La maldición del petroleo en el Delta del Níger

Fuente: Umoya num. 101 – 4º trimestre 2020                           Paola López Muñoz.

Sobre una compleja crisis caracterizada por el poder de grandes compañías, la militarización, el surgimiento de grupos armados, el empobrecimiento y los impactos medioambientales de la actividad petrolera.

La maldición del petróleo en Nigeria - El Orden Mundial - EOM

La teoría de la maldición de los recursos naturales describe la paradoja que atraviesa a muchos países africanos, quienes presentan bajos índices de crecimiento económico a pesar de la riqueza y abundancia de materias primas.
Nigeria es el país que más petróleo exporta de África y el sexto a nivel mundial. Sin embargo, la excesiva dependencia con respecto de este sector ha generado muchos problemas económicos al país. Además de ser una traba para su soberanía y no repercutir en un buen reparto del ingreso, la excesiva exportación de crudo encarece la moneda nacional, disminuyendo la competitividad y el potencial exportador de otros sectores que podrían aportar mayor valor añadido.

Pero los problemas relacionados con el petróleo no solo son puramente económicos, sino que también destacan las vastas consecuencias medioambientales, la excesiva militarización de algunas zonas, la corrupción y la conflictividad que genera. Y es que este hidrocarburo es una materia prima de características muy especiales que suele traer problemas a los países que lo producen y exportan. De hecho, existe hasta un concepto denominado ‘petro-agresión’ que describe cómo las naciones que poseen este hidrocarburo presentan mayor tendencia a participar en conflictos internacionales.
Para entender más a fondo el impacto de la industria petrolífera en Nigeria, merece la pena echar la vista años atrás.
La Segunda Revolución Industrial provocó que, a principios del siglo XX, Occidente pusiese el foco en los combustibles fósiles como principal fuente de energía sobre la que sustentar el nuevo modelo productivo. Así es como el petróleo empieza a ser un recurso estratégico y los estados industrializados ponen el foco en países africanos como Nigeria y Angola.
El entonces gobierno colonial nigeriano accedió a proveer permisos de exploración a grandes compañías extranjeras, muchas de las cuales conservan sus privilegios y su situación oligopólica hoy en día. Un ejemplo es la empresa Shell, una multinacional británica con gran presencia internacional, que sigue manteniendo estas concesiones y lleva operando casi 100 años en el país, ocupándose de, más o menos, un 50% de la producción.
El lugar donde se concentran la mayor parte de los campos petrolíferos desde la mitad del siglo XX es el Delta del Níger. La zona, repleta de pozos y estaciones de bombeo, ha sufrido varios derrames de petróleo en las últimas décadas que han derivado en desastrosas consecuencias medioambientales y sociales: incendios y destrucción de ecosistemas terrestres y acuáticos, abandono de tierras, desplazamiento forzoso de muchos pueblos y separación de familias enteras.

Uno de los derrames más grave atribuidos a la compañía Shell tuvo lugar en 2011, y aún a fecha de hoy sigue teniendo consecuencias. Algunos estudios han demostradoniger delta 4 • Córdoba Global

Uno de los derrames más grave atribuidos a la compañía Shell tuvo lugar en 2011, y aún a fecha de hoy sigue teniendo consecuencias. Algunos estudios han demostrado que existe una alta causalidad entre el deterioro ambiental provocado por esta catástrofe y el crecimiento de la tasa de mortalidad infantil, que ha llegado incluso a doblarse.Estos dramáticos episodios han incentivado el surgimiento de movimientos de resistencia.
Un ejemplo es el Movimiento Para la Supervivencia del Pueblo Ogoni (MOSOP) que, a pesar de su carácter pacifista, se ha
enfrentado en varias ocasiones a la compañía Shell, acabando uno de los casos con la ejecución de cinco de sus líderes, entre
ellos el escritor Ken Saro-Wiwa. El incremento de la tensión y el terror en la región han provocado que también aparezcan grupos armados como el Movimiento para la Emancipación del Delta del Níger (MEND) que, pidiendo una mayor participación de la ciudadanía en los beneficios que genera el petróleo, ha llegado a efectuar secuestros de trabajadores para ejercer presión ante las
petroleras. Otro movimiento similar es el de los Vengadores del Delta, que surge en 2016, agravando el conflicto. Un aspecto muy importante a la hora de analizar el poder ejercido por las compañías petroleras en Nigeria es la complicidad del gobierno (socio mayoritario de las compañías petroleras), que ha contribuido al despliegue de milicias para garantizar la extracción y ha llevado a cabo otras acciones en las que predomina el uso de
la fuerza: torturas, ejecuciones extrajudiciales, destrucción de
viviendas… Para más inri, las leyes tampoco funcionan   eficientemente.
Con el fin de contrarrestar sus impactos negativos, Shell destina decenas de millones de euros al año a la construcción de  escuelas y hospitales en la región. A pesar de que esta partida de gasto es mínima en relación con los ingresos de explotación del crudo y con los costes derivados de los daños medioambientales, le sirve a la perfección a la compañía como estrategia publicitaria y como lavado de cara a bajo precio. Mientras tanto, la comunidad
internacional calla, la corrupción gubernamental empeora el asunto, Shell aumenta su inversión en “Responsabilidad Social Corporativa” para mejorar su imagen y los derechos humanos
siguen vulnerándose todos los días en el Delta del Níger.

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