La selección noruega de balonmano playa femenino ha disputado la final de consolación del campeonato Europeo con mallas, pese a la amenaza de multas y hasta de descalificación por parte de la organización. La normativa obliga a utilizar bikini en el que la parte de abajo «no tenga más de 10 centímetros en los lados», en una medida sexista que tiene como objetivo atraer público mostrando el cuerpo de las jugadoras.

Propuesta de vestimenta de las jugadoras de balonmano playa femenino de Noruega. Foto compartida por el equipo en redes sociales.

“Las mujeres deben llevar un bikini en el que la parte superior debe ser un sujetador deportivo ajustado y las bragas no deben medir más de diez centímetros en los laterales”. Esto es lo que dice el reglamento del Campeonato de Europa de balonmano playa que se está jugando estos días en Varna, una medida claramente discriminatoria y sexista ante la cual las jugadoras noruegas se han plantado. La respuesta de la organización han sido amenazas de castigos, altas multas y descalificación.

“Las chicas noruegas de balonmano de playa querían jugar con estos pantalones cortos en lugar de la parte inferior del bikini, que encontraron demasiado reveladores, pero el organizador del torneo de la CE amenazó con multas si usaban algo que cubriera más de 10 cm de su trasero”. “Dicen que esto las hacen sentir innecesariamente sexualizadas incómodos cuando tienen los períodos. No obstante, jugarán en ellos siempre que sean obligatorios”.

A pesar de las amenzas, el equipo nórdico disputó el partido por el bronce con mallas y no bikini, poniendo sobre la mesa el debate sobre esta norma que el voley playa ya abolió en los Juegos Olímpicos de Londres.