Fuente: https://periodicogatonegro.wordpress.com/2020/05/26/la-patria-son-los-muros-las-cercas-y-el-sacrificio/
Con las seños pensamos que ustedes en familia pueden dibujar cómo van a festejar este 25 de mayo, pero con un mensaje de esperanza, porque todos necesitamos un mensaje de esperanza.
Audio de whatsapp dirigido a niñes de 4 y 5 años.
¿Qué nos han enseñado que sucedió el 25 de mayo de 1810 y por qué se nos exige que lo recordemos con entusiasmo y patriotismo?
Con una España en manos de Napoleón Bonaparte (quien se autoproclamó emperador de Francia), anulando cualquier poder que legitime la soberanía española en los territorios usurpados que ellos llamaban Virreinato del Río de la Plata, los terratenientes y comerciantes “criollos”, se propusieron tomar el poder y convertir así ese territorio en un “país soberano”. ¿Qué significa eso? Que los ricos y propietarios tomaron las riendas del proceso de formación del Estado para entrar en las lógicas de libre mercado, pudiendo formular sus propias leyes e implementar un sistema productivo que genere riquezas para ellos y no para la España imperial.
¿Entonces esto nos hizo más libres y por eso es que cada 25 de mayo festejamos en las escuelas con hermosos y largos actos, entonamos el himno, nos ponemos firmes, saludamos a la bandera?
Eso depende de qué lado de la escarapela te encuentres. La revolución de mayo, no fue solamente contra los mercenarios españoles, sino que también contra los pueblos nativos a los que esclavizaron en nombre de Dios. Pueblos que habitaban y habitan hoy en día lo extenso de este territorio. El Estado argentino fue gestado a sangre y fuego, sangre esclava y nativa, fuego que aún hoy quema a sus descendientes cuando escuchamos sobre la desaparición y asesinato de Santiago, cuando a la distancia nos enteramos que la yuta patriótica, defensora del Estado argentino, entra a los territorios ancestrales mapuche y destroza todo a su paso, quema casas, roba herramientas, les quita la vida a les compañeres que allí resisten, como fue el asesinato de Rafael Nahuel en manos de la prefectura naval. Con cada pibi asesinade por el maldito gatillo fácil y con cada muerte de un trabajador por conseguir un mísero salario. Todo esto en pos de la defensa de una propiedad privada que solía ser de todes, y que solo logran legitimarla por la fuerza y la represión, buscando reproducir la lógica mercantil, donde la vida es pensada como una máquina para producir, generar riquezas, consumir, contaminar y acumular Capital.
Tanto aquí como en Europa, el capitalismo y el Estado fueron impuestos por medio de la tortura, el terror y la muerte. Entonces, otra vez me pregunto: ¿Qué festejamos el 25 de mayo? Solo sé que como parte del pueblo no puedo conciliar con la idea de recordar con alegría la fecha en que comenzó un largo proceso de adoctrinamiento para reducir la vida en trabajo y el trabajo en vida. No puedo sonreír al pensar que les esclaves fueron llevadxs a la muerte en guerras que no les pertenecían con la promesa de que cuando ellas terminarán serían libres. Pienso en las mujeres que eran violadas por sus amos, que juntaban dinero vendiendo productos hechos con sus manos para poder pagar su libertad, libertad que cada vez les costaba más, pienso en las hogueras de la inquisición, en la “caza de brujas” que se encargaron de aplastar el conocimiento ancestral sobre cuidados del cuerpo y medicina natural, la valoración del cuerpo y de las libertades. Pienso en todes les gauchos que enviaron a pelear contra los pueblos nativos, eliminando así dos pájaros de un tiro. Pienso en todos los niños que murieron en la guerra de la triple infamia, y en todos los negros que también murieron en esa guerra patriótica. Pienso en la transformación del trabajo esclavo y de la novedad del trabajo asalariado, donde ya los terratenientes no tenían que velar por la salud de sus trabajadores, sino que para eso estaba el Estado, garantizando la longevidad de las “máquinas de producción”.
Retomando la pregunta, el 25 de mayo de 1810 la Argentina avanza en su proceso de formación como Estado-Nación. Ya tiene una bandera con los colores de la “orden de Carlos III” (y no de el cielo o el océano como se dice popularmente). Tenemos un himno que proclama el sacrificio por la patria. La civilización triunfa frente a la barbarie, solo nos queda por delante el progreso y la ciencia. Un progreso que nunca nos incluyó más que como fuerza de trabajo, como consumistas, como delincuentes, como vagxs o en todo caso como ciudadanxs obedientes a las leyes que los ricos determinan y el Estado nos dicta.
¿Por qué en las escuelas les niñes se disfrazan de granaderos a caballo, de generales, de gauchos, de “damas antiguas”, de “mazamorreras” y se genera un clima de sonrisas y cánticos, frases emotivas y emociones?
El Estado junto con el capitalismo y todos sus mecanismos, entendió que el patriotismo y el nacionalismo, como cualquier religión, producen seguidores obsecuentes y obedientes, faltos de crítica y de mucha pasión fanática, capaces de dar sus vidas en defensa de su dios. El nacionalismo y el patriotismo, delimitados por fronteras ficticias que dividen el territorio, son la religión del Dios-Estado, el cual nos pide sacrificio. Es aquí donde entra en escena la escuela pública, obligatoria y gratuita. En esta podemos encontrar hasta hoy en día los discursos más halagadores a los colores de la nación y a “nuestros próceres”, un adoctrinamiento que empieza desde les mas peques hasta ya terminando el secundario y continúa en las universidades. Lugares donde nos imponen el respeto hacia los símbolos patrios, aprendemos a cantar el himno y nos llenamos de una cantidad de historias sacadas de contexto sobre cómo se fundó “nuestro país”. Los hechos históricos son presentados como verdades naturales del progreso de la historia, hechos neutrales que se sucedieron lógica y necesariamente para el bien de todes nosotres. Ocultando que todos las fechas patrias y sus símbolos, representan los intereses y los puntos de vistas de las clases propietarias y terratenientes del territorio dominado por el Estado Argentino.
¿Hasta cuándo vamos a tolerar ese tipo de enseñanza en las escuelas? ¿Hasta cuándo vamos a dejarnos llevar por una ideología burguesa que intenta ocultar los horrores que han cometido contra el pueblo? Enseñemos que ellos han reducido la vida a mercancía donde solo somos un número, donde nuestras necesidades nunca son escuchadas, donde se nos masacró para imponer un modo de vida. La democracia, el Estado y el Capital no fueron desarrollos naturales y lógicos de la vida. Los próceres no fueron enviados de los cielos para construir la Argentina. Todos ellos trajeron la ideología burguesa de Europa y la aplicaron a estos territorios. ¿Hasta cuándo ocultaremos que representaban sus intereses y los de su clase? ¿Hasta cuándo vamos a seguir autoproclamándonos patriotas y argentinos? El Estado no nos educa, nos adoctrina. Por lo tanto, su educación es un proceso violento que se aplica a les niñes desde el momento en que pisan sus instituciones. Es necesario que nos organicemos para poder reapropiarnos de nuestra educación y poder aprender así nuestra historia y no la de ellos.
No somos maquinas de producción, nos oponemos a su forma de ver la vida. Busquemos juntes nuevas formas de relacionarnos y de crecer. Revisemos nuestra historia y continuemos escribiéndola, tomemos decisiones, hagámonos escuchar. Rebelémonos contra la opresión.
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