María Elena López Dafonte*. LQ. Julio 2020

Sentencia del Supremo sobre La Insurgencia: ratifica la pena de 6 meses de prisión, 8 años de inhabilitación y multa de 1200 euros para cada uno…

Hace unos días, el Tribunal Supremo le hizo saber a mi hijo de 23 años y a sus compañeros de La Insurgencia, doce en total, que ratifica la condena de 6 meses de prisión, 8 años de inhabilitación y multa de 1.200 euros por las letras de algunos de sus temas de rap (1).

Nadie que conozca a cualquiera de los doce puede entender el motivo por el que el alto tribunal ha decidido seguir considerándolos delincuentes tan peligrosos que no solo merecen ir a la cárcel, sino también ser privados de su derecho a ejercer cualquier cargo público durante ocho años, y cargar con antecedentes penales bastantes más (en el caso de mi hijo, por ejemplo, hasta los 41 años), con las limitaciones que eso supone para su inserción laboral, por no hablar del estigma social.

Yo les preguntaría a estos ilustres señores jueces si de verdad merece la pena el esfuerzo, que estoy segura que han hecho para llegar a donde han llegado, para acabar dedicándose a condenar como terrorismo delitos de opinión. ¿De verdad era eso lo que soñaban cuando decidieron dedicarse a la judicatura? ¿De verdad creen que están prestando un servicio a la sociedad dedicándose a apuntalar la represión de un derecho fundamental como es la libertad de expresión? ¿De verdad creen que unos temas de rap merecen, no ya la condena, sino el simple hecho de tener que rendir cuentas ante los más altos tribunales de un estado que se dice democrático?

Os preguntaría también a todos los que calláis (otros artistas, periodistas, personas particulares, colectivos, partidos políticos…) si no sois conscientes de que esto no va de la mala suerte que han tenido estos doce, ni de si cantaron A o B, ni de «a mí no me afecta porque no soy cantante» o «a mí no puede pasarme, porque no digo ESAS cosas»… Esto va de defender un derecho fundamental de todas, esto va de NUESTROS derechos, los de todos y todas. Ayer fueron a por los titiriteros, luego fueron a por los tuiteros, hoy les toca a los raperos…

Mañana pueden ir a por ti. O, pero aún, puede que no…, puede que ya no lo necesiten, puede que esta lluvia fina que es el simple miedo a la represión haya calado ya en ti y seas tú mismo, tú misma, el policía que te vigila en redes sociales, el fiscal que te señala con dedo acusador por pensar diferente. Entonces pensarás que has tenido suerte, que tú te has librado o que tus amigos, o tus propios hijos, se han librado. ¡Qué equivocado estarás! El objetivo eras tú desde el principio. La criminalización de todas esas personas a las que tal vez ni conoces, solo era un medio para hacerse dueños de tu miedo. Entonces habrán ganado. ¿Vas a dejarles ganar?

Lo primero que hizo mi hijo, tras conocer la sentencia, fue tranquilizar a la familia y decirnos que él está bien y con fuerza para seguir defendiendo su inocencia y la libertad de expresión de todos. Que tiene suerte, porque tiene el apoyo de su familia, de sus amigos, de la gente de su barrio, incluso de otras gentes a las que ni conoce, tiene el apoyo de la buena gente. Ése es mi hijo.

Un millón de gracias a toda esa buena gente que le ha apoyado hasta aquí y que, seguro, seguirá haciéndolo. ¡Seguimos!

Notas:
*.- Publicado en Faro de Vigo
1.- El Supremo confirma la condena de seis meses de cárcel para los raperos de ‘La Insurgencia’

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