mientras se nos hacía creer que volvíamos a la normalidad, nos han quitado más servicios públicos, los Centros de Salud de barrio no han llegado a abrir en condiciones normales en ningún momento, ni las oficinas de varios trámites burocráticos, las colas se han multiplicado para gestionar cualquier cosa en Madrid, y las colas del hambre no han disminuido. El transporte público bajo mínimos, mientras nos imponían la asistencia al trabajo por encima de todo, viajamos en el metro apiñados unos contra otros. En las horas “punta” no se ha reforzado el servicio ni metro, ni en bus; eso sí, mientras nos hacinamos en su interior, escuchamos por megafonía las indicaciones de mantener las distancias de seguridad. Gracias.

La pandemia se mide por contagiados, fallecidos y por la vulnerabilidad económica de miles de familias que van pasando la fina línea que te sitúa en la pobreza total.
La pandemia también puso al descubierto la desprotección casi total de un sistema que fruto de las privatizaciones deja a la ciudadanía de lado, “tanto tienes, tanto vales”.

Las únicas limitaciones que hemos conocido desde que pasamos a la “nueva normalidad” han sido en espectáculos o actividades culturales, qué curioso. Y en la desaparición forzada de patrimonio histórico, como el vergonzoso caso del Rastro de Madrid, cerrado desde marzo.

La única normalidad que ha funcionado: ladrones de lo público gestionando el poder local, capitalismo a toda máquina, y una izquierda que hay que buscarla con lupa en medio de este caos.

Madrid es hoy la capital con la mayor incidencia de casos de toda Europa.

No hace falta decir por qué en los barrios obreros o del sur aumentan los casos y se propaga con facilidad el coronavirus… carne de cañón.

Pero es imprescindible recordar que llegados aquí, el personal sanitario madrileño resiste como puede, sin medios, sin apoyo y ell@s son la base para enfrentarse a la pandemia. No hay rastreadores suficientes. No hay personal sanitario suficiente, ni en atención primaria ni en hospitales. ¿Qué ha hecho Isabel Díaz Ayuso con los 1.500 millones que recibió?

Otra decisión que “cantaba” ha sido la vuelta al cole… sin contratar más docentes, sin habilitar más espacios para disminuir las ratios. ¿Qué ha hecho Isabel Díaz Ayuso con los 1.500 millones que recibió?

De las residencias, nada, ni control, ni refuerzo, esperando con “normalidad” para ver cómo corre el número de fallecid@s en el abandono selectivo de la sociedad de producción. ¿Qué ha hecho Isabel Díaz Ayuso con los 1.500 millones que recibió?

La “normalidad” del expolio constante a lo público no sirve para proteger a la población, lo estamos comprobando en nuestras carnes. Las políticas neoliberales que antes generaban desigualdad, y eso ya era malo, ahora provocan muertes: hemos llegado a un punto intolerable.

Siguen gobernando la ciudad, la comunidad, siguen robando y dirigiendo un genocidio silencioso amparados en la palabra democracia, votar cada cuatro años, y luego haré lo que me dé la gana.

¡Necesitamos rebelión! y con carácter de urgencia. ¡Madriz nos está matando! Cada vez hay menos que perder, y tenemos todo por ganar. ¡Basta!

– La protesta ha comenzado
– ¡¡¡Rebelión en la granja!!! Madrileña
– No es confinamiento, ¡es segregación!
– Insumisión
– Madrid: la Dignidad del Sur
– Exigen la dimisión de Presidenta de la Comunidad de Madrid, por sus declaraciones racistas

Más artículos del autor. Miembro del Colectivo LoQueSomos. En Twitter:@IkaiAlo

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