Fuente: https://www.telesurtv.net/opinion/La-oportunidad-que-ofrece-el-Covid-19-al-pueblo-Chileno.-Perdida-o-NO-20200705-0018.html?utm_source=planisys&utm_medium=NewsletterEspa%C3%B1ol&utm_campaign=NewsletterEspa%C3%B1ol&utm_content=39 Jaime David Santiago Farías Delva 5 julio 2020
Lo paradojal de esta coyuntura Covid-19 en Chile, es que todos los sectores políticos que defienden este modelo de mercado, coinciden en que éste ha sido desnudado por completo, pero lo insólito, es que ninguno profundiza en la perversidad y el fomento de la desigualdad.
En mi opinión, “el hacer de un determinado momento histórico, una oportunidad para los trabajadores y el pueblo”, es algo que los sectores populares deberían haber asimilado hace ya bastante tiempo, y más aún, en un país como Chile, que ha experimentado dictaduras y un modelo de mercado, que solo ha generado desigualdad social, endeudamiento y pobreza; pero lamentablemente esto no se asimiló, ya no se hizo o nunca se vislumbró, ni en el horizonte, la posibilidad de pensar o reflexionar sobre este tema; como la oportunidad para que este virus fuera el aliado del pueblo y no al revés, como lo ha demostrado la gestión del gobierno de Piñera.
Desde que se inició esta pandemia, el bloque en el poder, local y Global, ha utilizado el Covid-19 como un arma de control y miedo, con el único fin de proteger su orden social, político, económico y militar, cuya base teórica está plasmada en un modelo económico capitalista, extractivista y patriarcal.
Lo paradojal de esta coyuntura Covid-19 en Chile, es que todos los sectores políticos que defienden este modelo de mercado, coinciden en que éste ha sido desnudado por completo, pero lo insólito, es que ninguno profundiza en la perversidad y el fomento de la desigualdad (AFP, Isapres, bajos salarios, mala salud y mala educación, etc.) y deja claro la capacidad de mutar y acomodarse, que tienen, sectores reformistas, fascistas y de derecha, a situaciones como las que se viven hoy en el país, generando falsas expectativas de seguridad y ayuda asistencial.
El Covid-19 es un arma letal y está ahí, y los sectores supuestamente “rebeldes”, No supieron sacar ventaja de ello, como sí lo hizo el bloque en el poder. Podría haberse utilizado como una oportunidad para debilitar aún más el modelo capitalista y con ello a aquellos que lo administra y sacan utilidades millonarias con el sacrificio de vidas de trabajadores y de personas vulnerables, que viven en sectores populares, pero esto, en mi opinión, ya no se hizo y solo se esta a la espera de nuevos estallidos sociales, que por lo general y por la capacidad de mutar del sistema de mercado, son asimilados por este.
Los sectores populares deberían o debieron asumir las cuarentenas como la posibilidad de afianzar, desarrollar y generar huelgas y paros, en defensa de sus vidas y no en la idea de reproducir un sistema monetario de subsistencias, que los mantiene sometidos al modelo de mercado; nadando todos dentro del mismo acuario.
Esta coyuntura Covid-19, ofreció el mejor momento para debilitar y disminuir aún más esta economía de la desigualdad. Sin embargo, se observa una carencia o rechazo a reflexionar y generar en el pueblo una conciencia de clase en sí y para sí, un nuevo poder popular en sí y para sí, que permita producir Lo Común, desde otro lugar que no sea el dado por el mundo capitalista y de mercado, con nuevas relaciones y categorías, que permitan perder el miedo y a su vez explicar, que solo con un proceso productivo comunal, fuera del sistema dado, lo conocido, el acuario donde todos nadan; permitiría librarnos de deudas, explotación y trabajos de esclavitud.
Haber promovido, reconocido y propiciando la ausencia, a los trabajos del capital, haber dejado de asistir a los trabajos, habría permitido romper la cadena que significa acudir a estos, los cuales sí son motivo de riesgo de pérdidas de vidas, y eso, por si solo, justifica el hecho de Parar o hacer huelgas por la vida y los DD.HH. del pueblo.
El miedo lo deben sentir ellos, el poder económico local y global, son ellos que deben sentir nuestro poder popular en sí y para sí, al decidir defender la vida sobre la esclavitud del sistema económico; que te hace ir a trabajar para morir. Son ellos, las grandes empresas, medianas y pequeñas, las que deben sentir el miedo de perder su modelo de mercado, debido a nuestra decisión en conciencia como pueblo, como clase en sí y para sí, que logra identificar, que solo exterminando este modelo de mercado, nos hará verdaderamente libres del poder Global y local capitalista extractivista y patriarcal.
Los trabajadores y el pueblo, pueden y deben crear otra forma de relaciones de producción, comunalizando su existencia, creando formas de entendimiento comunitario, en lo económico, social, político y de autodefensa de lo nuestro, de lo nuevo, lo que habremos creado desde abajo; una relación comunal desarrollada en territorios y espacios populares, observados en zonas nativas, originarias y poblacionales de este territorio denominado Chile y que permitirá depender de nuestra autogestión productiva en común, y así dejar de ser sometidos a un modelo de vida basado en la oferta y la demanda y su famoso valor de cambio capitalista.
Es, quizás, el momento histórico de avanzar hacia una nueva forma de relaciones de producción, de autogestión, donde los medios y las utilidades sea apropiadas por la colectividad comunitaria, y NO de unos pocos privilegiados, como lo ha sido hasta nuestros días, en Chile y el mundo.
Aún tenemos el tiempo, quizás por primera vez en la historia, de autogestionar nuestra defensa de lo nuestro, y no por acuerdos interburgueses o dumas, que aun nadan o flotan dentro del acuario sistémico, y que terminan en acuerdos de estados burocráticos, reformistas y capitalistas.
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