El viernes, la Facultad de Derecho de Yale (YLS, por sus siglas en inglés) despidió a la doctora de derecho Helyeh Doutaghi violando sus derechos democráticos fundamentales. Siguiendo la campaña de caza de brujas dirigida por la administración Trump contra estudiantes y académicos propalestinos, YLS también mintió sobre los acontecimientos que condujeron a su despido y las razones del mismo.
La campaña para destituir a Doutaghi comenzó el 4 de marzo, cuando YLS la colocó en licencia administrativa basándose en información publicada en línea por Jewish Onliner, un sitio web prosionista generado por inteligencia artificial que alegaba falsamente que ella era miembro de una organización terrorista. Durante todo el proceso, Doutaghi ha sostenido que su oposición al genocidio israelí en Gaza y sus opiniones pro-palestinas eran bien conocidas en Yale cuando fue contratada.
Doutaghi, una académica del derecho nacida en Irán, fue contratada en 2023 como subdirectora del Proyecto sobre Derecho y Economía Política (LPE, por sus siglas en inglés) de Yale y ocupaba el cargo de investigadora asociada en YLS. Se le informó que debía someterse a un interrogatorio en Yale por parte de un representante de una firma de abogados en New Haven, Connecticut, con amplios vínculos con el Estado sionista y el aparato de política exterior de Estados Unidos.
En una declaración anónima de YLS, publicada en su totalidad por Yale News el lunes, la administración universitaria falsificó los hechos y afirmó que “reiteradamente solicitó reunirse con la Sra. Doutaghi y su abogado para obtener información aclaratoria y resolver este asunto”. Además, alegó que Doutaghi “se ha negado a reunirse para responder preguntas críticas, incluyendo si alguna vez participó en actividades prohibidas con organizaciones o individuos incluidos en la lista de Nacionales Especialmente Designados y Personas Bloqueadas (‘lista SDN’)”.
Sin embargo, el abogado de Doutaghi, Eric Lee, explicó en una publicación en Twitter/X que: “No es cierto, como alega Yale, que la Dra. Doutaghi se haya negado a responder preguntas o que no haya cooperado. Yale tomó la decisión de despedirla sin un proceso justo. Otra capitulación a Trump por parte de una universidad importante”.
En un repaso de los hechos previos al despido de Doutaghi, Lee expuso lo falso de la versión de YLS:
No fue la Dra. Doutaghi quien se negó a comunicarse con Yale, sino lo contrario. El jueves 20 de marzo, el abogado general de Yale me escribió pidiendo hablar con la Dra. Doutaghi antes del 27 de marzo sobre sus supuestas asociaciones políticas, las cuales resultaron ser inventadas por un bot proisraelí que difunde desinformación de forma sistemática, según una investigación publicada por Haaretz en enero de 2025. El correo del 20 de marzo decía: “si existen términos o condiciones que facilitarían una reunión de su clienta con nuestros abogados, por favor háganos saber”. Respondí ese mismo día confirmando la recepción. Al día siguiente, viernes 21 de marzo, escribí al abogado general de YLS lo siguiente: “Estimado colega: estamos dispuestos a considerar responder preguntas por escrito antes del 27 siempre que provengan de su oficina y no de abogados externos”.
Lee continuó:
No recibí respuesta de Yale durante el fin de semana, así que envié un correo de seguimiento el lunes 24 de marzo “para confirmar que mi correo del viernes no se haya pasado por alto”. Ese mismo día, el abogado general de YLS respondió diciendo que exigían una entrevista en vivo por parte del abogado externo, rechazando respuestas escritas: “Debemos poder hacerle preguntas, considerar sus respuestas y hacer preguntas de seguimiento en tiempo real”. El correo también rechazó nuestros intentos de excluir a abogados externos con vínculos con Israel y la industria armamentista. A petición nuestra, Yale accedió a una extensión del plazo de respuesta hasta las 15:00 del 28 de marzo. Esa escribí a Yale lo siguiente [véase la cursiva más abajo]. Este correo electrónico no recibió respuesta hasta que se envió la notificación de despido.
Creemos que esta correspondencia confirma que Yale sólo estaba interesada en despedir a la Dra. Doutaghi y no en investigar los hechos subyacentes, perjudicando su vida y haciendo caso omiso de las nociones básicas de imparcialidad y garantías procesales:
“10:44 AM, viernes 28 de marzo:
“Estimado colega: En su correo anterior indicó que estaría dispuesto a acordar condiciones para que podamos brindarle la información que necesita. Confío, con base en mi conocimiento de los hechos y la integridad y carácter de la Dra. Doutaghi, que podrá disipar completamente sus preocupaciones si se le da una oportunidad justa.
“Propusimos tres condiciones razonables: 1) que las preguntas y respuestas se realicen por escrito, 2) que el abogado con un evidente conflicto de interés no sea quien formule las preguntas, y 3) que se brinden garantías de confidencialidad debido a nuestras preocupaciones sobre la seguridad de la Dra. Doutaghi—preocupaciones que usted mismo expresó en un intercambio anterior.
“Ahora parece que no están interesados en aceptar ninguna de estas condiciones razonables, lo que nos lleva a preguntarnos por qué las ofrecieron en primer lugar. Para aclarar, como mencioné antes, estamos dispuestos a responder sus preguntas por escrito y también permitirles hacer una ronda de preguntas de seguimiento basadas en nuestras respuestas.
“Quizás ayude si explico la base de nuestra solicitud para preguntas escritas. Dado el clima político actual en Estados Unidos, no podemos confiar en la capacidad del gobierno presidencial presente para hacer cumplir adecuadamente las leyes migratorias. Por el contrario, la administración está deportando a muchos titulares de visas estudiantiles por asistir a protestas, escribir artículos en los periódicos escolares u oponerse de cualquier manera a la política de EE.UU. e Israel. Esto no es legal y está siendo impugnado en numerosos tribunales. Además, la administración y sus aliados en el Congreso están usando su poder para presionar a las universidades a actuar contra personas como la Dra. Doutaghi que no han violado ninguna ley, que siempre han dicho la verdad, pero que temen —con razón— que su honestidad no las protegerá de políticas gubernamentales ilegales. Dada la situación alarmante en este país, queremos poder responder con honestidad y precisión.
“Estamos listos para responder a sus preguntas por escrito. No entendemos por qué responder preguntas por escrito no satisface sus obligaciones legales aquí. Esperamos cooperar y estamos preparados para responder cuanto antes.
“Gracias,
“Eric”
Esta cronología y el registro de la correspondencia entre el abogado de la Dra. Doutaghi y la asesoría jurídica de Yale demuestran que la versión oficial del despido es falsa y fue construida para justificar una decisión que YLS ya había tomado con anterioridad: despedir a la jurista por sus opiniones políticas mucho antes de cualquier “investigación”.
El ataque contra la Dra. Doutaghi forma parte de una ofensiva generalizada contra estudiantes y académicos extranjeros que, aun estando legalmente en EE.UU., han sido blanco de la administración Trump por oponerse al genocidio israelí respaldado por Washington en Gaza.
• Momodou Taal, de 31 años, estudiante de doctorado británico-gambiano en la Universidad de Cornell, decidió el lunes abandonar EE.UU. luego de múltiples violaciones a sus derechos básicos debido a su activismo propalestino. La Casa Blanca revocó su visa estudiantil y luego, tras presentar una demanda contra el presidente Trump por violar su derecho a la libre expresión, el gobierno intentó arrestarlo, detenerlo o deportarlo antes de que la demanda pudiera ser considerada.
• Mahmoud Khalil, de 30 años, estudiante de posgrado en la Universidad de Columbia y residente permanente legal, fue detenido el mes pasado en el edificio donde vivía por agentes de ICE frente a su esposa, embarazada de ocho meses y ciudadana estadounidense. Fue esposado y trasladado a un centro de detención en Luisiana sin cargos ni explicación. Un juez federal de apelaciones ordenó que su caso fuera juzgado en Nueva Jersey, rechazando la moción del gobierno de Trump para trasladarlo a Luisiana, lo cual habría sometido el caso a una corte de apelaciones más conservadora.
• Rumeysa Ozturk, de 30 años, candidata a doctorado en la Universidad de Tufts y becaria Fulbright, fue secuestrada en las calles de Boston por agentes enmascarados, llevada en un vehículo sin identificación y enviada al mismo centro de detención en Luisiana.
• Yunseo Chung, de 21 años, residente permanente de Corea del Sur y estudiante en la Universidad de Columbia, quien vive en EE.UU. desde los siete años, demandó al presidente Trump y otros funcionarios de la Casa Blanca por los intentos de arrestarla y detenerla.
En una poderosa declaración en Twitter/X, Doutaghi escribió sobre su despido sumario:
Este acto forma parte de una ofensiva amplia y violenta contra estudiantes y académicos en todo el país, muchos de los cuales se encuentran en posiciones precarias. Lo que estamos presenciando en instituciones como Yale, Cornell, Columbia y Harvard es la normalización de un gobierno fascistizante. Desde el secuestro de estudiantes y académicos por ejercer su derecho a la libre expresión, hasta la criminalización, la exposición pública, las suspensiones y las órdenes de silencio institucionales que ya son comunes en los campus: las universidades se han convertido en colaboradoras activas para silenciar la disidencia y criminalizar la resistencia. Actuando como centros efectivos de vigilancia y represión, estas instituciones —en colaboración con el aparato estatal represivo— están sentando precedentes nuevos y peligrosos sobre las reglas de enfrentamiento en todo el país.
Doutaghi también destacó la abrumadora solidaridad organizada tras ser atacada:
Intentaron silenciarme y fracasaron. Más de mil profesores, abogados, académicos, estudiantes y organizadores se alzaron en solidaridad, condenando la capitulación de Yale a la represión sionista y su complicidad en una caza de brujas sionista-macartista en mi contra.
Y añadió:
Ni YLS ni ningún informe sionista (¡ni ambos!) han presentado una sola prueba de alguna vinculación o acción ilegal de mi parte. He sido despedida basándome en acusaciones infundadas, sin ningún debido proceso ni reclamo corroborado. Para una exposición completa de los hechos de mi relación con Yale —y para desmentir sus acusaciones—, por favor consulte la declaración emitida por mi abogado, el Sr. Eric Lee. Esto marca un precedente escalofriante. Si cualquier bot de IA —o cualquier persona— acusa a un docente o estudiante de Yale de algo indebido, eso por sí solo puede ahora bastar para arruinar su carrera. Este es el estado de la academia jurídica en EE.UU. hoy: donde se enseña debido proceso y estado de derecho en los salones, pero se abandona en la práctica.
Doutaghi concluyó situando el ataque contra sus derechos dentro de un contexto histórico más amplio:
Este es un momento crucial en la historia y en el declive del imperio estadounidense. El régimen de EE.UU. está coordinando la represión violenta del frente interno con una escalada bélica en el frente externo. En múltiples frentes, incluyendo el genocidio en curso en Palestina por parte del proxy sionista-terrorista de EE.UU. en nuestra región; el bombardeo salvaje de Yemen; la limpieza étnica en Siria por parte de proxies estadounidenses; y los ataques israelíes en el Líbano y las amenazas cotidianas contra Irán tanto desde el discurso oficial como la propaganda mediática, Estados Unidos está impulsando activamente una guerra más amplia en Asia Occidental.
Para sostener la ilusión de estabilidad doméstica, la maquinaria del poder autoritario debe suprimir la disidencia —apuntando contra cualquiera que resista estas políticas con el objetivo de sembrar temor y silenciar la oposición. Esta represión de la disidencia busca garantizar la impunidad de EE.UU. y del sionismo frente a la creciente resistencia a su imperialismo genocida en Asia Occidental y más allá—. El gobierno estadounidense está intentando frenar lo inevitable. Pero nada detendrá la caída del imperio estadounidense—y nada evitará que la historia lo recuerde como uno de los imperios más brutales que el mundo haya conocido—.
(Artículo publicado originalmente en inglés el 1 de abril de 2025)