Resulta que un día llega Jaume Portell y comienza a hablar, a borbotones, sobre economía africana. Y una no deja de asombrarse ante el caudal de conocimiento y pensamiento reflexivo que mana sin parar desde las entrañas de este joven periodista catalán. Escucharlo es dejar que entren a centelladas las ideas y las realidades que obligan al desmontaje. Aturdidos, cuando menos, vamos a necesitarle para seguir intentando eso tan sanador como es levantar los velos que sueñan con engañarnos.
Porque Portell sabe sacudir: «Debemos movernos del paradigma humanitario» afirma para hacernos comprender que con gente como él tenemos asegurada la incomodidad perpetua. Algo que ya percibimos en su primer trabajo con el que ganó el X Premio de ensayo “Casa África” una breve, en extensión solamente, obra bajo el título Un grano de cacao que contenía resonancias literarias, además, una constante en todos sus trabajos. En fechas recientes ha publicado ¿Por qué no se quedan en África? donde vuelve a la carga exponiendo los centros que hacen que tanta gente tenga que dejar su hogar, para tratar de romper nuestra mirada tamizada: «Somos capaces de escribir bellísimas crónicas sobre el dolor africano, pero apenas nos atrevemos a mencionar qué provoca el desgarro«, señala.
Portell es de la tribu de Literafricas porque lee, mucho y bien. Así, no le costó abrazar el emplazamiento para presentar en este espacio 8 libros y contarnos el porqué.
Los 8 de Jaume Portell
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Necesitamos nombres nuevos, de NoViolet Bulawayo
Darling tiene diez años y vive en un barrio de chabolas llamado Paraíso en la República de Zimbabue. Sus amigos y ella se mueven entre este barrio y Budapest, el barrio de los ricos, donde a veces roban guayabas y cometen tropelías para mostrarse mutuamente lo valientes y atrevidos que son. El telón de fondo de esta infancia aparentemente feliz: la alarmante situación social que pega golpes irreparables de vez en cuando, y que obliga a los adultos a buscarse la vida en otra parte como mejor modo de sobrevivir. Algún día será el turno de Darling de intentarlo yendo a América, donde una tía la espera en un país que ella considera que será su particular paraíso. La novela de NoViolet Bulawayo toca uno de los temas más presentes en los medios de comunicación occidentales: la migración africana. Y lo hace con una mirada propia y desde el punto de vista de los africanos, cuyas contradicciones nunca dejan de perseguirles. En un momento de la novela Darling revela una ruptura fundamental, tan inevitable como dolorosa: cuando llama desde América por teléfono a sus amigos de Paraíso, sus colegas de toda la vida, no sabe cómo explicarles que les echa profundamente de menos pero que ya no sabe qué decirles. Sus mundos son tan distintos que sus conversaciones han dejado de tener un código común. El único hilo que les mantiene en contacto es un pasado cada vez más lejano. La soledad brutal del migrante en un país que ya no es el suyo, añorando su país de origen -que ya no lo es. La aproximación de Bulawayo es una guía para entender el sentimiento de muchos de nuestros vecinos.
Murambi de Boubacar Boris Diop
Esta novela sobre el genocidio de Ruanda está escrita siguiendo una estructura teatral. Cada capítulo es un personaje que describe su situación, y la trama transcurre en el conflicto entre esos hilos que a veces chocan entre ellos y, en otras, simplemente desaparecen sin dejar rastro. En Murambi el senegalés Boubacar Boris Diop -que visitó el país junto a otros escritores africanos a finales de los años 90- se inmiscuye en los pensamientos de los genocidas y sus aliados externos, deja historias en el aire y traza la historia de un país a través de las vivencias de un personaje aparentemente inocente. Cornelius, hijo de una persona asesinada durante el genocidio mientras él vivía fuera, es el paradigma de la víctima perfecta, pero a medida que se va encontrando con los ruandeses descubre que su historia es mucho más compleja de lo que él mismo había imaginado. Diop nos obsequia con fragmentos tan poéticos como este cuando menciona la visita a un osario en Murambi, una población ruandesa en la que se hallan los restos de algunos de los asesinados durante el genocidio: “Quería decirle a la mujer de negro -como más tarde haría con los hijos de Zakya- que los muertos de Murambi también tenían sueños, y que su más ardiente deseo era la resurrección de los vivos.”
Medio sol amarillo de Chimamanda Ngozi Adichie
Esta novela trata el conflicto que definió la Nigeria postcolonial, uno de los más desconocidos fuera del continente africano, más allá de las imágenes de niños hambrientos que llegaron a Europa -y la primera gran campaña que acabó en el nacimiento de Médicos sin Fronteras. La vida de Ugwu, un adolescente en un pueblo sin muchas oportunidades, da un giro en pocas semanas cuando pasa de ser un niño analfabeto a ir a la ciudad para servir en casa de un señor al que llama ‘Sir’ y que discute sobre política exterior en el salón con amigos de su misma clase social. Ugwu, obediente, empieza a observar el mundo de su amo, lleno de comida jugosa y conversaciones apasionantes, y del que él empieza a formar parte levemente cuando empieza a ir a la escuela. Su crecimiento personal -y la envidia que siente cuando ve que su amo tiene visitas femeninas a las que presta más atención- se ve frenado en seco cuando estalla la guerra de Biafra. Nigeria, cuyas promesas tras la independencia habían sido abundantes, estalla en un conflicto interno que lleva a los igbos a declarar la independencia. Los sueños se convierten rápidamente en pesadillas de las que Ugwu no podrá escapar, en una guerra donde la gente como él está obligada a combatir. La breve república de Biafra, que duró entre 1967 y 1970, fue el intento de los igbos de librarse de un estado nigeriano al que no consideraban como propio. La autora nigeriana Chimamanda Ngozi Adichie, nos acerca las heridas de este conflicto a través de una serie de vidas truncadas -algunas de ellas cuando apenas estaban empezando a tomar forma.
Quédate conmigo de Ayobami Adebayo
El peso de la familia, el amor, los deseos y las convenciones sociales se dan un festín en esta novela de Ayobami Adebayo en la que nada es lo que parece. El día que Yejide y Akin se casaron, ambos se hicieron una promesa: jamás habría una segunda esposa para Akin, y su hogar sería siempre el de ellos dos. Las dificultades de ella para quedarse embarazada cambian el plan, y la familia de Akin empieza a rodearlos paulatinamente para encontrar una solución. Pese a los intentos de ella para lograr tener un hijo -un objetivo que la lleva hasta renunciar a sus propios principios-, el milagro no se da y su obsesión la aleja paulatinamente de su marido. ¿La solución que encuentra la familia política de Yejide? Encontrar una segunda esposa para Akin. Una escena en la que las sonrisas y los buenos modales auguran el fin de un matrimonio que se había presentado como un final feliz pero que puede acabar convertido en una jaula. Un secreto nunca revelado girará la lógica de toda la historia.
L’arme invisible de la Françafrique de Ndongo Samba Sylla y Fanny Pigeaud
Este ensayo escrito a cuatro manos por el economista senegalés y la periodista francesa repasa uno de los temas más polémicos del continente: el uso de una moneda, el franco CFA, que liga a buena parte de las antiguas excolonias de Francia a la antigua metrópoli a través de una paridad fija con la moneda francesa – antes el franco francés, hoy el euro. Fuente de tópicos, discusiones y choques basados en algunas ocasiones en paradigmas erróneos, L’arme invisible de la Françafrique ordena la cuestión desde un punto de vista histórico, político y económico. Desde el funcionamiento de los bancos centrales hasta la paridad de la moneda, pasando por los presidentes que cayeron por oponerse a la divisa, este texto se ha convertido en una referencia para los estudiosos de un tema que ya forma parte de la primera plana política en África occidental. En 2024 en Senegal ganó las elecciones presidenciales un candidato que cuestionaban si el país debía seguir usando esta moneda en las condiciones actuales. El debate ha pasado en pocos años de la marginalidad académica a las manifestaciones de los jóvenes, de ser un tema nicho a ser mencionado por taxistas, vendedoras ambulantes, estudiantes o desempleados. Por ello la política está empezando a captar el mensaje de una batalla que apenas acaba de empezar. Ndongo Samba Sylla y Fanny Pigeaud ponen la base para debatir sobre el CFA con fundamento, y lo hacen de una forma didáctica y constructiva.
No lo hice por ti, de Michela Wrong
Eritrea es considerada la ‘Corea del Norte’ de África, pero pocos conocen qué trayectoria ha tenido el país para llegar hasta su situación actual. Este libro repasa el papel clave que Eritrea jugó a la hora de resolver la II Guerra Mundial, su heroica lucha de liberación contra los etíopes -y las raíces del totalitarismo que empezaron a germinar durante los días de la guerrilla. Isaias Afewerki, el más temido de los líderes guerrilleros, es todavía hoy el presidente del país -que logró su Independencia en 1993 tras tres décadas de guerra. Afewerki es el único presidente que los eritreos han conocido desde entonces, y el país se ha convertido en una cárcel gigante gracias al servicio militar obligatorio -y perpetuo- de sus jóvenes. Wrong repasa los días en los que Eritrea fue una causa noble, justa e idealista, mucho antes de que este país desapareciera del mapa de las noticias de actualidad -un agujero en el que aún se encuentra inmerso.
Africa’s odious debts, de Léonce Ndikumana i James Boyce
¿Cómo funciona la deuda externa? El economista burundés Léonce Ndikumana y el economista estadounidense James Boyce se plantearon explicar de qué manera los flujos de capitales empobrecen y lastran las oportunidades de progreso del continente africano. Africa’s odious debts es un compendio de los diferentes mecanismos de extracción que niegan el acceso a la financiación que los países africanos necesitan para sacar a sus poblaciones de la pobreza. Fraude fiscal, pago de la deuda o repatriación de beneficios funcionan como una aspiradora que genera una situación paradójica -y desconocida para el gran público: África da dinero al resto del mundo, y no al revés -tal y como creerían muchos ciudadanos europeos viendo los anuncios de las ONG o escuchando los lamentos de las almas bellas que nos conminan a dar un poco más de dinero para ayudar a los africanos a sobrevivir. El análisis de Ndikumana y Boyce nos lleva a una conclusión tan escandalosa como estimulante: si el dinero extraído de África se hubiera puesto en una cuenta bancaria y hubiera ido acumulando intereses, los países del África negra podrían doblar su PIB. Una vergüenza y, a la vez, una demostración de que las soluciones están más cerca de lo que parece.
Un grano de trigo, de Ngugi wa Thiong’o
Las independencias suelen ir vinculadas a la esperanza por un nuevo comienzo, pero en Un grano de trigo, Ngugi wa Thiong’o nos muestra la cara más amarga de la de su país, Kenia. Ambientada en los años cincuenta y sesenta, un grano de trigo se basa en la historia de Mugo, a quienes muchos consideran un héroe, pero que vive atormentado por su pasado. Bajando línea desde las epopeyas anticoloniales, el autor nos revela una realidad donde el amor, el odio y la traición -tanto nacional como personal- se suceden en apenas un instante, y donde los colonialistas ingleses están a punto de dejar el país en manos de algunos de sus colaboracionistas -vestidos de héroes tras usurpar las historias de los auténticos combatientes contra los británicos. La línea narrativa de wa Thiong’o toca un tema presente en la obra de Frantz Fanon en su Los condenados de la tierra: muchas élites políticas africanas tienen más en común con las élites de la metrópolis que con sus pueblos. Una realidad aún vigente. Una escena de la novela llama la atención: un joven crece viendo como su padre pega siempre a su madre. Harto de la injusticia, cuando ya ha crecido físicamente, un día decide rebelarse y enfrentarse al padre para evitar que pegue a su madre. El final de la escena le sorprende: la madre y el padre se acaban uniendo para apalizarle. Moraleja: no subestimes la capacidad de los oprimidos de amar incondicionalmente a sus verdugos. Ngugi wa Thiong’o tocó más adelante temas del mismo calibre en El diablo en la cruz, donde los mejores ladrones kenianos reciben clases directamente de sus homólogos internacionales.